༄Sanemi Shinazugawa, 24 años, profesor
༄Inosuke Hashibira, 17 años, Estudiante.
Ambos explosivos, mal hablados y actúan sin pensar, ¿Debería alguno ceder ante el otro?
Contenido Yaoi ♡ chicoxchico
Historia con lenguaje ofensivo y eventual +⑱, si te...
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— No tienes que ser tan exagerado, la cama es grande — Se sentó en una de las orillas del colchón observando atento como el albino también presente en la habitación se dedicaba a colocar un par de cobijas extra que había pedido en el sofá libre de aquella habitación armando de esta manera un lugar provisional donde dormir.
Suspiró resignándose a la situación y fue hasta el balcón de la habitación tan solo para apreciar las luces que adornaban aquel lugar, tenían una excelente vista hacia el muelle, el parque de diversiones donde hasta hace poco se encontraban y la altura suficiente para ver unos cuantos detalles de edificios a su alrededor. La idea de Sanemi al escoger aquel hotel para hospedarse aquella noche había sido perfecta, aun que al parecer el no había considerado en ningún momento que terminarían durmiendo juntos, por que a pesar de que insistió en una habitación con camas separadas no tenían disponibles.
Por eso habían llegado hasta ese punto.
— Solo quiero evitar que te sientas incomodo, y eso solo pasará si duermo en otro lugar — Respondió y una vez logró sentirse satisfecho con lo que sería su cama aquella noche avanzó hasta donde se encontraba Inosuke, abrazándole por detrás deteniéndose a observar el mismo paisaje que él — Mi idea era traerte aquí y pedirte que fueras mi novio la primera vez; Pero tenias clases, y no podía darme el lujo de secuestrarte, así como así.
— Bueno, no me desagrado que lo hicieras en el arcade — Sonrió y se giró con la intención de besarle, pero se detuvo a medio camino al recordar algo ciertamente importante — Si la caja era de Tengen, ¡¿entonces Monitsu va a casarse?!
— Solo quería molestarte cuando dije que era un anillo de compromiso, tenia que seguirle el juego a la mentira de Genya. — Sonrió divertido y abrazó el cuerpo del menor entre su pecho, acariciando sus cabellos para mantenerlo en calma — Nadie va a casarse, no aun, en esa caja solo había unos collares de promesa.
— Me siento tan idiota — Se relajó al encontrarse siendo querido de aquella manera, cerró los ojos para mantener el momento en calma, hasta que sintió los brazos contrarios perder fuerza por lo que se apartó un poco — Por cierto, ¿Aun tienes el collar que te regresé?
— No, me deshice de él — Acarició su mejilla a la par que la beso, suspirando al recordar cada una de las estupideces que había hecho semanas atrás — No tenía caso guardar algo con lo que te prometí luchar por ti y al final hice lo contrario, con un sinfín de idioteces en el camino, prometo reponerlo y darte otro después.
— No necesitas hacerlo, aunque sé que lo harás igual — Por fin se atrevió a besar sus labios por un par de segundos, observándole fijamente para continuar con una idea de había cruzado su cabeza — Si lo haces, ¿Qué tal si es algo también en pareja?, Podrían ser unos anillos.
— ¿Anillos de compromiso? — Sonrió al ver al menor sonrojarse cuando claramente no era su intención insinuar eso, pero teniendo oportunidad de molestarle, seguiría haciéndolo — ¿Te quieres casar conmigo?
