Al llegar al lugar y contemplar la imagen tan macabra que encontró tan pronto estuvo frente a su vehículo, las fuerzas abandonaron a Howard y se dejó caer de rodillas, mientras un grito desgarrador salía de su garganta y las lágrimas caían sin parar de su rostro.
Allí, con varios impactos de bala en su pecho y sin vida, se encontraba a quien consideraba como algo más que mejor amigo, su fiel compañero a lo largo de todos estos años, su confidente y quien, junto a Anna, María, Tony y Steve, se había convertido en parte de su pequeña familia.
Incrédulo, se arrastró cómo pudo hasta el vehículo del lado del conductor y, con sus manos temblorosas, abrió la puerta y saco el cuerpo de Jarvis, aferrándose a él y pidiéndole perdón entre murmullos.
Jarvis no tenía ninguna razón para estar allí, él se había quedado en casa con Anna a pesar de sus deseos de seguir a Howard y Steve. Howard le había insistido mucho en que se quedará y no saliera de casa bajo ningún concepto. No entendía porque su amigo no había hecho caso de su pedido y había salido de casa.
Se encontraba aferrado a su cuerpo y tan inmerso en sus pensamientos, que no noto a Steve y Peggy que habían llegado a su lado y que lloraban con el la pérdida de un ser humano tan valioso como Jarvis a manos de esos malditos canallas.
*****
-¿Por qué? Él tenía que estar en casa, no aquí- murmuró Howard con la voz quebrada y con un tono herido, mientras se encontraba en la morgue con Steve, María y Anna.
-Recibimos una llamada de SHIELD cuando estábamos en casa, era un aviso de un atentado en la rueda de prensa. Edwin trató de comunicarse con ustedes pero nunca pudimos lograrlo, la llamada no entraba y la línea parecía estar desconectada. Tratamos por un largo tiempo, hasta que él resolvió que tenía que ir. Trate de advertirle sobre lo que podía pasar y de pedirle que no lo hiciera, pero el es un poco como tú, Howard, no escucha razones. Se despidió de mí y me dijo que lo intentaría costará lo que costará... El costo fue muy alto, Howard... Lo perdimos- respondió la mujer con la voz rota y cargada de dolor y tristeza.
-¡Esos malditos bastardos! ¡Pero juro que me la van a pagar! ¡Pueden meterse conmigo, pero no con mi familia!- exclamó lleno de furia, odio, rabia e irá, golpeando la superficie más cercana y pateando una silla, en un intento por descargar su molestia.
Un fuerte olor a angustia empezó a sentirse desde el pasillo y un par de gruesas lágrimas se escaparon de los ojos de Steve al reconocerlo, mientras su Omega empezaba a arañar en lo profundo de su corazón, con el anhelo de salir a la luz y consolar a su angustiado alfa, quien clamaba en su olor por encontrar consuelo y se sentía desorientado, Steve podía sentirlo.
Tony llegó a la sala, mirando a todos con grandes ojos angustiados y desorientados y Steve, incapaz de soportarlo, se acercó a él y lo envolvió en sus brazos, tratando de brindarle consuelo.
-¿Que pasa, Steve? ¿Por qué me pidieron que viniera aquí?- preguntó Tony con un tono cargado de confusión y preocupación, mientras ponía sus manos sobre los hombros de Steve, y miraba a todos lados tratando de encontrar una señal de porque le habían pedido ir a ese lugar.
-Tony, lo perdimos. Yo...- empezó Steve lleno de dolor y angustia, antes de que el nudo en su garganta le impidiera continuar y tuvo que detenerse y tragar, tratando de encontrar su voz nuevamente y de imponer un dominio sobre sus emociones para poder decirle la verdad a Tony. -Tony, mirame por favor... Nosotros lo perdimos, Tony, él ya no está con nosotros- explicó Steve con la voz quebrada y las lágrimas bajando a raudales de sus ojos, mientras miraba a Tony que lo miraba angustiado, preocupado, confundido y con lágrimas no derramadas en sus ojos, sin entender lo que le decía Steve.
-No estoy entendiendo nada, Steve. ¿A quien perdimos?- preguntó Tony con la voz siendo un poco más allá de un susurro, mientras sus manos temblorosas alcanzaban el rostro lleno de lágrimas de Steve y trataban de secarlas y detener su curso.
-Tony, Jarvis... Jarvis está muerto- informó Peggy, notando que Steve no podría darle la noticia, puesto que no se encontraba en condiciones para hacerlo.
-Tienes que estar mintiendo, tía Peggy. Hablé con él en la mañana, y él estaba bien, desayuné con él y él me prometió que estaría en primera fila el día de mi graduación. Él no puede estar muerto, él estaba vivo cuando me fui, él me abrazó y me deseo suerte antes de irme de la casa y llamo un par de horas después para preguntar si había llegado a casa con bien. Estás mintiendo- respondió Tony con la voz ida, mientras miraba al vacío y el temblor en sus manos aumentaba severamente.
-Tony, es verdad, él está muerto. Lo siento mucho Tony- murmuró Steve, con la cruda honestidad presente en su tono mientras atraía a Tony en un fuerte abrazo, tratando de brindarle consuelo y de encontrar un poco de consuelo el mismo.
-Todos ustedes están mintiendo, Jarvis está vivo, él no puede estar muerto, yo lo vi en la mañana- murmuró Tony en el mismo tono ido y roto, mientras las lágrimas salían a raudales de sus ojos y el temblor en su cuerpo no cesaba.
-Todos quisiéramos que fuera una maldita mentira, pero es verdad, Anthony, él está muerto. Esos bastardos de HYDRA lo asesinaron- exclamó Howard entre lágrimas, incapaz de soportar y desapareciendo del lugar, siendo seguido por una desconsolada María.
Tony empezó a negar con la cabeza y a murmurar negativas, que cada vez aumentaban de tono, hasta que se rompió definitivamente, gritando desgarradoramente, llorando a lágrimas vivas y aferrándose a Steve como si la vida se le fuese en ello.
Jarvis no, no podían haberle arrebatado a Jarvis. Jarvis había prometido que estaría en primera fila el día de su graduación, había tomado el desayuno con él en la mañana, Jarvis lo cuidaba, lo escuchaba y lo alentaba; no, definitivamente no podían haberle quitado a su mejor amigo en el mundo.
Sin embargo, era verdad, Jarvis había muerto.
Tony lloró en los brazos de Steve por la pérdida del ser humano más increíble que este maldito mundo tuvo la oportunidad de tener, por la pérdida de una de las personas más importantes en su vida, que había estado a su lado tanto un como padre, así como un amigo, a parte importante de su familia.
-¿Por qué?- murmuró Tony con la voz rota y llena de dolor.
-por protegernos. Jarvis fue un hombre muy valiente- respondió Steve en un murmullo dolido. -Él iba a avisarnos del atentado y esos malditos lo mataron- agregó en el mismo tono, ocultando su rostro en el cuello de Tony, incapaz de dejar de llorar.
-¿Que atentado?- preguntó Tony con el mismo tono y sin entender lo que trataba de decirle Steve.
-El que sufrimos durante la rueda de prensa- murmuró Steve con odió, inhalando el aroma de Tony para intentar tranquilizarse un poco.
Tony se separó un poco de Steve, solo para notar que este tenia varias heridas en el rostro que estaban terminado de sanar, y Tony jamás había llegado a odiar algo tanto como odiaba a HYDRA en este momento.
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Información que cura
-No fue SHIELD quien llamó a Jarvis.
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El Alfa Perfecto Para Mi
FanfictionSteve Rogers, el Capitán América, en un Omega mejorado que no ha podido encontrar a su pareja ideal debido a las mejoras que le fueron realizadas a su cuerpo y a las consecuencias que trajo con ello. Cuando estrella la nave en el océano, está resign...