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La siguieron a paso rápido logrando interceptarla antes de que cerrara la puerta–Mamá-llamó en un susurro provocando que la pelinegra se girara.

–¿Jennie?-su tono de confusión y su ceño fruncido lo decían todo, no esperaba ver a su hija, mucho menos tan pronto.

–Bueno, yo me voy.

–¡No!-gritaron las Manoban al unísono haciendo reir a Rosé.

–Ustedes dos necesitan hablar a solas, además iré a ayudar a mi madre a preparar la cena de reconciliación así que...-dejó el comentario en el aire como una pequeña amenaza y se retiró a su casa donde Bom ya la esperaba en la cocina.

–¿Y bien?-preguntó con impaciencia.

–Nada aún, las dejé para que hablaran y espero sinceramente que todo se solucione ya-suspiró encogiéndose de hombros y mirando toda las bolsas de alimentos–Mientras tanto vamos a cocinar que esta comida no se preparará sola-sonrió lavándose las manos y colocándose el delantal–¿Por donde empezamos?-lo miró todo y después a su progenitora, esta se acercó a ella y la envolvió fuertemente en sus brazos.

–Hice un muy buen trabajo contigo-musitó solo para ellas dos–estoy tan orgullosa de ti cariño, no podría desear tener una hija mejor porque no existe-besó su cabeza dejando salir un par de lágrimas, la adolescente se separó secandole las mejillas soltando una risita.

–Y yo no podría desear una mejor madre, pero vamos a cocinar ahora, después podemos darnos todos los mimitos que quieras-propuso.

–Trato hecho-y así comenzaron a preparar todo, carnes, ensaladas, acompañantes, varios postres, la palabra banquete se quedaba corta.

–Hey ¿qué es todo esto?-indagó Yuna mirando los platillos sobre la isla.

–Apareció el padre de Nini y eso causó una pelea, pero como ahora todo se está solucionando pensamos que sería bueno celebrar-respondió Bom mientras la menor rodaba los ojos, nunca le agradó que su hermana rondara a Lisa todo el tiempo y mucho menos ahora que es su novia, y lo peor de todo es que no le puede reclamar.

–Nunca habí escuchado hablar de él, si me hubieran avisado habría regresado sin dudarlo-contestó, y realmente nadie tenía dudas de lo que dijo.

–Nadie sabía la historia completa, pero no te tienes que procupar aquí tu hermanita lo solucionó todo y es la única a parte de las chicas Manoban que conoce la historia que por cierto no me ha querido contar-le recriminó en broma pasando un brazo por encima de sus hombros.

–No es algo de lo que debería hablar y lo sabes.

–Vaya Chaeyoung, no pierdes el tiempo, ves la mínima ocasión y la aprovechas ¿por qué no te quedaste con Jennie mejor?-preguntó destilando veneno.

–Jen necesitaba más de una madre que de una amiga por eso mamá se quedó cuidandola y yo fui a hacer lo mismo con la tía Lisa, no iba a dejarla sola y siempre nos hemos entendido bien-«y la amo, y me ama, y es mi novia» tenía ganas de completar la oración pero sabía que con eso cavaría su tumba y la de la tailandesa por lo que prefirió callar–Y al parecer no hice nada equivocado porque se están reconciliando en estos momentos-sonrió con suficiencia al ver el humo salir por las orejas de Yuna.

–¡Hola familia!-Jen entró feliz de la mano de su madre que portaba la misma o el doble de la felicidad que su hija–Ya estamos bien y todo gracias a nuestra persona favorita-llegó hasta la castaña y la abrazó dejando un sonoro beso en su mejilla, al separarse su acompañante hizo lo mismo susurrándole un «te lo compensaré después» en el oído recibiendo como respuesta un «con que me ames es suficiente» cuando por fin la dejó ir plantó un beso en la comisura de sus labios como promesa de que hací lo haría–¿Ya podemos comer? muero de hambre-puchereó la menor de la familia sacándole una risa a todas excepto a Yuna, no le había agradado nada que las pelinegras tuvieran una «deuda» de ese tamaño con su hermana.

–Claro que sí Nini, pero mañana les toca a ustedes preparar la cena porque no creo que me queden energías ni a Rosie tampoco ¿verdad cariño?-su hija asintió suguiéndole el juego y soltando exagerados quejidos para demostrar lo «cansada» que se encuentra.

–Está bien, esta bien, es más prepararemos kimchi y rollitos de primavera para nuestra heroína-le guiñó un ojo en una complicidad que las demás no pudieron entender por lo que se echaron a reir, mientras que la pobre Chaeng intentaba calmar a su agitado corazón antes de que todas escucharan sus latidos delatores. Al calmarse la situación llevaron los platos y bandejas a la mesa sentándose a comer después–Y bien, ¿qué haremos para sus cumpleaños?

–Lo mismo que teníamos planeado, celebrarlos juntos-se encogieron de hombros al mismo tiempo que asentían.

–Entonces se celebrará dos días después que el de Rosé y dos días antes que el de Jen, la comida, los vestidos, las decoraciones ya están encargadas-enumeró con sus dedo para después mirar a la chica frente a ella–Lisa ¿alquilaste el lugar que elegimos?-esta asintió–solo queda una cosa, Jennie-la nombrada se giró atendiendo al llamado–¿invitarás a tu padre?-el ambiente en la mesa se volvió tenso, la menor no sabía que responder, la mano de Rosé sobre la suya mostrándole que sin importar lo que decida ellas siempre estarán ahí la hizo aclararse del todo, ellas son su familia, no necesita a nadie más.

–No, podrá ser mi padre biológicamente pero nunca estuvo aquí, ni antes ni después de nacer, así que no se lo merece, quiero estar solo con las personas cercanas a nosotras-apretó el agarre en la mano de la castaña–las personas que realmente valen la pena tener en nuestras vidas-concluyó con una sonrisa en los labios.

–Perfecto entonces, las invitaciones ya están listas, solo falta enviarlas la semana próxima, contratar a los estilistas para cuatro días después y disfrutar de la fiesta, las niñas ya se convierten en unas señoritas-rió acompañada de la otra mayor–están creciendo demaciado rápido.

Entre sombras y sombras me faltas tú (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora