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Caminaron un rato por el parque en silencio mirándose de reojo de vez en cuando y a las 12:09 am cuando terminaron de ver el espectáculo de fuegos artificiales retomaron su camino a casa.

–Rosie ya llegamos-anunció la mayor mirando al asiento del copiloto y encontrándose con la escena más bonita que pudo imaginar, su pequeña estaba dormida abrazándose a si misma por el frío, sonrió para después quitarse el abrigo y ponerlo en su pecho para cubrirla. Salió del auto llegando al otro lado y abriendo la puerta, tomó a la menor en sus brazos poniendo el seguro del vehículo a duras penas, entró a su casa y su hija acostada en el sofá la sorprendió–Jennie ¿ocurrió algo?-susurró al ver su cara, reconocería sus expresiones en cualquier lugar y ella estaba claramente preocupada y asustada.

–Mamá tengo que contarte algo, pero mejor deja a Rosie en tu habitación primero-el pronombre posesivo le llamó la atención pero no dijo nada e hizo lo que le pidió. La llevó y la dejó sobre la cama tapándola con una manta.

–Ahora dime que ocurre Jen-pidió sentándose a su lado–¿quien está en tu cuarto?-la pelinegra menor bajó la cabeza buscando las palabras para contarle lo que pasaba pero ninguna la convencía–No busques la forma de que paresca menos grave, solo dime y ya-conocía a su hija mejor que a si misma y sabía que cuando miraba a su regazo y jugaba con su cabello estaba nerviosa porque había hecho algo estúpido.

–¿Recuerdas la fiesta?-preguntó más para concentrarse que esperando una respuesta, la mayor asintió–Todo iba muy bien hasta que Daniel, un chico de la escuela le empezó a coquetear a Jisoo-ante la mención de la pelimorada Lisa entendió todo, su hija se había metido en algún problema para defenderla, el enamoramiento de su pequeña por la mayor no le es desconocido aunque ni ella misma se atrevía a aceptarlo–Yoongi había tomado mucho y ya estaba borracho-él es una de las malas influencias de las que le gustaría alejarla y cada vez se convence más de que Jennie solo está en ese grupo por Jisoo–y en vez de defender a su novia el muy imbécil le empieza a reñir porque según él ella fue la que provocó al chico y a todos los demás de la fiesta, que es una vergüenza como novia y que iba vestida como una puta-la pelinegra mayor suspiró imaginándose lo que venía–no pude controlarme al escuchar sus palabras y lo golpeé tan fuerte como pude, me cabreó la forma en que la trató y nada, que saqué a Soo de la fiesta y nos fuimos al parque, se encontraba muy afectada por lo ocurrido y no dejaba de llorar, no podía llegar así a su casa por lo que le propuse que se quedara, me curó los golpes y se quedó dormida al instante-inspeccionó mejor el rostro de su hija y encontró una pequeña cortada en su labio inferior y en su mejilla izquierda, la menor al notar la mirada inspeccionadora de su madre agregó–por suerte me enseñaste a pelear desde chiquita así no quedaba como santo cristo-rieron por su broma y después Lisa negó abrazándola.

–Mi niña es toda una princesa guerrera-le acarició el rostro–Ahora ve a acostarte que después de esta noche tienes que descansar-besó su frente y ambas entraron a sus habitaciones.

–¿Tía?-inquirió Rosé al sentir la puerta abrirse–¿Le pasó algo a Nini?

–No cariño, Jennie está bien-aclaró buscándole un pillama en el closet–ponte esto para que estés más cómoda-le entregó uno rosa con unicornios y arcoiris, la castaña entró al baño y la pelinegra aprovechó para ponerse el suyo y luego acostarse en la cama tapándose con la manta, Rosé salió un par de minutos después, gateó hasta la mayor escondiéndose bajo la colcha y descansando su cabeza en el pecho de la mayor.

–Disfruté mucho el día de hoy-habló con la voz cansina–me gustaron las golosinas, el paseo en barca, ir de compras, la cena, ir al viejo parque-sus ojos a penas se podían mantener abiertos por el cansancio–pero lo que más me gustó fue pasar tiempo contigo, porque tú me gustas-sus últimas palabras no fueron entendidas por la mayor quien rió al ver a su pequeño amor prohibido disfrutar tan plácidamente en los brazos de Morfeo.

–Yo también pasé un día increíble gracias a ti, todo gracias a ti-besó su cabeza cerrando los ojos también.

–Buenos días señora Manoban, Rosé-saludó la pelimorada al ver a sus contrarias entrar en la cocina–Jen y yo hemos preparado el desayuno-informó terminando de servir el jugo en los vasos.

–En primera, me puedes decir Lisa, eso de señora me hace sentir vieja-hizo una mueca de desaprobación y sus contrarias rieron–y en segunda todo lo que esta niña sabe lo aprendió de mi-le guiñó un ojo–si quieres alguno de estos días puedes venir a cenar con la familia-propuso.

–A mamá le encantaría conocerte, Nini habla tanto de ti que se muere por verte en persona-un fuerte sonrojo creció en los rostros de las nombradas.

–Me-e encantaría-contestó con vergüenza sentándose en su lugar, las demás hicieron lo mismo y comenzaron a degustar el delicioso desayuno.

–Hoy podríamos ir a la playa, se lo comentaré a Bom si ustedes están de acuerdo.

–Sería muy divertido, un día en familia es lo mejor que existe-celebró la castaña con las mejillas abultadas por los panqueques.

–Claro mamá y Jisoo puede venir también ¿cierto?-miró a Soo esperando su respuesta.

–Me encantaría pero...

–Ningún pero, ya está decidido, día en familia, en la playa y con muchos bocadillos, definitivamente no existe un plan mejor-terminaron de comer y prepararon todo lo necesario luego de avisarle a la mayor Park, la familia es lo más valioso para el ser humano y estas chicas lo sabían apreciar.

Entre sombras y sombras me faltas tú (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora