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–¿¡Están listas chicas!?-inquirió Bom mirando a los asientos traseros donde estaban Lisa, Jennie, Jisoo y Rosé en ese mismo orden.

–¡Sí!-respondieron al unísono y la mayor encendió el motor de la camioneta emprendiendo su camino a la playa. Una vez que llegaron bajaron la nevera, la parrilla y las tumbonas colocándolas de una forma que hacía el ambiente mucho más agradable. Rosé se quitó el vestido que traía quedando solo con un bikini rosa de vuelos muy parecido al que llevaba Jennie, lo que el de esta era azul. Por otro lado Jisoo y Lisa vestían unos más tradicionales, la primera violeta y la segunda uno negro.

–Liz ¿como me queda?-preguntó Yuna de forma provocativa mostrando un conjunto rojo super chiquitito.

–Te queda bien-responde sin prestarle mucha atención lo que molesta a la menor, se sienta en su regazo para provocarla pero la pelinegra se pone de pie al instante apartándola de ella–¿¡Qué mierda te pasa Yuna!?-indagó exasperada sin buscar una respuesta concreta pues sabía por qué lo había hecho.

–¿¡Qué qué me pasa!?¡me pasas tú, me rechazas cada vez que me acerco a ti, solo le prestas atención a Jennie y a mi hermana, ya no sé como llamar tu atención, incluso me puse esto solo por ti!-señaló su cuerpo–¡Nunca has estado en una relación romántica con alguien desde que te conosco, primero por Jen ¿y ahora por qué? porque te la pasas pendiente de Rosé, tu vida solo gira en torno a ellas y tu trabajo!¡Préstame un poco de atención!-terminó su berrinche con la mirada de las demás sobre ella, mas Lisa solo se mantenía indiferente a sus palabras.

–No he estado con alguien porque simplemente no me apetece y ya te he dicho miles de veces que no me interesa mantener una relación de ese tipo contigo, eres como mi hermana y eso nunca va a cambiar-esas últimas palabras afectaron a más de una de las Park, la pequeña castaña sentía que de alguna forma era un mensaje indirecto para ella y eso abrió un hueco aún más grande en su corazón que el que se había formado al darse cuenta de sus verdaderos sentimientos por la mayor.

–¡Pero yo no quiero ser tu hermana, quiero ser tu novia!-pataleó levantando un poco de arena.

–Pero eso nunca ocurrirá-pasó por su lado para unirse a las otras chicas en el agua.

–Mamá ¿Chu se puede quedar a dormir hoy también?-inquirió soltando la cintura de la mencionada y acercándose a su progenitora.

–Claro que sí Nini, mientras que no me hagas abuela tan temprano-susurró lo segundo coloreando de carmín el rostro de su hija–Jisoo se puede quedar cuando quiera-sonrió lanzandole la pelota que traía a la pelimorada–¿Jugamos voleiball?-les preguntó ganándose un asentimiento de su parte, jugaron durante un rato sin competir realmente, solo buscaban pasar un buen momento y divertirse juntas.

–¡Me mordió algo, me mordió algo!-gritó Rosé rodeando la cintura de Lisa con sus piernas y agarrándose de su cuello. La cargó fuera del agua siendo seguida por las demás y la sentó en una de las tumbonas.

–¿Dónde fue?-le preguntó agachándose frente a ella y mirando sus ojos cristalizados por el dolor.

–En la pierna-le muestra la marca roja a la altura de su muslo al mismo tiempo que traga sonoramente para evitar sollozar.

–No es nada grave, solo es una picadura de medusa-aclaró sin dejar de mirarla–espera aquí un momento ¿sí?-después de un asentimiento de su parte se levantó y buscó una bolsa con hielo en la nevera para después regresar junto a ella y colocarla en la parte colorada de su piel–Debes dejarla ahí por unos cuantos minutos así que mejor acomódate bien-la recostó dejando un beso en su frente–vendré dentro de un rato-se alejó acercándose a la parrilla y la encendió.

–Ponnos unos a nosotras también-habló Bom señalando a las menores y a ella misma. La pelinegra siguió asando los pescados y las verduras mientras miraba a la castaña observar el cielo a la distancia.

–¿Rosie cariño?-la menor fijó su vista en ella y se incorporó recibiendo un plato en sus manos–come en lo que yo reviso tu pierna-empezó a devorar la comida en silencio sintiendo las manos de su amor recorrer su pierna con delicadeza erizando su piel–Está perfecto, ya puedes regresar al agua-sonrió acariciándole el rostro.

–¡¿Ves?!¡has estado todo el tiempo con ella, primero jugando y después cuidándola, para ti mi hermana siempre va primero que yo!-gritó Yuna proporcionándole un pequeño empujón al hombro de su amor platónico–¿¡Qué tiene ella que no tengo yo!?¡Dime!-exigió en una escena de celos ganándose otra vez las miradas de las otras integrantes de la familia.

–¿¡Acaso te estás escuchando!?-la tomó del brazo acercándola a su rostro con toda la rabia acumulada desbordándose por sus ojos–¡Es tu hermana, es mi sobrina, es mucho menor que yo ¿como te cabe en la cabeza algo semejante?!-la soltó alejándola, esas palabras hirieron más de un corazón, la que lo dijo intentando convencerse de que era lo mejor y que no había nada más que hacer y la mencionada en sus palabras que solo lograron que su corazón terminara reducido a cenizas, unas cenizas ardientes que la quemaban en su interior provocándole un dolor jamás imaginado mostrándose a los demás como lágrimas, lágrimas abundantes y descontroladas deslizándose por sus mejillas como cascadas y ayudándola a tomar una desición, olvidarla, hacer todo lo que esté a su alcance para sacarla de su corazón, para que no forme parte de sus pensamientos y poder mantenerla en su vida sin que le vuelva a doler–¡Rosé!¿qué ocurre?-preguntó acunando su rostro secando sus lágrimas.

–M-me due-le-musitó con la voz quebrada apretando uno de los puños contra su pecho en un intento de disminuir el dolor, mas Lisa no entendió a lo que se referían sus palabras y continuó revisando la picadura en su pierna sin saber que la herida es mucho más profunda y en un lugar imperceptible para los demás.

–No hay nada mal-se desesperó al no poder ayudar a su pequeña.

–Me duele, quiero irme-sollozó mirando en otra dirección.

–Creo que eso será lo mejor, Jen y Jisoo ya empezaron a recoger las cosas-informó Bom y la pelinegra cargó a Rosé en sus brazos y la llevó hasta el auto, la menor se recostó en la ventana sintiendo el dolor más fuerte de su vida, se sentía devastada, incompleta y sin fuerzas para seguir, al menos no por hoy.

Entre sombras y sombras me faltas tú (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora