༄Sanemi Shinazugawa, 24 años, profesor
༄Inosuke Hashibira, 17 años, Estudiante.
Ambos explosivos, mal hablados y actúan sin pensar, ¿Debería alguno ceder ante el otro?
Contenido Yaoi ♡ chicoxchico
Historia con lenguaje ofensivo y eventual +⑱, si te...
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"-Te estás enamorado, Inosuke-"
Tal vez contarle todo lo sucedido a Zenitsu no había sido la mejor idea, ¿Cómo había concluido esa estupidez? Sencillamente el rubio era un experto haciéndolo hablar y terminó contándole cosas que debió haberse guardado, como que durmió en casa de Sanemi, uso su ropa y el enredo interno que sintió recaer en su estómago las tres veces que se había acercado a él con quien sabe que intenciones, porque si, logró persuadirlo para que contara todo a lujo de detalle.
Al menos se sintió tranquilo por no haber recibido comentarios burlándose de sus aparentes sentimientos, después de todo, ambos tenían algo en común, un profesor mayor acechándolos.
Como fuera, aquella conversación lo tenía pensando más de la cuenta, en especial la parte donde Zenitsu le aseguraba que Sanemi tendría los mismos sentimientos por él, debido al comportamiento que mostraba, aún más después de contarle como echó a su ex jefe de la casa afirmando que todo había sido cuestión de celos.
Si claro.
Para él, todo continuaba siendo parte de una broma que estaba llegando demasiado lejos y en cuanto a sus sentimientos, era simple confusión.
Había llegado casi de manera robótica a clases, jamás llegaba temprano pero la costumbre de siempre levantarse con la última alarma lo hizo apresurarse a salir corriendo aun cuando había escuchado la primera y como resultado llegó 20 minutos antes, jamás veía alumnos en la entrada o en los pasillos ya que comúnmente todos estaban en sus respectivas clases cuando el recién iba llegando, pero en esta ocasión tan pronto cruzó la puerta de su aula asignada y no vio a absolutamente nadie, se percató de todo el tiempo que tenia de sobra.
Se odió por no aprovechar ese tiempo extra para dormir, necesitaba descansar antes de empezar una nueva rutina que le consumiera el mismo o más tiempo, hasta ese día no lo había pensado, pero tendría que ponerse a buscar cuanto antes un trabajo, si no, tendría que irse haciendo la idea de vivir bajo un puente.
Aprovecho los minutos que tenia de sobra para buscar en su celular algún anuncio de empleo, aunque no parecía calificar para ninguno, si no era por temas de edad, los horarios terminaban chocando con los de la academia, suspiró y se dejó caer sobre su pupitre, ¿Qué pasaría si no lograba encontrar algo?, tal vez, esta vez tendría que ir él a rogarle a Hiro que le permitiera regresar al restaurante.
- ¿Inosuke?, Tu nunca llegas temprano, ¿es el fin del mundo? – Fue como su especie de saludo para el de puntas azuladas, el cual, al estar sumergido en sus pensamientos no respondía, seguramente, ni siquiera se había percatado de la presencia de las dos personas que recién habían cruzado la puerta.
Dejó sus cosas sobre su pupitre y avanzo hasta el de Inosuke, al principio creyó que estaba dormido, pero al acercarse notó que estaba despierto y con la mirada perdida en algún punto del salón, lo movió un poco intentando hacerle aterrizar en la realidad, pero solamente dio un pequeño salto quedando de manera casi correcta en su lugar.
