Me estaba tomando una ducha en la bañera de mi habitación, las burbujas rodeaban mi cuerpo mientras yo me sumergía en el agua para relajarme y limpiar toda la suciedad en mí.
Me puse a observar las burbujas que flotaban y explotaban en el aire con cierta nostalgia. Mi cuerpo estaba muy adolorido y mi único método de relajamiento fue entrar a este jacuzzi.
Me quedé mirando la ventana que había junto a mi bañera, la cual estaba cubierta por una persiana.
En ese instante una idea llegó a mi mente.
Salí de la bañera y me enrolle una toalla al cuerpo mirando por la persiana lo que había del otro lado de la ventana, ésta daba justamente en dirección al bosque y ahí había un pequeño sendero libre de árboles. ¿Cómo no me había dado cuenta de esto antes?
Pero había un problema, el sendero estaba siendo resguardado por más de diez hombres enmascarados armados. Uno de ellos al ver que una ardilla intentaba pasar por el caminito, le disparó en la cabeza asesinando a la pobre criatura.
Escorias.
Debía encontrar una manera de escapar por ese camino sin que los enmascarados ni los miembros del circo lo noten. Debo ponerme a trazar un plan de escape y descubrir una buena manera de ir por ese sendero en donde todos estén distraídos. Para tener tantos hombres cuidando una sola zona, debe tratarse de algo muy importante.
Salí del baño un poco más animada y ya cambiada, y al pasar la puerta esquivó una bala de parte de Annie la cual impacta contra el espejo, supongo que ya me estoy acostumbrando a sus disparos repentinos, además de que ella jamás hace que la bala nos toque, logra apuntar con tanta firmeza en un punto en específico que aunque la bala te pase por un lado, ésta no te va a lastimar.
Ella es una gran tiradora y se destaca en el cálculo espacial y, como tal, lo tiene igual en el tiro de larga distancia.
Me acerqué a mi cama y observé con anhelo el exterior desde la ventana de nuestra habitación.
Si intentaba escapar necesitaría herramientas para poder salir por la ventana, era más o menos una altura de cinco metros de aquí al suelo.
—Mañana habrá otra recolecta—avisa Annie y sonrío para mis adentros.
Bingo.
Si íbamos al pueblo tendría más oportunidad de conseguir mis herramientas.
—¿Ah sí?—le reste importancia para fingir.
—Sí—se levantó de su cama dejando su arma en un cajón—ahora debo ir a la sala de conferencias, Morgan nos solicitó a todos porque al parecer alguien rompió las reglas del circo—dijo con cansancio yéndose con los pies arrastrados hasta la salida.
¿Alguien rompió las reglas del circo? ¿Será que hablarán sobre lo de Katie?
Como dicen, la curiosidad mató al gato, y yo soy uno con muchas dudas.
Salí de mi habitación en puntillas y corrí por el pasillo buscando a Annie para perseguirla. Logré captar la sombra de la peli negra en el suelo a unos metros de distancia y crucé en una esquina al oír las voces de todos los del circo encerrándose detrás de una puerta.
Con mis dotes de la pantera rosa, me acerqué sigilosamente hacia la sala y me propuse en escuchar de lo que hablaban.
—Pero tú me dijiste que podía hacer lo que quiera con ella—oí la voz de Katie hablando en tono bajo.
—¡Pero no te di permiso para que dejaras que la violaran!—espetó Morgan dándole un manotazo a la mesa, provocando así, que de un respingo.
¿A caso hablaban de mí?
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The Circus of the Forest [Bilogía Circus #1]
Misterio / SuspensoAnastasia O'Day, una chica de 23 años que vuelve de sus vacaciones en Estrasburgo en automóvil, de nuevo a su ciudad natal, París. Cuando viaja por la carretera de Francia, un neumático se desinfla dejándola varada en la nada, sin señal telefónica...