Una excusa, un fracaso

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Nos ponemos excusas todo el tiempo, creo que ese es el hobbit de la mayoría de las personas y lo peor es que a veces ni nos damos cuenta. La excusa es la enemiga número 1 del progreso porque es como una razón para quedarnos tranquilos porque no hicimos algo. Pero como dije en el capítulo anterior: La vida es movimiento y si tenemos la enfermedad de la "Excusitis" no podremos tener una vida plena hasta que nos pongamos a hacer algo para curarnos de ella.
Primero:
Las excusas no solo las manifestamos por una decisión, las excusas se pueden transformar en una manifestacion física, como una enfermedad, un malestar o un accidente ocasionado por nosotros de forma indirecta. Porque hay veces que tenemos cosas por hacer y al no conseguir la forma de evitarlas, a través de nuestra mente y posteriormente de nuestro cuerpo se crea una "incapacidad fisica" para que ya nuestra excusa sea perfectamente aceptable. Impresionante, no? Pero es muy cierto. Sin darnos cuenta, las veces que nos enfermamos pueden ser no solo a causa de un virus o de un malestar mayor, puede ser producto de nuestra mente, una excusa físicamente organizada para no tener que cumplir con esas cosas.
Así que hoy te invito a meditar y reflexionar sobre tu salud, porque nosotros debemos agradecer la salud que tenemos, no amenazarla para que nos ayude para nuestras intenciones mediocres. Agradece tu salud, obra en favor a ella y cumple con lo que tienes pendiente. La vida se trata de ello. No moriremos por intentarlo y tampoco por sacrificarnos por un resultado. La verdad es que la inacción es la que nos mata lentamente, de adentro hacia afuera. Deberíamos tenerle miedo al no movernos. Hay que hacer ejercicio, hay que reír, hay que bailar, hay que trabajar, hay que luchar por nuestros sueños y solo con eso alcanzaremos todo lo que la vida tiene para ofrecernos.
Segundo:
La Excusitis produce miedo, mientras más lo evadimos más nos sentimos con miedo y con inseguridad de hacerlo y a veces nos ponemos excusas porque no creemos en nosotros y cuando no creemos en nosotros nos subestimamos y cuando nos subestimamos nos sentimos incapaces, tontos y mediocres. Y saben que es lo que pasa cuando nos ponemos de excusa que somos "tontos"? Pues tontos nos quedamos. Porque a veces tenemos un estándar muy estricto sobre lo que es la inteligencia. Y es que ser una persona optima es poder vivir una vida plena, es poder llenarnos nuestros propios vacíos poniendo acción, es creciendo personalmente cada día e ir mejorando, porque la perfección, la inteligencia solo son palabras. La vida se trata de ser feliz, de poder resolver problemas, porque siempre los habrán, pero todo depende de nuestra actitud como persona hacia las situaciones de la vida. Somos capaces de todo, todos tenemos un gran potencial, y solo depende de nosotros para sacarle todo su provecho. Tonto e inteligente son etiquetas y una persona no puede depender solo de una etiqueta, porque una persona tiene vida. Tú tienes vida. Moldéala a tu gusto.
Tercero:
La edad es una excusa muy común, porque no importa la edad que tenga una persona, siempre hay una excusa, no solo si eres muy viejo o muy joven, siempre hay una excusa a todas nuestras edades desde que tenemos uso de razón. La excusa es una enfermedad tan grave y que está tan arraigada en la mayoría de las personas que no importa la edad, no importa el género, no importa la condición física o mental (a menos que sea una condición mental crítica), y es que la excusa no tiene ni siquiera la razón en ninguna de esas condiciones. Porque ¿Cómo pueden haber personas sin brazos, sin piernas que han logrado cosas que una persona con extremidades no? ¿Cómo puede ser que hayan niños emprendiendo y teniendo éxito mientras hay personas adultas que son pobres? ¿Cómo pueden haber personas que lo logran y otras no? Todos somos seres humanos, y tal vez no tengamos las mismas características, pero tenemos algo en común y es la decisión, son las ganas, el entusiasmo, el poner acción, la perseverancia, entre otras tantas cosas que podemos hacer como seres con vida. Entonces ¿Por qué hay personas ricas y otras pobres? ¿Por qué hay personas buenas y malas? ¿Por qué hay personas enfermas y sanas? ¿Por qué hay personas optimistas y otras deprimidas? Porque todo depende de la decisión que tome cada individuo como ser humano, porque todo depende del provecho que una persona saque de su capacidad para lograr algo. Todos somos ganadores, todos somos capaces, sólo hay que quitarnos todas esas excusas física y mentales. Hay que amar nuestros cuerpos y hay que amarnos a nosotros como personas que somos. Del amor nace la vida y de la vida nace la acción y de la acción nace la plenitud. Aprovecha todo lo que tienes, porque ahí tienes todo lo que necesitas.
Cuarto:
La suerte no existe. Nada pasa por obra de magia. De la acción viene la reacción y de la reacción ese resultado que se buscaba. Todo lo que dije arriba está a favor de ley de la causa y efecto. Así que si sigues creyendo que la suerte existe vuelve a leer éste capítulo

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