4

116 13 0
                                    

Los días pasaron, casi no le dirigía la palabra a mi madre. El sábado fue mi cumpleaños, ese día, lloré más, más de lo normal, no salí de mi habitación en todo el día.

El lunes llegó y de nuevo Lena me interceptó cuando salía de EVP.

-Yulia.- intenté irme, pero no me dejó.- espera.- me cogió nuevamente del brazo.- desde el jueves que no me hablas, por favor deja de evitarme.
-Lena, ¿no te das cuenta que no te puedo ni mirar a los ojos?
-Sí, ya te lo dije, no te miro y me miras tú, ¿sí?- intenté mirarla.- ¿vamos juntas abajo? ¿a la sala de estudio?
-No.
-¿no?- dijo con tristeza.
-Tengo que ir al médico.
-Ah...

La miré y me fui, ese día estuve todo el rato en la luna, al mediodía no comí nada, ya parecía una costumbre no comer, y en las noches llorar en vez de dormir, ¿qué me estaba pasando? ¿por qué? ¿por qué tenía que ser homosexual? ¿por qué no otra cosa? ¿por qué no drogadicta? Mis padres me aceptarían más. Mi madre no me habla, cada vez que la miro me mira mal, con odio. Odio mi vida, odio ser homosexual, ¿por qué tengo que serlo?

Al día siguiente, era martes y fui con la enfermera.
-¿qué? ¿no te acepta? Eso es...
-Cierto.
-Mira, te voy a dar una cita con un psicólogo, ¿sí? Irás mañana a la 1.
-Tengo clases...
-Ya lo sé, él te dará una nota.
Salí y me dirigí a EVP, ese día fue igual, ¿qué? ¿iba a estar así toda mi vida? ¿no comer, no dormir, no hablar con nadie? Mina intentaba animarme, Lena también, pero no podían hacer nada, seguía siendo homosexual.

Esa noche estaba harta, harta de todo, ¡estaba harta de la m*erda de vida que tenía! Que mis padres no me aceptaran, que no comiese, ¡no durmiese! Maldi** sea...
Al día siguiente llegué a mi limite, cogí un cuchillo de mi casa y me dirigí al instituto. Al llegar Lena me vio y fue detrás de mí.

-Yulia, ¡un momento! ¡Quiero hablar contigo!!
-¡¡Déjame!!!
Llegué a mi aula, estaba Lisa, saqué el cuchillo, no sé por qué lo hice, no sé que me pasó, estaba al lado de la ventana, Lisa y Lena estaban delante de mí, mis compañeros estaban amontonados fuera de clase...
-Yul, por favor, no lo hagas, no lo hagas.- dijo Lena intentando acercarse a mí.- Yul, a mí no me importa, no lo hagas, por favor...
Avancé un pasó, ella retrocedió uno, tenía el cuchillo en la mano derecha, cogí una silla con la mano izquierda.
-Yulia, por favor, no...
-Sí, Yulia, no lo hagas, haznos caso a Lena y a mí, esto no es una solución.
-Ustedes qué saben, ¡¡qué saben!!!
-Yulia, cualquier cosa me tienes a mí, no lo hagas, por favor.- Lena se acercaba a mí, sostuve más fuerte el cuchillo.- suelta el cuchillo, por favor
-No... Lena, tú no lo entiendes, ¡¡no sabes lo que siento!!
-No, no sé lo que sientes, pero te entiendo, suelta el cuchillo.- dijo tiernamente.- por favor, te lo suplico... Yulia- esa mirada...
Dejé caer el cuchillo y empecé a llorar, un profesor entró en la aula y me llevó al despacho de la directora.
Allí estaba mi tutora hablando con la directora, la directora se fue dándome una sonrisa de que todo estaba bien y me senté delante de la profesora Shaparovna.
-Yulia, ¿por qué has hecho esto?- no dije nada, seguía llorando.- Yulia...
-Yo...
-Cálmate primero...
Al cabo de 15 minutos logré calmarme, ella me preguntó si quería mojarme la cara, asentí y fuimos al baño, luego volvimos al despacho, ella me dijo que llamaría a mis padres, no dije nada, sabía que ellos igualmente se enterarían, pero dije que quería hablar con Mina.
Al cabo de 5 minutos Mina entraba en el despacho y María se fue.
-¡¡Yulia!! ¡¡No me puedo creer lo que has hecho!! Es que... ¡¿Por qué?!- dijo alterada, me miró, se calmó y se sentó en la silla que estaba a mi lado.
-Dime, ¿por qué?
-No lo sé...
-¡¡Cómo que no lo sabes!!
-Lo siento...
-Es que no sabes cómo me sentí, ¡¡estaba entrando en la clase de inglés cuando Elisa vino y gritó que tenías un cuchillo e intentabas suicidarte!!
-Yo...
-Entiendo que estés mal, pero no es la solución, ¿entiendes?
-¿Puedes llamar a Lena? La necesito, por favor...
-Claro.
Mina se fue a buscar a Lena, en pocos minutos ella ya estaba en la puerta del despacho.
-Yulia...- dijo mirándome.

Love of LesbianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora