Love of Lesbian

7

Mi madre últimamente se comporta igual que antes, ya no me mira mal, pero sé que sigue sin aceptarme.
Acabo de venir del viaje que hicimos a St Petersburgo, nos quedamos ahí 3 días y 2 noches. Recuerdo la conversación que tuve una noche con Anya y Lena...

Era una noche que estaba mal y entré en unos baños, Anya y Lena entraron detrás de mí.
-Yulia- dijo Anya- todas las historias tienen un final feliz.
-¿y quién dijo que esto es una historia?- dije mirándola fijamente- y si es una historia, es una diferente.- me miré al espejo y puse mis manos sobre el mármol.
-Sólo tienes que ver el lado positivo.
-Sí, Lena- la miré a través del cristal- ¡¿qué positivo hay en esto?!- golpeé el mármol...

En todo el viaje no pude dejar de mirarla, mi cuerpo actúa solo, mis ojos se dirigen a ella en contra de mi voluntad.
Sonreí, recuerdo cuando jugamos a básquet.

Me dijeron que era la defensa de Lena, ganaron ellos, ¿por qué? Porque no toqué a Lena, me mantenía a unos centímetros de ella, no quería que pensase que me aprovechaba de que estuviésemos jugando para tocarla.
Suspiré, el día de la fiesta estaba hermosa.

-¿En serio eres Les?- dijo Nadya cuando salíamos del instituto, ya no me quedaba a comer, no podía, estaba Lena...
-Sí.
-Y te gusta Lena.
-Ajá.
-No te creo.
Me reí, la cogí del brazo y volvimos al edificio, le dije que si no me creía que se lo preguntase personalmente a Lena, llegamos hasta donde estaba ella, la chica de mis sueños.
-Lena-
-¿Sí?- dijo girándose, al verme sonrió- ¿qué pasa?
-Es ella quien tiene que hablar- dije al ver que me miraba.
-Lena, ¿es verdad que a Yulia le gustas?-
Lena se puso más roja que su cabello, y eso que es pelirroja, wow, que hermosa se veía sonrojada, qué ganas de tocar aquella piel tal roja.
-Eh, sí- su respuesta me sacó de mis pensamientos Lenistas, hasta cuando estoy con ella pienso en ella.
Miré a Nadya, tenía la boca abierta.
-Vamos- dije yéndome.
Nos fuimos del edificio de nuevo, no dijimos nada durante todo el camino, sólo nos despedimos cuando tuvimos que irnos a nuestras respectivas casas. Comía en casa de mis tíos, ya que la mía estaba lejos, suspiré, todo porque Lena se quedaba al comedor.
Por la tarde tocaba matemáticas, odio las matemáticas, soy una negada, bueno, a lo que iba, me dirigí donde estaba Lena, quería oír su voz y tenía la excusa perfecta.
-Lena-
-Yulia- dijo sonriendo, dios, qué bien suena mi nombre cuando sale de sus labios.
-Siento mucho lo de antes, no quise incomodarte.
-No pasa nada.

Ella sonrió, la profesora entró a clase, odio la profesora, odio las mates, ¡¡¡aahh!!! Odio lo que hay relacionado en esa p*** asignatura, la profesora dijo que si nos costaba entender nos sentáramos al lado de alguien que no le costase, Lena, a Lena no se le dificultaba mates, no se le dificultaba nada, es muy lista, suspiré, es tan... ella... quería sentarme con ella, pero no pude. Sentarme a su lado una hora entera, sentir su cuerpo al lado del mío, su perfume, su mirada. Ella.
Mi*rda, de tanto pensar no me he enterado de la explicación de la profesora, soy tan tonta, soy una tonta, una tonta enamorada, una tonta enamorada de una nerd, volví a suspirar, somos tan diferentes. Me encanta, toda ella me encanta, sus defectos, que son pocos y sus virtudes, que son muchas.
Ese Jorge es tan idiota, ¿a qué viene esto? Pues que le gusta Lena, lo odio, ¡¡lo odio!!
-Es tan idiota...
-¿decías algo Volkova?
-No, profe, nada.
Ahora por su culpa la profe me llama la atención, lo odio, soy tan celosa, y Lena ni me quiere.