Los días han estado pasando con rapidez y ya mañana sería el día del evento Élite.
Todos estos días he estado practicando durante las noches de insomnio, pues con Jakob me he reunido varias veces en el bosque para hablar acerca del plan y como lo llevaríamos a cabo. Morgan me iba a odiar por hacer esto, pero prefiero que me odie antes de que sufra como esclavo.
No quiero que él tenga que pasar por lo mismo que pasó de niño y sé que él teme volver a caer en eso otra vez. Y por ello debía sacrificar nuestro amor, por su bien, aunque nos rompa a ambos por dentro.
Todo se encontraba preparado, tanto en el circo como en el plan de Jakob, ya sabía lo que haría, pero aún así el dolor de mi interior era inevitable.
No será fácil de olvidar, de eso estoy más que segura.
No lograría olvidar la sonrisa coqueta que se dibuja a menudo en sus labios con cada beso, con cada suspiro, con cada mirada. Esas tardes en las que discutíamos por odiarnos y terminábamos besándonos como animales salvajes, llenan de brillo mis pupilas. Pero ahora entre las constelaciones se empieza a perder todo aquello que tanto nos costó construir con el amor y los sueños.
Y por culpa de terceros, los eslabones se están comenzando a perder de forma lenta y torturante. Ya se está desatando el verdadero dolor.
En ocasiones el amor nos pone las pruebas más difíciles, para demostrar que nuestros sentimientos son verdaderos. Y a veces eso implica que tenemos que salir un poco lastimados. A veces significa que tenemos que dejar ir a la persona que más amamos, para que ella misma pueda ser feliz.
No importa como me sienta. Yo voy a estar bien, pero él tienes que seguir adelante. No quiero que detenga su vida por mí.
Siento como si un puñal me atravesara el corazón y alzo la cara con los ojos llorosos para ver a Jakob.
—¿Él va a estar bien?—murmure conteniendo un jadeo.
—No permitiré que nada le pase, a fin de cuentas sigue siendo mi hijo—afirma y me abrazo a mi misma succionando mi labio inferior.
—Él me odiara—dije en medio de otra crisis de llanto.
—Pero a ti te interesa su bienestar ¿No? A fin de cuentas no volverán a verse, pues él se convertirá en el futuro dueño de todos estos circos y lo más probable es que deje Francia—argumenta y mis ojos se hinchan cada vez más.
—Esto es muy difícil, lo amo demasiado—negué dolida.
—Y por eso es que harás esto, por él, para que triunfe en la vida, y la única forma de hacerlo es con que te vayas—me toca el hombro y suelto un suspiro entrecortado.
Solloce pasándome las manos por los pómulos y respiré profundamente para calmarme.
—Regresa a tu habitación, deberías aprovechar ya tu última noche con Morgan—sugiere y al escuchar la palabra última, mi estómago se revuelve.
—Hasta mañana—me despido con dolencia para ir con Morgan.
Me detengo frente a la puerta y exhalo con nostalgia preparada para pasar la noche por última vez con el hombre que en verdad amo.
Entro a la habitación y Morgan se encontraba en su cama sin camisa, leyendo unos papeles. Al verme llegar los suelta dejándolos sobre la mesa y me abre sus brazos para que me acurruque en ellos.
Me acuesto a su lado y apoyo mi cabeza en su firme pecho mientras acaricio la parte de su clavícula.
—Has estado un poco extraña estos días—comenta tan repentinamente que no lo pensé en el momento de tensarme junto a su cuerpo—¿pasa algo?—pregunta y me tengo que morder la lengua para no hablar más de la cuenta.
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The Circus of the Forest [Bilogía Circus #1]
Misterio / SuspensoAnastasia O'Day, una chica de 23 años que vuelve de sus vacaciones en Estrasburgo en automóvil, de nuevo a su ciudad natal, París. Cuando viaja por la carretera de Francia, un neumático se desinfla dejándola varada en la nada, sin señal telefónica...