–¿Roseanne podrías quedarte quieta aunque sea un minuto completo?-inquirió Bom exaltada por el constante movimiento de su hija, la castaña está extremadamente nerviosa, hoy bailaría con Lisa por primera vez y quizás haría algo por lo que lleva esperando algún tiempo-Coge a Jen de ejemplo, ella no ha protestado ni una sola vez-golpeó no muy gentilmente la cabeza de la mayor de las chicas.
–¡Hey, no me pegues! Además Nini no se mueve porque ya está acostumbrada a esto, a mi no me gusta que extraños me toquen, y mucho menos mi rostro-se quejó apretando los labios y agrandando los ojos para que viera bien su molestia, o al menos eso es lo que ella decía cuando le preguntaban el motivo de esa acción tan peculiar.
–¡Deja de abrirme los ojos que no te voy a echar goticas y quédate quieta de una maldita vez!-si vamos a hablar de el mal carácter de las Park debemos empezar por su progenitora, Park Bom es de esas damas que cuando se enojan se convierten en una bruja del demonio, salida de las entrañas del infierno, que te hará desear no haber nacido, pero cuando esta feliz hornea pastelitos, reparte besos, abrazos y es la persona más dulce que tengas la oportunidad de conocer, y ¿qué decir de sus hijas? una, por suerte, heredó esa parte amable, cariñosa, dedicada a sus estudios, aunque aún conserva ese pequeño lado oscuro en su interior, la otra, por desgracia, se podría decir que es todo lo contrario y su genética sólo porta la parte mala, pero como dicen nuestros mayores, nada es solo branco o negro, nada es completamente bueno o completamente malo, nada es exactamente lo que parece.
–Pero no quiero-musitó haciendo un puchero y cruzándose de brazos dejando al fin a los maquillistas y peinadores hacer su trabajo.
–Lisa ¿arreglaste el pedido con la empresa de cáterin?-su madre había estado hablando por teléfono desde hacía ya varios minutos, pero solo cuando nombró a la pelinegra captó toda la atención de Rosé, como si la mayor fuera un imán y ella un trozo de metal–¿y la DJ?¿hablaste con la que querían las chicas?-pausó escuchando la respuesta de la mujer al otro lado de la línea mientras asentía constantemente con la cabeza grabándose cada una de sus palabras–¿a qué hora llega? Mhm, está bien, entonces yo estaré en el lugar y tu te encargas de llevar a las niñas ¿está bien?-luego de una confirmación de parte de su contraria finalizó la llamada.
–Señora Park, necesitamos que las jovencitas pasen al vestidor a ponerse los trajes-informó la encargada. Entre peleas y forcejeos lograron meter a la castaña al probador, realmente le encantaba esta temática del siglo XVIII pero nunca se imaginó el trabajo que pasaban las mujeres para verse así, y para ser sinceros lo estaba comenzando a odiar; a los casi veinte minutos salieron ambas quinceañeras con sus vestidos de gala, la mayor con uno de color rojo vino y la pelinegra de color negro sólido, ambos combinados con tacones y pedrería a juego–Su madre me dijo que les informara que la señorita Manoban pasará por ustedes en breve, que por favor estén listas y a usted señorita Rosé le dejó un mensaje, sus palabras textuales fueron ‹No se te ocurra armar un escándalo, sé que amas a tu tía así que pórtate bien con ella, las espero en el salón del baile, las amo›-finalizó y Jennie comenzó a reír.
–Sabía exactamente que harías, eres una escandalosa Rosie-rió aún más fuerte–amo cuando mi tía te deja con esa cara-se burló de la cara de desconcierto y molestia de su prima, y hubiera tenido la oportunidad de reclamar si no fuera porque Lisa escogió ese preciso momento para hacer acto se de aparición.
–¡Wao!-exclamó maravillada con la mandíbula tocando el suelo–Están hermosas-comentó para después cruzarse de brazos y levantar una ceja mostrándose «enojada»–es imposible que vayan así al baile, tendré que estar detrás de ustedes asegurándome que ningún príncipe las enamore y se las quiera llevar con él a su castillo-dramatizó con tanta seriedad que parecía verdad.
–¿Entonces quien serías tú mamá, el terrible ogro o el malvado dragón?-carcajeó la menor contagiando a sus contrarias–Además te equivocaste en un pequeño detalle, no es un príncipe el que nos puede enamorar, sino una princesa-sonrió recordando a Jisoo, quería bailar con ella esta noche, pero sabía que eso solo era alimentar esperanza que no debieron haber existido desde un primer momento–Ahora que me doy cuenta, por eso es que no querías salir con Hoseok, no te gustan los chicos-razonó tardíamente, pero al menos razonó–siempre te hicimos la pregunta mal no es ¿te gusta algún chico? es ¿te gusta alguna chica?-razonó aún más para temor de las mayores, si seguía por esa línea tal vez lograba pasar por el muro imaginario que habían creado para esconder su relación, y eso no sería algo lindo de ver–entonces ¿te gusta alguna chica?-se acercó peligrosamente moviendo sus cejas de arriba hacia abajo de forma sugerente, el rostro de la castaña se volvió un tomate y la mayor dejó de respirar saltándose varios latidos. Se escuchó un «sí» casi imperceptible acompañado de un asentamiento–¿quién es?¿por qué no me lo habías dicho antes?¿la conozco?-atropelló las preguntas ¿pero que le vamos a hacer? cuando el lado cotilla de Jennie sale a la luz no hay ser sobre este planeta que pueda pararla.
–Sí la conoces, pero no te voy a decir nada más, al menos no por ahora. ¡Y no es Jisoo!-se exalto al ver claramente la intención de soltar esa pregunta en los ojos de la menor.
–¿Entonces por qué no me lo dices? yo quiero saber-puchereó y habló como bebé colgándose del brazo de su prima, esta solo pudo mirar a Lisa en una pedida de auxilio silenciosa.
–Ya Nini déjala tranquila, ella te dirá cuando esté lista, ahora andando o llegaremos tarde a la fiesta-la nombrada suspiró haciendo un mohín.
–Está bien.
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Entre sombras y sombras me faltas tú (Chaelisa)
RomanceLa vida es muy incierta, sobre todo en el amor. Nunca sabremos con exactitud cómo, cuándo o dónde encontraremos a la persona que estará junto a nosotros hasta la eternidad, como tampoco sabemos su edad, aspecto físico, si es hombre o mujer, y mucho...