23. Cambiando de casa

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Muchos daban por hecho de que esto sucedería tarde o temprano, con una relación como la que ellos tenían, parecía un paso lógico.

Aún así, Eijirou Kirishima lloró al enterarse de que por fin su mejor amigo se iría a vivir con el chico que le había robado el corazón en una práctica de clases y no paraba de balbucear algo que sonaba como "Mi bro ya está creciendo".

A pesar de lo convencidos que estaban de mudarse juntos lo más pronto posible, encontrar el lugar perfecto, amplio y cómodo fue toda una odisea.

Algunos lugares eran muy oscuros, muy caros, muy pequeños o con poco espacio; otros eran muy lejanos o no parecían un buen lugar para la pareja, además de que no contaban con el suficiente tiempo en común para meterse de lleno en esta empresa. Fueron dos meses desgastantes.

Pero la espera y perseverancia valió la pena.

Su nuevo departamento no era de gran tamaño pero era confortable, el precio era accesible y se encontraba a unos minutos del trabajo. Ese lugar sería su hogar.

Tenían la opción de trasladarse de la manera lenta, empacando algunas cosas y transportandolas en sus tiempos libres pero, era una tontería.

Pidieron un par de días libres, llamaron a sus amigos y se organizaron para tener su hogar listo en poco tiempo, dando vueltas en el departamento de Kaminari ya que aún no terminaba de empacar todas sus cosas así que después de un rápido regaño de su pareja, el rubio tuvo que llenar rápidamente cajas al azar, por suerte, había aprendido a no tener cosas frágiles y podía mover todo para después acomodarlo en el nuevo departamento.

Al final del día, invitaron a sus amigos a cenar fuera para pagarles este pequeño favor mientras las cajas se amontonaban en un rincón; luego debían desempacar para darle forma a ese sitio que, a pesar de tener tantas cosas de ambos, aún seguía vacía.

Como todo lugar nuevo para alguien que comenzaba una nueva etapa en su vida, la casa estaba vacía de recuerdos, de experiencias, de reuniones con amigos, de malos y buenos momentos. No sabían si este sería su hogar por mucho o poco tiempo pero era un buen inicio para averiguarlo.

La decoración fue otro tema que les causaría desacuerdos porque, mientras uno quería llenar cada rincón de la casa con objetos "interesantes" y colores estridentes, el otro prefería los tonos más opacos y los adornos mas sobrios.

Terminaron escogiendo sitios específicos para que cada uno le diera su "toque" personal, mientras que los sitios como la habitación, se mantuvieron neutrales pero, curiosamente, la mezcla de sus estilos no causaba desintonia. En especial, a la hora de acomodar las fotografías.

Una de ellas, la central, era la foto de la pareja al graduarse, en medio de un montón de flores. Había otras más de sus familias y todos sus amigos, incluso de sus preciados profesores que influenciaron en lo que hoy eran y tenían. Por lo que, al mirar esa parte que representaba algo tan importante para ellos, el más bajo no pudo evitar que la realidad de lo que estaba pasando lo abrazara.

—Por fin nuestra casa. —Comentó el rubio con orgullo, viendo en lo que se estaba convirtiendo el desastre que antes era el lugar pero que era el desastre de ambos y saber eso, que todo partía y se construía porque decidieron estar juntos, era maravilloso.

—Si fuera por ti aún no la tendríamos. —Shinso lo abrazó por la espalda, a la vez que recordaba a su novio poniendo tantas trabas a cada sitio, al punto de hacerle creer que no estaba listo para vivir con él, hasta que le demostró, al mostrarle este sitio que no era así.

—Y si fuera por ti, viviríamos en una cueva. —Denki sonrió, girando para besar el rostro de su amado. Era obvio para él que la razón de esperar era porque tenía que encontrar un lugar perfecto para ellos dos y este lo era.

—Te usaría a ti de vela, no veo el problema de vivir en una cueva.

—Yo sí lo veo, odio la humedad, además, ya me usas para recargar tu celular. No soy planta eléctrica.

—Bueno, es que me gusta recargar energía en ti, tu cara molesta por hacerlo es adorable.

—No es... ¡Hey! —Kaminari detuvo su diatriba, consciente de una gran ventaja de la vida conjunta— Por fin puedo enviarte a dormir al sillón si me haces enojar.

—Estoy de acuerdo pero ¿si yo me enojo tú dormirás en la bañera?

—No, eso es cruel e incómodo.

—No sabes si la bañera es incómoda. —El brillo en los ojos del peliazul y el tono grave y especial con el que dijo aquello, removió su interior, con una ansiedad conocida.

—Tendremos que comprobarlo...

Denki llevó sus manos al inicio del pantalón del contrario a la vez que era asaltado por un beso apasionado y demandante, poniéndolo más que dispuesto a comprobar "la comodidad" de diferentes lugares de su nueva casa.

Este lugar todavía era un lienzo en blanco donde ellos dibujarían otra etapa de su vida pero no tenían prisa, las primeras líneas estaban trazadas, aunque descubrieran que sus vecinos eran odiosos o el ruido del exterior no les permitía dormir minutos extras, estaban dispuestos a pasar por todo aquello, con tal de que la vida adulta no les robara los segundos y las ilusiones de su amor de estudiantes.

|||Nuestra historia|||Shinso X Kaminari [Flufftober]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora