Daniela.
Estaba en una silla sentada a lado de la camilla de Poché. Llevaba inconsciente tres horas. El doctor explicó que era normal por la cantidad de wolframio que había en su sistema. Nadie puede explicarse cómo fue posible que ocurriera esto, no hubo ningún intruso y nadie más que gente conocida había ingresado a la casa.
Los primeros sospechosos fueros mis amigos, mi hermana y yo, pero se comprobó que ninguno de nosotros lo hizo. Durante estas tres horas la seguridad en la manada aumentó y se está revisando casa por casa en caso de que hubiese un traidor.
Sentí un débil apretón en mi mano, alcé mi vista y vi a Poché despierta, rápidamente me levanté de la silla y me acerqué a darle un beso lento y tranquilo. Justo en el momento en el que me separé de ella entró el doctor.
-Veo qué has despertado, ¿Cómo te sientes?
Me hice a un lado para que el doctor pudiera revisarla. Al menos no era el otro doctor odioso y él si me permitía estar cerca de ella.
-Algo cansada y débil- respondió ella.
-En un par de horas más estarás bien pero debes dormir para que tu cuerpo se recupere más rápido.
-No se preocupe, yo haré que descansé- el doctor asintió con un sonrisa.
-Muy bien, eso es todo, más tarde vendré a verte para darte de alta, por favor, no te escapes esta vez- dicho eso se retiró.
-¿Sabes lo que pasó? Sólo recuerdo que me sentía mal y papá y Mía estaban igual o peor que yo.
-Les dieron wolframio, aun no descubren quien les dio. Se piensa que es miembro de la manada ya que no se vio a ningún intruso o algo fuera de lo normal. La seguridad aumentó y se está revisando casa por casa para saber quién es el culpable- respondí
-Sospechan de ustedes- afirmó con molestia.
-Si, lo hacen. Fuimos los primeros en ser registrados y se confirmó que no fue ninguno de nosotros
Tensó su mandíbula y sus ojos comenzaron a cambiar de color rápidamente. Repartí besos por todo su rostro hasta que la escuché reír.
-Lamento todo eso- se disculpó ya estando calmada.
-Tranquila, todo está bien- le sonreí- trata de dormir un poco, estaré aquí cuando despiertes- acaricié su mejilla con mi pulgar.
-Pero acuéstate conmigo- hizo un puchero.
Solté una risita y asentí. Se movió un poco para darme un espacio y acostarme a su lado, cuando lo hice se acurrucó en mi y me abrazó por la cintura con su cabeza sobre mi pecho, la abracé por los hombros y la pegué un poco más a mí.
-Y pensar que hace un par de horas me querías arrancar la cabeza junto a tu papá- me molestó.
-Oh, idiota, cállate y duérmete- se rió.
Me dio un beso en el cuello, me abrazó un poco más fuerte y luego cerró los ojos. No pasó mucho tiempo para que su respiración se volviera más tranquila y su cuerpo se relajara.Comencé a acariciar su cabello con delicadeza mientras la observaba dormir.
En varias ocasiones que se quedó en mi casa o yo en la suya a dormir, la observaba, cada detalle de su rostro, el compás de su respiración, los pequeños gestos que a veces hace al dormir. Esas noches eran las únicas oportunidades que tenía para poder admirarla sin que ella lo notara, sin que pudiera darse cuenta de la mirada que ahora ya no quiero ocultar.
Ella es mi alma gemela, el amor de mi vida y aunque sea humana, puedo sentirlo. En cada latido, en cada suspiro, en cada poro de mi ser, en cada sueño, lo siento. Todo se siente bien y correcto a su lado.

ESTÁS LEYENDO
Mi Guardián
Fiksi PenggemarUna guerra (Luz contra obscuridad) Una venganza (por muerte de un ser amado) Una salvación (Una chica) Un amor Y un solo destino (La muerte)