El Alfa Perfecto Para Mi

Culpa a cuestas

A partir de la carta que Steve encontró en su habitación, las cosas entre ellos cambiaron por completo y su, ya de por si, frágil relación termino de fracturarse.

Steve se había sumido en una profunda depresión que no parecía tener fin. Hablaba poco, no sonreía, se la pasaba metido en su habitación la mayor parte del tiempo que permanecía en la casa, y eso, cuando estaba en la casa, porque había adquirido el malsano habito de quedarse en la oficina, trabajando sin descanso y sin ningún poder humano que lo obligara a cambiar este comportamiento. Ni siquiera Peggy había podido hacerlo desistir de su peligroso habito, así que lo que quedo fue cuidarlo en la medida de las posibilidades, esto, porque Steve no quería ayuda, ni se quería ayudar a sí mismo.

La situación empeoró cuando empezó a realizar misiones. Sin el descanso adecuado y sobrecargando su cuerpo con trabajo, llegó el día en el que, ni con la ayuda del suero, su cuerpo resistió más esta exposición extrema y cayó casi en coma por el agotamiento, lo que lo tuvo fuera del trabajo por un par de meses, aun en contra de su voluntad.

Howard había aprovechado este tiempo de inactividad para seguir tomando muestras para trabajar en los supresores de Steve y en la replicación del suero, pero también para estudiar como se había modificado el comportamiento de su cuerpo en el último tiempo y en encontrar las causas por las que no se presentaba su celo. Puesto que, habían pasado varios meses y no habían indicios de este.

Cuando lo comento con el rubio, a ese no pareció interesarle en lo absoluto, como todo ultimamente, pero a él le generaba preocupación, sobre todo  porque había visto de primera mano lo que pasaba cuando este se retrasaba mucho tiempo. Una parte de sí creyó que esto se debía a la relación de Steve con Tony, pero no quería pensar en esta posibilidad, porque le traía gran dolor y culpa.

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Las cosas entre Steve y Tony estaban sumamente mal, si había algo para mencionar.

No se hablaban, esto por decisión expresa del menor. La única manera que tenían de saber el uno del otro era a través de Maria, quien era la mediadora entre los dos y en ocasiones enviaba uno que otro mensaje de manera textual. En un intento por salir de la depresión y de enmendar las cosas con el menor, Steve había llamado con la esperanza de poder hablar con él, pero fue rechazado por un chico que al parecer era el compañero de habitación de Tony. Después recibiría una razón de Tony en voz de Maria, en la que el menor le decía que por favor no llamara nuevamente porque no iba a contestar, aunque él sabia que Maria estaba suavizando las cosas. Aquel mensaje rompió su corazón en pedazos y lo condujo a un comportamiento autodestructivo que mantuvo en tensión la casa por varios meses.

Tony se mantuvo fiel a su palabra y mantuvo su comunicación al mínimo, no vino en ningún momento a la casa, ni siquiera cuando Steve cayó enfermo, y no volvió a hablarle nunca sobre sus sentimientos. Y, de esa misma manera, impidió a Steve siquiera acercarse a él. No pudo estar con él menor el día de su cumpleaños, ni el día del suyo propio y ni siquiera cuando este culminó sus estudios de pregrado. Tampoco en las otras fechas especiales y ni siquiera en la navidad y el año nuevo.

Y para poner la cereza en el pastel, poco después de que Tony empezara a cursar su primera especialización, poco a poco empezó a formarse una pila de reportes de Tony en el correo. Empezó con Tony destruyendo una sala, pasando por Tony siendo atrapado teniendo comportamientos inapropiados con una compañera en una de las aulas de estudio, hasta Tony siendo atrapado en fiestas con alcohol, drogas y cada cosa que pudiese imaginarse.

Esto lo único que causo fue que la depresión que cargaba Steve consigo se agudizará más y más, y ahora sumada a esta estaba el sentimiento de la culpa y el dolor que se veía en su rostro cada vez que tomaba los correos enviados de la Universidad de Tony y leía su contenido, así como cada vez que leía la sección rosa del periódico y encontraba un nuevo escándalo protagonizado por el genio de los Stark.