༄Sanemi Shinazugawa, 24 años, profesor
༄Inosuke Hashibira, 17 años, Estudiante.
Ambos explosivos, mal hablados y actúan sin pensar, ¿Debería alguno ceder ante el otro?
Contenido Yaoi ♡ chicoxchico
Historia con lenguaje ofensivo y eventual +⑱, si te...
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Justo en ese momento se encontraba frustrado y es que desde el día anterior no pudo parar de pensar en que habría pasado si Sparks no se hubiera comportado tan insoportable cuando intentó acercarse a Inosuke, por que no se detuvo en un simple ladrido, no, eso no había sido suficiente para él. Cuando intentó nuevamente buscar la cercanía del Hashibira el pequeño animal esta vez le gruñó en advertencia y le fue imposible si quiera despedirse de él como hubiera querido, acercarlo hasta su cuerpo para darle un abrazo.
Le parecía increíble como el animal se comportaba como la hija mimada de Inosuke todo el tiempo, ah, pero cambiaba totalmente de humor cuando se acercaban a él como si intentara protegerlo, era normal al ser su dueño y le agradaba que fuera así con gente desconocida, al menos ya no tendría que preocuparse de que alguien más quisiera acercarse al chico en su ausencia, pero ¿Por qué ahora era así con él? se sentía traicionado por aquella criatura después de llevarle regalos en varias ocasiones.
No pudo dormir bien en toda la noche sin evitar pensar en el chico de ojos esmeralda y eso lo podría notar cualquiera por las ligeras ojeras que adornaban sus ojos y su constante afán por bostezar mientras intentaba mantenerse despierto durante las clases que el mismo impartía, pero estaba seguro ahora, lo vio acercarse, incluso comenzar a cerrar sus ojos en algún punto, el iba a besarlo y eso era todo lo que necesitaba para entender que ambos compartían el mismo sentimiento.
Ya ni siquiera le importaba que fuera menor o que recién empezara a conocerle, todo eso se podía ir a la mierda, bastaba saber que lo conocía lo suficiente para sentir algo por él y quererlo a su lado, ya tendría el resto de los años para descubrir más cosas sobre él.
Miles de escenarios pasaban por su cabeza para intentar declararse de una vez, por primera vez en todo ese tiempo se sintió impaciente, era eso o haber tomado tres tazas de café no había sido la mejor idea.
Como fuera, quería hacer algo especial, tal vez invitarlo al cine o llevarlo a cenar a algún sitio tranquilo, aun que el menor no parecía del tipo que le gustasen esos lugares y para ser honestos a él tampoco le agradaban. También pasaba por su cabeza llevarlo a la noria gigante de Yokohama, una tarde en el parque de diversiones, pasando el tiempo juntos hasta que anocheciera y pudieran admirar las luces neón adornando la ciudad mientras estaban en el punto mas alto de aquella atracción, sin duda seria la mejor idea que se le podía ocurrir, aun que tenia muchos problemas con eso.
Y la principal era que no tenía excusa para llevarlo tan lejos.
Fue sacado de sus pensamientos al escuchar la alarma avisando del cambio de clases, dejó marchar a la los alumnos y se quedó sentado unos minutos, tenia una hora libre por lo que iría a pasarla en la sala de maestros, comenzó a recoger sus cosas, escucho alboroto en los pasillos por lo que vio a través de la ventana encontrándose con un Inquieto Inosuke aferrado a la espalda de Genya mientras este corría sin importarle que su cuello y cintura estuviese siendo apresada por el de puntas azuladas, incluso él mismo azabache sujetaba el cuerpo por sus piernas para evitar que cayera.
