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Jamás llegué a pensar que Lena me correspondería y menos que ella se hubiese enamorado antes de que me enamorase de ella, es en un palabra, Increíble.
-¿Y qué harás?- me preguntó Cleo.
-Pues, iré despacio, le pediré que sea mi novia.
-Uy sí, qué despacio vas.
-Cleo, la conozco desde hace 10 años. No pienso esperar más... ¿Qué tal con Naomi?
-No sé, dice que está confundida...
-Por Dios, han pasado 10 años, ¿aún está en la etapa de confundida?
-Déjala, la esperaré.
-Allá tú, bueno, voy a entrar, hasta luego.
Cleo y yo nos despedimos, cuando estábamos en tercero y cuarto nos distanciamos un poco por mi comportamiento, pero en primero y segundo de bachiller volvimos a establecer la misma relación que antes, lo mismo con Dorknov, revisé algunos pacientes, fui a una operación y me dirigí a la habitación de Lena.
-Hola, Lena.
-Yul.- dijo sonriendo.
-¿Qué tal? ¿Ya has comido?
-Bien, sí, ya he comido.
-¿Dolores?
-No.
-De acuerdo, a ver...- cogí su ficha médica.- vas mejorando considerablemente, Lena.- dije - según tu informe; comes bien, tomas las pastillas, duermes bien, estás tranquila.- sonreí.- cuando salgas de aquí, te invito a cenar.
-En mi trabajo como psicóloga, me dicen que es malo intentar seducir un paciente.- dijo sonriéndome.
Sonreí.- Qué mal, pero no sé si tengas pacientes pelirrojos...- me senté en la cama.- con ojos verde grisáceos...- le acaricié la mejilla.- con pecas...- me acerqué a ella.
-Doctora.
Me levanté de golpe.- ¿sí?
-Paciente en urgencias.- dijo antes de salir.
-¿No hay más doctores en este hospital o qué?- dijo molesta.
Me reí.- no te enojes pecosa, es malo para ti, luego vuelvo.
Salí de la habitación.
Un accidente de coche. La gente no debería distraerse al volante, tampoco estar ebrios o con falta de tiempo, porque si hay un accidente puede salir mucha gente herida,y hasta muerta.
Una de las del accidente estaba embarazada y perdió al bebé, se lo tomó muy mal y se puso nerviosa... ¿Lena también se pondría mal si pierde al bebé?
-Doctora, ¿se encuentra bien?
-Claro...
Me quedé mirando a la mujer que estaba embarazada, está llorando y su esposo creo la está reconfortando...
Me imaginé a mí, con Lena y un bebé...
Suspiré y me acerqué a ellos, les dije que sentía la perdida y les recomendé que la próxima vez tuvieran más cuidado al volante. El hombre y la mujer iban discutiendo, por eso chocaron contra una barra de protección.
Les hice un chequeo a ambos, tenían un par de fracturas en la cabeza y la mujer en las costillas, aparte de eso, nada más.
Fui a revisar a mis otros pacientes, Dorknov no era uno de ellos, a él lo envié a cuidados intensivos.
Al cabo de dos horas me dirigí a la habitación de Lena, entré sigilosamente, estaba comiendo.
-Buen provecho.- dije sonriendo.
-Yul.- dijo dejando los cubiertos y sonriéndome.- ¿ya has comido?
-No, he estado con unos pacientes después del accidente que hubo.
-¿Y por qué no has comido aún?
-Quería verte.- me senté en la cama.- ya iré a comer después de chequearte.
-¿Cuantas veces al día me vas a chequear?- dijo sonriendo.
-Pues no sé, siempre que vengo termino haciéndote un chequeo.
Revisé que todo estuviera correcto, me despedí y me fui a comer.
Cuando estaba por los pasillos del hospital, me encontré con una chica de unos 16 años sentada contra la pared abrazándose las piernas mientras lloraba, esa escena me recordó... a mí.

Era un día cualquiera, discutí con mis padres y me fui de casa para que no pasara nada más, mi padre me había dado una bofetada, yo le miré con odio y me fui...
¿Por qué discutimos? Mi padre estaba borracho y decía incoherencias, me preguntó que para cuándo el novio, yo no le dije nada, pero lo miré, el me miró y se rió de mí, "ah, es verdad, eres una sucia lesbiana" , lo miré con odio "a mí no me mires así." Dijo, y después me dio una bofetada, casi todos los hombres son iguales, a mi parecer no valen la pena, pero no tengo nada en contra de ellos.
Pensé en todo, mis padres homofobos, cuando mi padre me pegaba, la chica que me gustaba ni me hacía caso.
Pero eso era antes. Por eso me fui a vivir a un departamento a los 17...
Me acerqué a la chica.
-¿Estás bien?- dije agachándome.
-No...
-¿Qué te pasa?- ella levantó la vista.
-¿A ti qué te importa?- le sonreí, ella se extrañó.
-Quería ver si podría ayudarte en algo.
-No, nadie puede ayudarme...
-No estés tan segura.
-¿Puedes hacerme cambiar de preferencias sexuales?- preguntó molesta, le volví a sonreír.
-¿Para qué cambiar?- ella me miró extrañada.- si eres así, será por algo.
-Mis padres no me quieren, a mi padre le dio un infarto cuando le dije que era homosexual y es por eso que estamos en el hospital.
-Terminarán aceptándolo, y si no lo hacen, no les hagas caso, si eres homosexual no puedes hacer nada, ser homosexual no se elige.
-¿No eres homofoba?
-Claro, odio los homosexuales.- ella me miró muy molesta, le sonreí.- ¿sabes a quién más odio? A la chica que amo.- volví a sonreír.- es broma, no la odio.
-¿te gustan las chicas?
-Sí.- sonreí.- entra en la habitación de tu padre, no te derrumbes, sé fuerte, tú puedes.
Me fui a mi despacho y me puse la bata, una enfermera me pidió que fuese a la habitación 181.
Me dirigí a aquella habitación.
Al entrar, vi a un hombre de 40 años aproximadamente y una mujer a su lado, revisé al señor y al parecer estaba perfectamente, aquel infarto no era nada.
La puerta se abrió y dio paso a una chica castaña.
-¿Tú?- dijo al verme, era la chica de antes.
-Yulia Volkova.- dije sonriendo.- acabo de revisar a tu padre, está perfectamente.
Ella se acercó a sus padres, su madre la miró con odio, y su padre estaba dormido por el suero que le conectamos.
-¿qué haces aquí? Te dije que no quería volver a verte, ya no eres mi hija, mi hija no puede ser... Una... Una... Un demonio.
Ortodoxos, pensé.- señora Novikova, cálmese, podría correr la misma suerte que su esposo.
-Doctora, el otro día vi en el periódico que los Alemanes tenían una cura, una cura para lo que tiene mi hija.
-¿Qué tiene su hija?
-Homosexualidad.- intenté no reírme.
-Claro señora, leí el artículo.- la chica me miró, yo le sonreí.- a base de tratamientos psicológicos y días y días yendo a misa, claro señora. ¿Sabe? La homosexualidad es una enfermedad tan grave, que...
-Doc...
-Espera, no me interrumpas.- dije interrumpiendo a la chica.- señora, si usted cree que la homosexualidad es una enfermedad. Dígame, ¿usted puede llamar al trabajo y decir "Lo siento, hoy no puedo ir a trabajar, me he despertado homosexual."?- la chica se rió.- lo digo en serio, señora, ¿en qué siglo estamos?- dije frunciendo el ceño.- por favor ¿un demonio? ¿Dios ahora condenará a la gente por el simple hecho de amar? Si se condena por amar, ¿A dónde llegaremos? Hay gente que mata, que roba, que viola, eso es peor, ¿y sabe qué? Usted elige eso, pero ser homosexual no se elige, tengo que irme, tengo trabajo, piénselo señora, hasta luego.-
Salí de la habitación, já!, la señora esa se ha quedado sin palabras.

Love of LesbianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora