༄Sanemi Shinazugawa, 24 años, profesor
༄Inosuke Hashibira, 17 años, Estudiante.
Ambos explosivos, mal hablados y actúan sin pensar, ¿Debería alguno ceder ante el otro?
Contenido Yaoi ♡ chicoxchico
Historia con lenguaje ofensivo y eventual +⑱, si te...
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¿Qué Sparks lo extrañaba?, ¡Claro que lo hacía!, se había vuelto parte de su vida y estaba seguro de que eso tenía que suceder en algún punto, pero sabía que la chica no estaba ahí solo para hablar de su mascota, lo había usado de excusa para llamar su atención y conseguir estar entre él y su grupo de amigos quienes a pesar de la incomodidad inicial, parecían empezar a tomar confianza con la chica.
— Tengo que ir a dirección y recoger unas cosas que mi madre debe firmar, los veo en la siguiente clase — Se levantó y antes de que notaran que se trataba de una excusa poco elaborada para irse de aquel lugar aceleró sus pasos hasta perderse entre los edificios y llegar hasta la parte trasera donde estaba seguro nadie podría molestarlo; Tenia todo el derecho de odiar ese sitio al ser el lugar donde se besó por primera vez con Sanemi pero no había otro sitio donde pudiera ocultarse, consideraría la azotea si no fuese porque siempre la mantenían bajo llave.
Creyó que nada de eso podría afectarle, pero era muy idiota de su parte pensar que lo olvidaría todo en cuestión de dias; Suspiró con resignación y su cuerpo brincó en cuanto escuchó a alguien llamarle repentinamente, y volvió a sentirse molesto cuando vio de nuevo a Kanao frente a él.
— Me encanta tu atajo para llegar más rápido con el director — Su tono sarcástico estaba presente y cuando vio a Inosuke intentar dar la vuelta para irse, volvió a ponerse frente a él — Escucha, lo que te dije sobre Sparks... no parece estar a gusto conmigo y aun que me duele dejarla, quiero devolvértela, si aun estas dispuesto a cuidarla, claro.
— ¿Es en serio?, cuando me la quitaste no parecía importarte eso y no sé por qué siento que me pedirás algo a cambio — Se cruzó de brazos observando fijamente a la chica quien le devolvió la mirada soltando un suspiro expresando así su molestia — Lo que sea que quieras lo haré, mientras prometas regresarla conmigo.
— No necesito nada, que mal concepto tienes de mí — Respondió sin más haciendo una pausa para dejar que el de puntas azuladas procesara sus palabras — Aun que consideraré tu gentil oferta y si necesito algo te lo pediré en su momento. Hoy mismo la llevare a tu casa, solo dime donde queda.
— No quiero causarte problemas, yo iré por ella, no puedo ir después de clases, pero si no tienes problema iré saliendo del trabajo.
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