El Alfa Perfecto Para Mi

Medio Enlace

Steve se despertó a la mañana siguiente, con el sonido de unos suaves golpes en su puerta.

-adelante- respondió somnoliento, mientras se sentaba y eliminaba los rastros de sueño de su cuerpo.

-buenos días, Steve- saludo Howard vacilante, entrando con un pote de crema en sus manos. -aqui estoy con lo que te prometí- respondió ante la confusión del rubio, acercándose a su lado y abriendo el pote, antes de poner una poco en sus dedos y luego ponerlo en la mesa.

-buenos días, Howard- saludo el rubio, tragando grueso ante lo inminente y ladeando su cabeza para permitirle el acceso al mayor. -gracias- agradeció, mientras el contrario ponía una ligera capa de crema y soportaba la picadura y el dolor que venía con ella, así como las ganas de alejarse e impedir que le quitarán su enlace -¿Tony?- gruñó con esfuerzo ante el dolor, desesperado por saber del menor y sintiendo el dolor y la inquietud de su Omega.

-María está con él, le pedí que se quedará cuidandolo porque esto va a ser muy doloroso tanto para ti como para él- explicó con calma, sabiendo que el rubio merecía saber la verdad y que no valía la pena mentirle. -yo me deje llevar por mi molestia y olvide por completo los efectos adversos que esto tiene cuando lo propuse. El error es mío por tratar de solucionar esto sin pensar en las consecuencias ¿Todavía estás seguro que quieres romperlo?- preguntó con nerviosismo.

-¡dejalo así, entonces!- respondió con esfuerzo, apartándose de su toque y mirándolo con seriedad y determinación -dejalo así o busquemos la forma de debilitarlo. No quiero que Tony sienta más dolor. No quiero que él tenga que pasar por esto. Apenas es un niño- murmuró el rubio, sintiendo como lágrimas empezaban a deslizarse de su rostro ante el dolor, mientras su Omega de movía en su interior, luchando por salir y evitar que le quitarán el enlace con su alfa.

-¿Eres consciente de lo que me estás pidiendo, verdad?- preguntó con seriedad el castaño, sentándose en el borde de la cama y mirando fija y seriamente al rubio. -es posible, puedo hacer muy débil el vínculo de su lado, sin embargo, tú cómo omega, serás quien llevará la peor parte de eso, va a ser sumamente doloroso y seguirás atado a él, inclusive cuando él consiga a su Omega y se enlace con él, además de eso, tú vas a poder sentir todo lo que él siente, pero él no va a poder hacer lo mismo, y sobre todo, no podrás completar el enlace con Tony, ni podrás enlazarte con nadie por el resto de tu vida. ¿Estás dispuesto a soportar todo eso?- preguntó con seriedad, mirando a su amigo y tragando grueso. Era un beta, si, pero ya había visto los efectos de este tipo de ruptura de enlace y no eran agradables. Eran tan drásticas y severas, que los omegas que no lograban resistir la ruptura, terminaban muertos o suicidándose a los pocos meses.

-haz lo que sea necesario, si eso evita que Tony sufra. Yo sabría que estaría solo por el resto de mi vida, así que acepto mi destino- respondió con determinación, ocultando el dolor que le causaba el saber esto, tanto a él como a su Omega, a lo que el hombre vaciló, antes de asentir y dejar al rubio en su habitación, para dirigirse a la habitación del castaño, completamente afectado por la decisión que había tomado su amigo.

*****

-¡Howard! ¿¡Que está pasando!?- preguntó la mujer asustada, sin apartarse del lado de su hijo, que se encontraba inconsciente.

-estaba tratando de romper el vínculo, sin embargo, Steve decidió que lo debilitará desde el lado de Tony, para evitar causarle dolor- explicó con un nudo en la garganta, para después suspirar -yo... No puedo. He visto a Steve atravesar por cada uno de sus celos y he visto cuando sufre. El dolor que puede sentir con esta ruptura es indescriptible, nada que haya experimentado alguna vez y tendrá que vivir con él por el resto de su vida, si logra resistirlo. Además, de que perderá por completo la oportunidad de vincularse con Tony, o con cualquier otro alfa. También tengo miedo de lo que pueda pasar con Tony. Es muy joven y no creo que este preparado para esto, además que Steve es su vínculo más fuerte, a nivel emocional... y no se como lo vaya a afectar todo esto. No puedo hacerles este daño y no puedo verlos sufrir- murmuró el castaño, llevándose las manos al rostro para ocultar su frustración y dolor.