–Aún no puedo creer como puedes comer tanto con ese cuerpo tan pequeño-Lisa miró los platos vacíos frente a la menor y la pizza por la mitad que se estaba comiendo ahora–y lo peor es que te ensucias más que un bebé-se quejó limpiándole el rostro con una servilleta, la castaña lo apartó haciendo un puchero.
–Tsh el que no se embarra no disfruta-bufó dándole otra mordida al alimento chatarra, un «eso se utiliza en otro contexto» salió de la boca de la mayor pero fue completamente ignorado por Rosé–La comida es mi primer amor, y estoy segura de que nunca me abandonará-bromeó sujetando su labio inferior entre sus dientes conteniendo la risa por algunos segundos hasta que esta inevitablemente, estalló.
–¡Oye! no juegues con esas cosas, yo te amo más que la comida, y tampoco te abandonaré nunca-¿conocen esas promesas que hacemos y estamos seguros de que vamos a cumplir, esas que queremos cumplir sin importar que, esas que nada ni nadie podrá impedirnos cumplirlas? pues esta fue una de ellas, de esas que nos salen de lo más profundo del alma, de esas que hacemos sin ningún conocimiento del destino, que nos llenan de esperanza, que en algún momento llegan a dolernos, de esas que te hacen volar a lo más alto y luego te deja caer al vacío y toparte de lleno con el suelo–Moriría si me separaran de ti-tomó su mano por encima de la mesa dejando un beso en el dorso de esta.
–Aún no sé que fue lo que viste en mi, pero sea lo que sea estoy feliz de tenerte conmigo, solo espero que esto pueda funcionar y no terminemos como esas parejas que se dejan de amar, se hieren y después se separan-se encogió en el asiento haciendo un puchero, la mayor se levantó y se agachó a su lado sujetando sus mejillas ahora rojas de la vergüenza.
–Eso nunca nos ocurrirá a nosotras, así que no te preocupes pequeña, tuvimos que esperar años, incluso creyendo que no éramos correspondidas, y míranos ahora, estamos juntas, nos amamos y eso es todo lo que importa-unió sus labios en un beso, su primer beso en público y la panza de la menor no dejaba de dar vueltas, las mariposas estaban haciendo de las suyas y no pudo evitar profundizarlo, necesitaba sentirla más cerca, nunca había tenido esa necesidad antes de Lisa, ni siquiera con las chicas y chicos que se le declaraban, ni ese que le robó un beso hacía unos años, era una sensación nueva y emocionante, aunque también le causa un poco de miedo, miedo a no poderse controlar, miedo a que algo saliera mal y no volverla a sentir nunca más, pero esta vez como en todas las anteriores que la atacaban sus inseguridades empujó esas ideas al fondo de su mente, concentrándose solo en lo importante, su novia. Mas el sonido de la voz de Jennie las hizo separarse de golpe y mirar a la puerta de entrada donde se veían Jisoo y la anterior nombrada hablando entre ellas, para su suerte ninguna de las dos las había visto, la pelinegra le guiñó un ojo a su sobrina y regresó a su lugar.
–Mamá que coincidencia encontrarlas aquí, bueno no tanto, siempre nos traías aquí de pequeñas a Rosie y a mi-comentó la menor de todas cuando vió a la pareja acercándose a ellas llevando a su chica de la mano–¿Podemos acompañarlas, claro si a ninguna de ustedes le molesta?-sonrió mirándolas a las tres con esos ojitos de cachorro a los que era imposible negarles algo, las demás asintieron y estas ocuparon los sitios libres, el mesero se acercó a la mesa y les tomó la orden–Veo que sigues pidiendo medio menú Rosie, aún no entiendo como puedes comer tanto, yo con la mitad de eso ya estoy al reventar-jugó refiriéndose al bulto de platos frente a su prima, Jisoo rió por lo bajo, ser hija única tenía muchas ventajas, pero siempre le ha gustado la relación de hermanas que tienen esas dos y hasta le dieron ganas de tener una también, pero es un poco imposible a estas alturas.
–Es una de mis tantas virtudes Nini, además no es que tu comas poco tampoco-se defenfió apuntándola con el pollo frito que estaba comiendo ahora, las carcajadas entallaron en el grupo durando varios minutos hasta que notaron que molestaban a los demás clientes–por cierto ¿qué hacen aquí?-preguntó cuando les dejaron el pedido.
–Estamos teniendo una cita, nuestra primera cita oficial-contó Soo con una sonrisa–hemos salido muchas veces ya, a todo tipo de lugares, pero por alguna razón hoy se siente especial-bajó la mirada enterneciendo a todas.
–Eso que hace los lugares especiales Kim, se llama amor, y yo espero que ames mucho a mi hija y no la hagas sufrir o la pagarás caro-advirtió Lisa con la ceja alzada atemorizando a su nuera para después darle un suave apretón en el hombro–solo hazla feliz como hasta el momento y todo estará bien-ahora una sonrisa adornó su rostro haciendo acelerar el corazón de la castaña–Comamos entonces. Oh, por cierto, antes de quedarte en casa de Jisoo alguna otra noche debes decirme primero en persona, nada de mensajes telefónicos, ayer lo dejé pasar porque ya me había ido y era tu fiesta, pero nunca más ¿me entendiste?-su hija asintió entendiendo perfectamente sus palabras y en parte agradeciéndolas, la dejaba ir a donde quisiera con el cuidado correspondiente, y solo le pedía que le avisara con antelación y personalmente, no era mucho realmente.
–¿Les gustaría ir al parque de diversiones el próximo fin de semana? he escuchado que van a abrir una nueva sección de comida el sábado donde puedes probar los platillos de varios países, y también estan los juegos que hacen todo mucho mejor-propuso Rosé provoncando una risita en sus contrarias y varias afirmaciones a su idea, por desgracia los momentos felices no duran para siempre o simplemente no llegan.
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Entre sombras y sombras me faltas tú (Chaelisa)
RomanceLa vida es muy incierta, sobre todo en el amor. Nunca sabremos con exactitud cómo, cuándo o dónde encontraremos a la persona que estará junto a nosotros hasta la eternidad, como tampoco sabemos su edad, aspecto físico, si es hombre o mujer, y mucho...