Mis queridos niños, como saben, la vida no es fácil, pero tampoco es complicada. Todo lo que sucede a nuestro alrededor nos forma y nos hace ser quién somos ahora. No desprecien a esas personas que están a tu lado en este momento, serán clave en tus peores momentos. Mis años eternos me han enseñado que el destino es impredecible, pero a la vez hermoso. Así los conocí a ustedes, mis hermosos niños.
Era mi tiempo en la academia, cuando conocí a su abuela. Siempre había sido una mujer correcta y centrada, pero a la vez alegre y motivaba a las demás personas. Todos sabían que ella iba a ser líder de su aquelarre y con justa razón. Era mayor que yo por dos años, sin embargo, sabía sobre mi situación y el de todos mis compañeros. Nada se le escapaba y velaba por la ayuda requerida. Me topé con ella un día después de clases. Tenía curiosidad sobre la magia antigua que heredaba mi aquelarre.
—Odeth, disculpa, ¿me permitirías experimentar tu magia?
Aunque quería aceptar, negué con la cabeza.
—Mi magia arcana aún no es suficiente madura —expliqué decepcionándola un poco. —Si es que exploro tus sentimientos, podría modificarlos sin querer y eso es un poco riesgoso.
—Oh, no te preocupes, ¿más o menos cuándo madurará? —preguntó con cierta incertidumbre.
—Según mi madre, aún me falta unos tres o cuatro años para poder utilizarla —mencioné. —Aunque por toda esta situación, aún no sé si podrá enseñarme.
—Mmm... comprendo —puso un rostro pensativo, como si analizara las cosas. Por un momento, pensé que iba a rendirse con mi magia, pero me sorprendió cuando declaró: —En siete años quiero que volvamos a vernos. Has todo lo posible para aprender a manejarla.
Luego de eso, se retiró. No hablamos nuevamente a partir de ese momento. De todas maneras, no sabía porqué estaba tan empeñada a poder experimentar mi magia; aun así, cumplí con lo prometido, a pesar de las dificultades de ese tiempo. Sufrí la dispersión de mi aquelarre y el de muchos otros. La mayoría nos alojamos en el distrito de Camor, extendiendo nuestra ciudad hacia el este.
La encontré de nuevo, siete años después como lo prometimos en medio de la feria. Había cambiado un poco, recién se había casado para poder estabilizar el liderazgo de su aquelarre. Meta que consiguió en pocos meses. Toda una proeza. Sin embargo, podía distinguir que había algo extraño dentro de sus emociones. Un ligero temor se podía percibir en ella.
—Odeth, ¿qué puedes sentir? —me preguntó cuando me prestó sus manos para examinarla.
Mi magia arcana no era tan avanzada, no podía leer pensamientos, pero podía diferir las diferentes emociones que abarcaban en su ser. El ligero temor que detectaba era un sentimiento latente a punto de explotar, pero era contenido con una falsa felicidad. ¿Será su matrimonio? ¿Aún hay problemas dentro de su aquelarre? ¿O es algo más allá de eso?, eran algunos de mis pensamientos.
—Hay un ligero temor que es un poco extraño y antiguo. Es como un temor que no debería estar ahí y se esconde con otros sentimientos —analicé. —¿Algo ha pasado?
Sentí que se sorprendía un poco, aunque mantenía su mirada seria. Deseaba decir algo, pero creía que estaba mal hacerlo.
—Si no puedes decirlo, no te preocupes —interrumpí su silencio.
Ella negó con la cabeza y retiró sus manos con una mirada más tranquila. El bullicio de la feria era como un escudo para los secretos, así que era el lugar más seguro, aunque es peligroso si no se tiene cuidado.
—Es algo que he descubierto y deseaba comprobar, pero mis recuerdos no... funcionan —mencionó. —Unos días antes de que te pedí que me examinaras por primera vez, durante la academia, tuve una revelación que no debería haber conocido. —Miró hacia ambos lados examinando que nadie nos escuchara aunque estuviera segura. —Me enteré que tenía un hermano menor, —susurró —, pero nunca lo conocí, o eso es lo que creo. No tengo memorias de él, pero cuando vi ese cuaderno escondido en mi habitación, tuve un sentimiento extraño que no podía identificar, como si estuviera olvidado.
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Once in the Red Moon
ФэнтезиEn la antigua ciudad de Elstow, Askar, un chico de mucho poder, siempre pensó que la vida era aburrida, llena de expectativas que le era imposible alcanzar. Y al no tener sueños, simplemente vivía bajo la sombra de su hermana. Nunca se le ocurrió qu...
