Once in the Red Moon

EXTRA: Mi familia

Testamento

Nosotros, Kendra Guttman y Sean Meller, escribimos este testamento el día suriel 6 del mes baraph del año 933. Ambos estamos en camino a realizar una investigación dentro de la Cueva de Estrellas, perteneciente de las afueras de la Ciudad de Tiny, con el objetivo de encontrar una sustancia que potencie la debilidad del Elfo Oscuro que surgió dentro del Reino de Evrad, quién se rebeló y desea invadir nuestras hermosas tierras de Avaland.

Al ser un peligroso recorrido, enviamos este testamento para que se nos cumpla nuestros últimos deseos:

En primera instancia, deseamos que nuestra hija Alquimia Guttman pertenezca a la familia encabezada por Elian Leitch y la cuide como su propia hija.

Seguidamente, deseamos que todas nuestras pertenencias sean heredadas a nuestra hija Alquimia Guttman, al igual que a nuestros amigos cercanos Elian Leitch, Askar Kaeton, Edana Priestley y Dakota Lodge, y nuestros familiares Arlen y Kabal Meller. Quien realizará la gestión de nuestras pertenencias será la legisladora Edana Priestley.

Por otro lado, no se le permitirá a la familia Guttman a alterar este documento o la gestión de pertenencias heredadas por ningún motivo.

Finalmente, declaramos no haber realizado algún otro testamento, en caso de que exista otro, perderá su efecto.

Kendra Guttman y Sean Meller

Recuerdo con una sonrisa el testamento de mis padres que está colgado en la sala mientras dibujo a mi familia. Yo estoy al centro de la hoja, mis padres biológicos a mi izquierda y mis padres adoptivos a la derecha. Tengo vagos recuerdos de mis padres biológicos, solo sé que mi papá fue uno de los últimos alquímicos de Elstow y mi mamá tenía un hermoso cabello plateado como el mío, y era una de las mejores adivinas de los últimos 50 años.

Según papá Elian, me dijo que la familia de mamá era muy complicada y por eso mis padres no querían que me agregaran a su aquelarre, ni que se encargaran de mí. A lo que yo agradezco mucho porque papá Elian y papá Askar son los mejores. Los dos me enseñaron muchas cosas asombrosas desde muy pequeña, desde el amor por la literatura, hasta crear postres asombrosos y deliciosos.

—Dibujas muy bonito —me dice la niña de al lado. —¿Son tus tíos? —pregunta señalando a mis papás.

—No, son mis papás adoptivos —explico. —Mis padres verdaderos murieron hace mucho y ellos me cuidan —sonrío.

Ella me mira extrañada como si tuviera dos papás fuera raro. Para mí no es tan extraño, mi primas también tienen dos padres, cada una por su parte y Zerki, mi mejor amigo, tiene dos mamás. ¡Ellas son igual de asombrosas!

—Mmm... Seguramente piensas que es extraño, papá Askar me habló de eso —comento. —Mis papás adoptivos me aman tanto como mis padres biológicos, por algo ellos quisieron que fuera parte de su familia, y soy feliz por ello —termino con una sonrisa.

—Pero, una mamá es quien manda en la familia. ¿Cómo hace la tuya? —pregunta. 

—Los dos realizan acuerdos, aunque al final se haga lo que papá Elian diga —río un poco.

—Ah, cómo si fuera mi mamá —entiende y asiento. 

—Por cierto, ¿cómo te llamas? —pregunto. —Yo soy Alquimia.

—¿Alquimia? Parece el nombre de un trabajo.

—Y lo es —río recordando cuando papá Elian me contó que mis padres tenían pensado ese nombre desde hace mucho.