Capítulo 24. Lilo en tour.

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A veces pienso en que debería de rendirme y abandonar esta fic porque no es lo suficientemente buena, pero leo vuestros comentarios y me animáis a seguir, gracias.

🏠

-¿Elio? ¿Elio eres tú?-Escucho algo así como una respiracion al otro lado de la línea. Es confuso porque no parece Elio, pero a la vez me lo imagino a él al lado del teléfono pensando en qué decir al escuchar mi voz.

Silencio.

Ha colgado la llamada. Sea quién sea, ha colgado.-¿Elio? ¡Elio! Joder, ¿es que no quieres hablar con Oliver o qué? Él te necesita, mierda.-Vuelvo a llamar, pero ya es en vano.

-El teléfono está apagado o fuera de cobertura. Deje su mensaje cuando escuche la señal.-Me entran ganas de llorar, ¿entonces es cierto que Elio no quiere ni ver a Oli? Me recoloco el cabello varias veces e intento pensar en qué hcer antes de que Oliver se despierte. No sé cómo contarle esto, pero tampoco se lo puedo ocultar.

-Mierda Elio, ¿por qué no contestas?-Un portazo se escucha desde la entrada. Mi piel empalidece y tiro el teléfono fijo en la mesa donde estaba colocado. Por favor, que papá no haya vuelto, no ahora.

Salgo corriendo hacia el cuarto donde está Oliver al ver que nadie ha entrado a la casa. Me tropiezo con un par de escaleras porque soy lo que se conoce como un puto desastre. Al llegar...-joder, Oliver no está.-Busco en todos los rincones del cuarto, hasta en los impensables, ¿dónde se ha metido?

-Oliver, cariño, ¿dónde estás? Por favor, no me asustes. Inspecciono toda la casa. Efectivamente, Oliver se ha ido.

La pregunta es, ¿por qué?

O más bien, la pregunta es: ¿por qué la historia se sigue contando si yo no la estoy narrando?

🗡

Como siempre Gemma deja sus libros de la Universidad desperdigados por toda la casa, y me toca ir recogiendolos a lí lientras ella hace que estudia. Para su mala suerte soy madre, y tengo unos cuantos años más que ella, asi que sé a la perfección que está jugando con su teléfono o quizá echando la siesta. Amo a mis hijos, pero han salido demasiado a mi yo adolescente.

-¡Gemma! Espero que estés estudiando porque estoy yendo a dejarte los libros que deberías estar aprendiendote.-Subo las escaleras con cierta dificultad, porque el diccionario inglés-español pesa bastante más de lo que pensaba. Cuando llego arriba, los libros están a punto de caerseme, pero por suerte Johanna está para ayudarme. Ella siempre lo está.

-Hey, Annie, deja a la niña. Es Navidad, seguro que está descansando.-Sonrío a la mujer de ojos azules delante mío y dejo los libros en una pequeña mesita que hay en el pasillo de las habitaciones.

-¿Cómo has dormido, preciosa?-Jay ríe y me cuenta como Mark no ha parado de hablar durante la noche. Creo que el pavo le ha sentado un poco mal a ese hombre. Le suena el teléfono a Johannah, y yo aprovecho para ir a despertar a los chicos. Ya casi son las nueve, y las pequeñas gemelas deben de estar a punto de despertarse para ver sus regalos de navidad.

Agarro el pomo con cuidado de que no chirríe, lo que suele pasar desde hace unas semanas ya que mi pobre Harry no duerme aquí. Mi corazón se entristece, pero intento despegar ese pensamiento intrusivo de mi mente.-Chicos, es hora de-Mi boca se cierra en cuanto veo el panorama al abrir la puerta.-Tan tiernos...

Louis abraza a Harry desde su espalda, como si le protegiera en sueños. Su brazo, con la suficiente fuerza y delicadeza al mismo tiempo, es utilizado de almohada por mi pequeño Harry. Es una imagen tierna, ambos se agarran como si jamás se quisieran soltar.-Jay, corre ven.

Eres mi hogar {LARRY} [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora