24. Apodos

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Fue un año el que estuvieron viviendo juntos. Eso hizo que, inevitablemente, pasarán por muchos momentos de tensión y fastidio entre ellos pero también le había dado más realismo a su relación.

Ya no todo era dulzura y felicidad. Conocían los problemas de vivir con alguien diferente a tu familia, por primera vez, con realidad. No era como cuando vivían en el dormitorio, cuando eran muchos y podían huir a su habitación si se molestaban con sus compañeros de piso o había más personas y reglas a su alrededor que los limitaban para tener una convivencia pacífica.

Denki cumplió su promesa de  mandar al sillón a su novio cuando lo hacía enojar de verdad, aunque a media noche fuera a acomodarse en el sillón con él. El castigo parecía ser la incomodidad de ambos.

No era extraño que tuvieran malos ratos pero aún así, nunca se arrepintieron de la decisión de estar juntos.

—¿Corazón, sabes dónde dejé la guitarra? —Gritó el rubio desde la habitación hacia la cocina— Jiro quiere que practiquemos una canción para una presentación gratuita que dará en el parque la próxima semana pero no la encuentro.

—Es muy cursi que me llames así, te he dicho que no lo hagas. —Al decir esto, Hitoshi llegó y sacó el nombrado instrumento de debajo de la cama, aunque ese no era su lugar, el rubio no tenía problemas en dejarla ahí, al menos seguía en su estuche. —Y aprende a poner las cosas en su lugar.

—No es mi culpa que tu apellido se escriba con el kanji de corazón... Eres mi corazón. —Al decir esto, se acercó para darle un beso en los labios al otro, que aún no terminaba su reclamo.

—Yo no te llamo Trueno, ¿cierto?

—Sería muy genial que lo hicieras.

—Tienes razón... —Con una sonrisa malvada, abrazó al rubio antes de que se fuera— Te llamaré Rayito.

—¿¿Qué?? ¡No! —Pero Denki no tuvo tiempo de pelear porque fue empujado hacia la salida por su novio.

—Me saludas a Jiro. Te amo, Rayito. —Y, a pesar de lo bobos que se escuchaban, el más bajo le respondió de igual manera y se retiró con una expresión alegre.

Ahora que la relación parecía más estable, que descubrieron lo que significaba tener una pareja, verla en la mañana al despertar y en la noche al dormir, notaron que no era, ni de lejos, tan romántico como creían que sería.

Sin embargo, tampoco era algo terrible.

Aprendieron a cocinar juntos, robando los ingredientes en medio de la comida y terminando en una pelea de cosquillas. De en vez en cuando, se quedaban hasta tarde en la cama porque era mil veces mejor acurrucarse entre ellos que salir al mundo lleno de delincuentes y jefes gruñones. A veces era bueno ni siquiera salir de casa, estar los dos solos viendo películas y disfrutando con cualquier cosa; además de poder tener sexo en cada rincón.

Uno de sus días libres, Shinso le pidió al otro que ordenaran un poco ya que, entre unas cosas y otras, la casa se había convertido en un acumulado de cosas innecesarias que, algún día, iban a tirar... Ese día había llegado.

Kaminari no estaba tentado a pasar su día libre entre polvo y cosas viejas pero accedió por la única razón de que su novio había estado disperso estos días. A veces lo miraba fijamente y luego desviaba la mirada, a veces simplemente lo besaba sin explicación aparente, a veces le preguntaba si era feliz con él... Este comportamiento empezaba a poner muy nervioso a Denki pero  no había optado por preguntar directamente, sabía que no obtendría esa respuesta hasta que Hitoshi quisiera dársela.

Mientras acomodaban algunas cosas de un montón, el de ojos dorados encontró las credenciales de ambos, de cuando estudiaban en la UA y se quedó mirando con especial interés la de su novio.

—Es bueno que guardemos esto, así recordarás cómo te llamabas porque algún día serás Hitoshi Kaminari.

Un ligero sobresalto cubrió al más alto que, quitando el polvo de algunas cosas, se había manchado la cara y trató de disimular la sorpresa que le ocasionó la broma del rubio. Metió una mano en el bolsillo de su pantalón un segundo y caminó hasta él, mirando con atención las credenciales que tenía en la mano.

—No, claro que no. Se escucha mejor Denki Shinso.

—Mmmmm. Creo que tendremos que dejarlo al azar o podemos competir en un "piedra, papel o tijera".

—Entonces este es buen momento para jugarlo... —La seriedad en la voz de Shinso pudo ser un buen presagio para lo que se aproximaba pero, estaba tan sumido en la idea de que esto era una broma que, realmente, no lo vió venir.

—¿Por qué...?

El chico no tuvo tiempo de terminar de preguntar por esto cuando el otro se puso de rodillas, sacando del pantalón una cajita de terciopelo negro que, al abrirla, contenía dos bandas plateadas con pequeñas piedras incrustadas, Kaminari perdió el habla al instante.

—Es un poco absurdo que lo pida porque ya vivimos juntos desde hace un tiempo pero sabes, me gustaría que todos sepan lo que significa y por fin lo legalizaron en Japón así que... Denki, mi Rayito, ¿te quieres casar conmigo? —Y volvió esa sonrisa tímida del chico de dieciséis que decía no querer tener amigos, esa que tanto atrajo al rubio desde un principio.

Entre una montaña de recuerdos y su pareja con la nariz llena de polvo siendo, quizá, la petición de matrimonio menos romántica del universo, Denki sólo podía responder una cosa.

—Sí, sí... ¿En serio lo preguntas? Maldición, claro que sí. ¿Cómo le diría que no a mi Corazón? —Entre risas, el rubio recibió un tierno golpe por el apodo pero fue opacado por el beso agradecido y feliz de Shinso. Por fin sabía lo que lo había tenido tan absorto estos días.

Ya no tenían ese enamoramiento fantasioso del principio, no todo parecía perfecto, no vivían exclusivamente el uno para el otro. Ahora eran dos personas conscientes de lo que era la vida real y de quién era la persona a su lado. Después de tantos años de conocerse, incluso con el tiempo que vivieron juntos y les había enseñado un poco más de lo que querían y no querían... Justo por esto, era el momento ideal para tomar esta decisión.

Además de los "cursis apodos" que usaban y tanto avergonzaban al otro, podrían usar la palabra "Esposo" para referirse a la persona con la que seguirían compartiendo el resto de sus vidas y tendrían muchos testigos de ello.

|||Nuestra historia|||Shinso X Kaminari [Flufftober]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora