¡Ahh! ¡Qué cansancio! Por suerte llegué antes de la media noche. Aunque, conociéndolo, seguramente sigue despierto.
Bajo del carruaje con las maletas en frente de la casa de mi mejor amigo. Sonrío al ver la tenue luz saliendo por una de sus ventanas. Me mandó una carta de emergencia hace unos días para poder ayudarlo a cuidar a sus hijas, debido a que su esposa está de viaje.
Él es verdaderamente torpe cuando se trata de cuidar niños; sin embargo, a pesar de lo duro que es su trabajo, trata de ser un buen padre y estar el mayor tiempo posible en la casa. Bueno, creo que se ve bastante tierno cuando trata de ser un niño para jugar con ellas, pero no le sale.
Agradezco al cochero y entro al pequeño jardín delantero. Este está adornado con flores hermosas y de colores que reflejan la luz de la luna. No puedo evitar admirarlas por estar bien cuidadas. Ella hace un muy buen trabajo. Dejo mi equipaje en el suelo y toco la puerta.
Escucho unos gritos y ruidos extraños acercándose. Se abre la puerta y veo a Mael con la cara pintada de tinta y bolsas marcadas por debajo de sus ojos. Se veía muy descuidado con partes del cabello amarrado y su camisa desarreglada y pintada. Tenía a Aileen colgada en su espalda riéndose. Su cabello ondulado y castaño estaba mal peinado, con varios cabellos traviesos. La escena me causa una risa silenciosa, y Mael me mira con cara de pocos amigos gritando "ayuda".
—¿Qué haces ahí, pequeña? —pregunto colgando mi capa antes de acercarme a ellos. —No deberías estar en la espalda de tu papá, le vas a hacer daño.
Ella ríe inocentemente mientras alza sus brazos para que yo la cargue.
—¡Tío Damie! —exclama abrazándome. —Estaba adegando a papá pada el baile.
—Oh, ¿un baile? —finjo sorpresa siguiéndole el juego. —¿Puedo ir con ustedes?
—¡Sip! Puedes sed la pareja de Num Num. Papá va id conmigo —explica con una sonrisa.
¿Ah? ¿Por qué no menciona a su hermana? Miro a todos lados buscando a la otra pequeña idéntica a la que estaba en mis brazos. ¿Estará dormida?
—¿Y, dónde está Aiza? —pregunto a Aileen algo curioso. —¿Ella no va a ir al baile?
Niega con la cabeza.
—Aida se vue con mamá —menciona.
¿Qué? ¿Por qué las separaron? Miro extrañado a Mael por lo que reveló su hija. Él desvía la mirada por un momento y recoge mi equipaje. Le pido que me explique con la mirada y el asiente rendido. Volteo mi mirada hacia la niña y vamos a su cuarto de juegos sonde estaba todo hecho un desastre. Las muñecas esparcidas por el suelo, al igual que un poco de tinta y pinceles. Ains... Un día de estos, alguien se va a morir por torpe.
Se sentó conmigo en el suelo, un lugar libre de posibles muertes, y le arreglé su peinado para luego jugar un rato con ella acompañados de las muñecas que estaban a nuestro lado. Después de leerle un cuento, ella se queda dormida sobre mi pecho. Dejo el libro a un lado y la cargo para llevarla a su habitación, pero me encuentro con Mael, un poco más presentable, impidiéndome el paso. Iba a decir algo, pero hago una seña para que haga silencio mostrando a la pequeña durmiente. Asiente y me acompaña a la habitación de su hija. Acuesto y arropo a Aileen con ayuda de mi amigo. Él le da un beso de buenas noches y nos retiramos cerrando la puerta despacio.
—¿Qué es lo que está sucediendo? —pregunto en un susurro mientras nos dirigíamos al cuarto de juegos, aún desordenado.
—Te lo explicaré luego —resopla. —Todavía falta limpiar.
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Once in the Red Moon
FantasyEn la antigua ciudad de Elstow, Askar, un chico de mucho poder, siempre pensó que la vida era aburrida, llena de expectativas que le era imposible alcanzar. Y al no tener sueños, simplemente vivía bajo la sombra de su hermana. Nunca se le ocurrió qu...