Bestia Vs Bestia (SaneIno)

✦ Inapropiado

Era alguien determinado y terco; Tenia sus propios ideales, nadie influía en sus decisiones, nadie podía darle órdenes y nadie era capaz de hacerlo cambiar de opinión, jamás, por ningún motivo.

Nadie...

— Debió ofrecer algo muy tentador a cambio para convencerte de venir — Uzui, quien tenía años de conocerle y jamás había sido capaz influir en sus decisiones no paraba de burlarse de su amigo quien mantenía sus dos manos sobre su cabeza haciendo el intento por no explotar ahí mismo, incluso podía escucharlo maldecir por lo bajo, lo que le causaba aún más risa.

— ¡Cállate Tengen! — Quería matar a cualquier persona que se pusiera frente a él, tampoco entendía como pudo ceder de manera tan tonta, por que no había sido un berrinche del menor lo que había logrado convencerlo, tampoco su insistencia, de hecho, cuando le dejó en claro que por nada aceptaría él dejó de insistir. Solo había caído en una dulce caricia que le brindó Inosuke sobre su mejilla antes de marcharse.

Si... así de idiota se había vuelto.

Y lo peor de todo es que él mismo fue quien le preguntó a Inosuke a que hora debía pasar por él para ir directamente a ese lugar que detestaba tanto, confirmando así que aceptaba ir.

Ahora tenia que soportar el horrible aire acondicionado del lugar volviendo todo aun más frio de lo que ya era, la maldita música resonando por en cada rincón y al resto de gente que parecía disfrutar de patinar en esas condiciones, ¿Por qué demonios eso le parecía entretenido a la gente?

— Quien diría que tu domador terminaría siendo un "mocoso" como te gusta llamarle — Golpeó con su codo el brazo de Sanemi provocando una especie de gruñido en él — Todo esto tiene un lado amable pero no quieres verlo.

— ¡¿Qué lado amable le ves a esta mierda?! — Sus intentos por controlarse no estaban funcionando, incluso el chico encargado de asignar casilleros y brindar los patines de las tallas correctas que justo estaba frente a él temblaba al ver su reacción tan violenta.

— Sabes patinar perfectamente bien y por Zen sé que Hashibira apenas consigue ponerse de pie con estas cosas — Levantó un par de patines sonriendo — Ahora podras ser su profesor no solo de matemáticas. — Con su mano libre dio un par de palmadas sobre el hombro de su amigo para darle ánimos y después salir de ahí hacia las bancas donde los demás se encontraban esperando.

— E-entonces, ¿Aun quiere los dos pares de patines que solicitó? — Dudó un poco en preguntar, pero sus nervios disminuyeron al ver al albino más tranquilo.

— Si, solo los dos que te pedí.