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–¿Están listas para entrar chicas?-preguntó Lisa apagando el motor del auto.

–Siempre lista-contestó Jennie mientras que la otra solo asintió tomando el aire y la valentía suficiente para salir y enfrentar a los demás, ¿está de más volver a decir que ella no se siente cómoda estando rodeada de gente y que tampoco ha aprendido a entablar conversaciones y relación con las personas a pesar de que ya tiene quince años?

La mayor salió del vehículo abriendo las puertas de las cumpleañeras y ofreciéndoles su brazo para que lo tomaran, la entrada fue espectácular, decir que dejaron a todos con la boca abierta y maravillados con su belleza es poco, parecían verdaderas princesas salidas de un cuento de hadas. Saludaron a cada uno de los invitados a la fiesta, fueron de un lado a otro agradeciendo los regalos, la presencia y todo lo demás.

–Tía ¿podrías acompañarme al baño? no creo que pueda aguantar un segundo más en este lugar, las personas me asfixian-le susurró al oído recargando momentáneamente la frente en su hombro, la pelinegra la sujetó por la cintura y la guió hasta el lugar pedido, cuando llegaron la menor se recargó en el lavabo refrescando su rostro con agua fría al menos tres veces–y, tenía ganas de hacer algo más también-informó caminando a la puerta y colocando el seguro para después salir prácticamente corriendo a los brazos de su novia–no aguantaba ni un segundo más sin poder besarte-contó con la respiración agitada luego de separarse, volviendo a unir sus labios durante más tiempo que el anterior, la necesidad entre ellas se hacía presente y cada vez con más fuerza haciéndole a la tailandesa casi imposible el poder contenerse.

–Debemos regresar Rosie, se pueden preocupar al no encontrarnos, o Yuna empezar a hablar tonterías al notar que ambas desaparecimos-razonó  sujetando las mejillas ajenas dejando suaves caricias en la piel suave y abultada de su contraria.

–No quiero, no quiero nada de eso, no me interesan esas personas, sus comentarios, sus regalos, nada; solo quiero estar contigo en casa, abrazarnos en el sofá viendo películas y quizás hacer algo más en la noche-gracias a la ternura con la que lo dijo las verdaderas intenciones detrás de sus palabras pasaron desapercibidas para la mayor, se abrazó a su torso escondiéndose en su pecho–no quiero regresar, sácame de aquí-suplicó con la voz ahogada enterneciendo a su novia, sabía cuanto le costaba a la chica establecer relaciones interpersonales, hablar con las personas sin sufrir un ataque de ansiedad o simplemente estar rodeada de estas, estaba haciendo un gran esfuerzo por lograrlo y eso enorgullece a la pelinegra, su novia era simplemente increíble.

–Ahora no podemos, pero después de unos pocos bailes encontraré una excusa para irnos de aquí, lo prometo-volvió a besar sus labios sellando la promesa de la mejor forma posible. Se acomodaron la ropa, el cabello y luego de un último beso salieron de vuelta a la fiesta.

–Las quinceañeras y sus madres pasen al centro de la pista por favor para que den inicio al primer baile de la noche-anunció la organizadora desde la tarima, las cuatro tomaron sus lugares y comenzaron el primer baile madre hija, al finalizar el público aplaudió y fue el turno de las parejas de las chicas y el resto de parejas presentes.

–¿Crees que en algún momento Nini le diga a Jisoo lo que siente por ella?-indagó Rosé afianzando su agarre en el cuello de Lisa viendo a la pareja bailar junto a ellas.

–No lo sé, conozco a mi hija lo suficiente como para decir que es totalmente impredecible, lo bueno es que pase lo que pase no me hará abuela tan pronto-bromeó haciendo reír a la castaña quien dejó un beso en su mejilla cerca de la comisura de sus labios sin importarle realmente si los demás las veían.

–Eres una excelente madre.

–Tú también serás una excelente madre pequeña-le sonrió–pero solo puede ser conmigo-musitó sacando su lado posesivo a la luz acelerando el corazón de la menor.

–Yo solo quiero formar una familia si es contigo-aseguró cerca de se boca, la tentación la estaba consumiendo, necesitaba besarla en ese momento, a la mierda con las reglas y las leyes, a la mierda con tener que ocultar lo que sienten, a la mierda con todo, estaban acortando la distancia cuando la voz de Jisoo por los altavoces las sobresaltó llamando además toda su atención.

–Jennie Kim, ensayé durante días lo que tenía que decir pero ahora lo olvidé-los presentes rieron ante el ataque de nervios de la coreana–creo que la forma más resumida de decirlo es que me gusta, que tengo sentimientos por ti desde hace ya un tiempo y quería saber si me dejarías ser tu novia-miró a la menor con un sonrojo enorme, Nini se había quedado congelada en su lugar sin saber que decir.

–Tienes novio Jisoo ¿qué hay de Yoongi?-indagó con un nudo en la garganta, se podría decir que este es un sueño agridulce, su más grande anhelo mezclado con su más horrible pesadilla.

–Terminé con él Jen, lo poco que había entre nosotros desaparición hace mucho, me quedé a su lado solo por costumbre, intentando negar lo que siento, que estoy enamorada de una chica-sonrió dejando salir la primera lágrima–Entonces ¿me harías el honor?

–Sí, sí, claro que sí-se lanzó sobre su ahora novia tirándola al suelo, pasarán mucho trabajo para levantarse del suelo, aunque no parecían muy apresuradas, estaban más interesadas en explorar la boca ajena.

–Creo que ya tienes una respuesta, la valiente en esta ocasión fue Kim-rió Lisa al ver como su hija devoraba los labios de la otra chica «toda una Manoban» pensó orgullosa.

–La molestaré con esto el resto de su vida.

–Rosie creo que ya es el momento de irnos, aprovechemos que todos están distraídos con la nueva pareja y escapemos de aquí ¿te parece?-extendió su mano y la castaña entrelazó la suya sin dudarlo.

–Contigo todo me parece bien-echaron a correr  sin percatarse de que un par de ojos seguían «desde hace mucho» continuamente sus pasos.

Entre sombras y sombras me faltas tú (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora