El Alfa Perfecto Para Mi

Desenmascarados

—¿Pudieron encontrar algo?— preguntó el hombre misterioso a los hombres que se encontraban frente a él, los cuales tenían las ropas rotas y polvorientas, así como diversas heridas en distintos grados de magnitud.

—Encontramos un laboratorio secreto que pertenece a Howard Stark, solo pudimos tomar algunas fotografías y recuperar algunas muestras, pero nada contundente para llegar a la fórmula del suero del súpersoldado— reportó, quien aparentemente, era el líder del escuadrón, dejando sobre el escritorio unas fotografías que mostraban el lugar y varios frascos con líquidos de distintas procedencias. —Sin embargo, obtuvimos una información importante. Howard Stark posee la fórmula del suero del súpersoldado— agregó el hombre, captando el interés del hombre que se encontraba frente a él.

—¿Ah, sí? Dime cómo estás tan seguro entonces, porque estoy seguro que ninguno de los frascos aquí contiene algo que nos pueda demostrar eso— respondió el hombre con impaciencia, mirando a los hombres frente a él, quienes tragaron duro por la amenaza subyacente en las palabras del hombre, pero que continuaron de pie frente al hombre, seguros de que serían recompensados por tan valiosa información.

—Estamos seguros porque Steven Rogers está con vida. La razón por la que no lo encontramos cuando la organización exhumó su tumba fue porque nunca estuvo allí en realidad, Stark lo mantuvo escondido todo este tiempo mientras desarrollaba el suero para salvarlo— respondió el hombre con seguridad, tomando una de las fotografías que había dispuesto sobre el escritorio y enseñandola al hombre, en la cual aparecía Steve peleando con el escudo contra un escuadrón de HYDRA. —A pesar del suero, las heridas que Rogers tuvo fueron mortales, no había forma de que se salvará a menos que fuese con el suero, lo que nos lleva a pensar que Howard Stark encontró la fórmula y la tiene en su poder— respondió el hombre con severidad, mientras tendía los informes que habían desarrollado a partir de su intrusión al laboratorio secreto de Howard Stark.

—Necesito algo más contundente para desplegar un operativo. Tenemos a SHIELD siguiéndonos los pasos y se que no han lanzado un comunicado oficial alertando sobre nuestra presencia porque no tienen ninguna prueba concreta, así que tenemos que seguir andando con cautela para no darles nada con lo que puedan atraparnos. No voy a arriesgar la organización por una suposición— respondió el hombre con severidad y agresión en su voz, mirando a los hombres frente a él, que se estremecieron ante su tono.

—Mire, señor— respondió el líder de los hombres, apuntando aún pequeño y viejo televisor, donde se transmitía en directo desde el Capitolio Nacional la resurrección del Capitán América.

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—Lo primero que debo hacer es ofrecerle una enorme disculpa al pueblo estadounidense y al mundo en general, quienes lloraron mi muerte hace más de un año. Sin embargo, fingir mi muerte fue necesario para salvar mi vida y para desenmascarar a una organización que ha estado realizando un severo daño masivo a todo el mundo y quiénes han orquestado terribles actos en contra de la población civil, aprovechando el caos y la inestabilidad del mundo producto de las guerras en las que aún permanecemos inmersos. Pensamos que con el fin de la Segunda Guerra Mundial, HYDRA había desaparecido, pero no fue así, HYDRA sigue aquí, entre nosotros, haciendo daño, generando caos y causando destrucción. Tenemos pruebas de su accionar delictivo y la mayor prueba de ello, soy yo, que después de sufrir un terrible atentado orquestado por ellos, me encuentro hoy aquí, vivo y ante ustedes, para decirles que no hay que bajar la guardia, que la guerra aún no ha terminado, pero que mi compromiso de luchar por mantenerlos a salvo sigue siendo tan firme y serio como lo fue desde el primer día—

Steven G. Rogers, Capitán América
Discurso informativo sobre la seguridad global y sobre las causas de su misteriosa muerte y resurrección.
Capitolio Nacional, 9 de octubre de 1987

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—¿Ahora cree en nuestra versión, Señor?— preguntó el líder del escuadrón, que había permanecido en la oficina, mirando la rueda de prensa que se estaba emitiendo en directo desde el Capitolio Nacional, en el que se informaba a la población civil de que Steven Rogers estaba vivo, además de responsabilizarse públicamente a HYDRA como el responsable si algo llegaba a sucederle al Matrimonio Stark, a Steven Rogers o a Margareth Cárter, lo que los ponía en el ojo público no solo de Estados Unidos, sino de todas las naciones aliadas.

—Si, ahora les creo. Tenían razón en lo que me estaban informando y su información era precisa y correcta. Pero muchas veces, saber mucho de algo, es causal de muerte— advirtió el hombre con un tono tranquilo y perverso, antes de desenfundar un arma y asesinar a todos los hombres en la habitación sin ninguna vacilación.

El hombre guardo el arma en el primer cajón de su escritorio y lo cerró con fuerza, suspirando. Maldito Capitán América, malditos Stark, maldito SHIELD, maldita Margareth Cárter.

Habían permanecido a la sombra del mundo por años, continuando con su actuar criminal sin ser detectados, para que estos imbéciles los pusieran en evidencia. Pero eso no se quedaría así, todos ellos lo iban a pagar con sangre y también, obtendrían la fórmula del suero a como diera lugar. Tendrían su anhelado ejército de súpersoldados y lograrían dominar al mundo.

Con eso en mente, tomó el intercomunicador de su escritorio y presionó un número de marcación rápida, llevándose el teléfono al oído y esperando pacientemente, hasta que la persona del otro lado contesto.

—¿Qué desea, señor?— preguntó dócilmente la persona al otro lado de la llamada.

—Quiero a los Stark muertos, pero no asesinen a Howard Stark hasta que no hayan obtenido el prototipo S y las investigaciones que tenga de él— respondió el hombre sin vacilación, mientras tomaba un vaso de whisky que tenía en la mesa.

—¿A todos incluyendo al mocoso?— preguntó el hombre del otro lado de la línea.

—ese mocoso no es relevante. Es una escoria comparado con su padre. El mocoso no me interesa en lo absoluto. Es más, me conviene tenerlo vivo, tengo planes para él en el futuro. Pero quiero muertos a Howard Stark y a María Stark por el momento, también necesito que investigues y vigiles a Cárter, y, necesito que varios de nuestros hombres se infliltren en SHIELD y consigan información sobre Rogers para mí. También necesito que envíes al departamento de limpieza a mi oficina, mi pistola se disparó y lleno el piso de escoria— pidió en un tono cruel y cínico, mientras observaba las fotografías que tenía en el escritorio.

—Entendido, señor. Inmediatamente empezamos con eso— respondió el hombre a la orden de su superior.

—Quiero que esto se realize con la mayor discreción posible y sin errores. Ahora estamos en el ojos público, no podemos fallar— respondió con severidad, finalizando la llama y suspirando.

Los juegos habían acabado, hora de pasar a la acción y de demostrarles a todos que no estaban jugando con sus amenazas.

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Información que cura

—Corto, pero sustancioso

—Aquí nos ponemos desde la postura de HYDRA y pues, aquí comienza oficialmente un nuevo arco en la historia

—Se vienen cositas

—Espacio para dudas AQUÍ

—Olvide ponerlo, pero esta es la primer vez que se responsabiliza públicamente a HYDRA de los eventos que han estado ocurriendo alrededor del mundo. Antes, solo SHIELD tenía esa información