Bestia Vs Bestia (SaneIno)

✦ Irrefutable

¿Cómo había terminado en aquella situación tan perdido en sus pensamientos?

Apenas ponía atención a sus alrededores mientras caminaba de manera lenta por las calles sin poder despegar la mirada de las flores que sostenía con delicadeza entre su mano derecha, no podía negarlo, su estómago nuevamente se revolvió en cuanto tuvo aquel detalle frente a él y su corazón se acelero cuando el albino besó su frente antes de irse del salón dejándolo solo con millones de pensamientos cruzando su cabeza.

No era la primera vez que intentaban regalarle flores, mas siempre las rechazaba para no sentirse comprometido con cualquier idiota y que después quisiera tomarse libertades que no les correspondían, además de considerar que era un tonto detalle que solo le gustaba a las chicas y eso le ofendía, pero ahora se encontraba sonriendo como idiota por seis rosas que significaban algo que aún no quería aceptar.

Apenas y se dio cuenta que llegó un par de minutos tarde a su trabajo todo por pasar a una tienda de arreglos para conseguir un florero y agua para las flores, no quería verlas marchitar pronto. Tan pronto llego a la tienda vio a Kenji con algunos clientes, por lo que fue directo a la parte trasera para no interrumpirle, al final sabía bien cueles eran sus deberes para esa tarde.

-Hola Ino, ¿Qué tal tu día? - Solo pasaron un par de minutos para que el mayor se acercase a saludarle con confianza acariciando sus cabellos como empezaba a volverse costumbre entre ellos y a Inosuke fuera de molestarle aquel gesto, lograba llenarlo de una extraña, pero nada incomoda calidez.

-Creó que sobreviviré – Intentó no distraerse prestando toda su atención a las cajas de mercancía que debía apilar, justo en ese momento comenzaba a sentir las ansias y más nerviosismo apoderándose de él, solo deseando que las horas pasaran para terminar su jornada y correr hasta su departamento donde le esperaría el mayor.

Pasaron por varios minutos acomodando de manera conjunta mientras platicaban de cosas al azar, hasta que repentinamente el mayor guardo silencio al ver las flores del Hashibira.

-Vaya Inosuke, ¿Tienes un admirador? – Su pregunta provocó un apenas perceptible sonrojo en el cuestionado, mientras negaba moviendo su cabeza de un lado a otro casi de manera exagerada para hacerle entender que no se trataba de eso.

-No, fue un detalle de un...amigo – Murmuró con pesar, después de todo no sería correcto decir que el regalo era por parte de su profesor sin motivo alguno de por medio, no alguno valido más que tal vez el quererlo molestar.

-Entonces, ¿Aun tengo esperanzas para invitarte a salir? – Jamás intentó sonar descortés proponiendo aquello, pero se sintió culpable al ver en el rostro de Inosuke cierto detalle de confusión por la propuesta - Lo siento, no quise incomodarte, no debes aceptar si no quieres.

-No, está bien, podemos salir el día que tú quieras – Sonrió intentando romper con la tensión del momento, ¿Por qué había aceptado?, simplemente por creer que era una invitación amistosa, él nunca era así de ingenuo, de hecho, era el primero en malinterpretar las intenciones de otros, pero es que aquel hombre de cabellos castaños la causaba tanta calma apenas teniéndolo cerca que era imposible que le generara alguna sensación de incomodidad o desconfianza, además, solo lo había invitado a salir de manera amistosa y no había nada de malo en eso.