En el mundo hay pocas criaturas que se consideren enemigas como los vampiros y lobos, sin embargo, por la paz debían reunirse cada cierto tiempo por tratado, tierras o negociaciones de territorio, definir limites, cosas importantes que mantenían la paz evitando una guerra, derramar sangre inocente era innecesario.
Esta vez la razón de la reunión era para pactar un compromiso de paz entre ambas razas, la unión de ambas les proporcionaría paz y seguridad de que no habría una traición de ninguna de las partes. Ambos príncipes de ambas razas se vieron en la forzosa situación de contraer matrimonio les gustara o no.
El príncipe de los vampiros Song Lan, también conocido como Zichen, no estaba feliz, sin duda juraba que no tocaría a su esposo así fuera una belleza, era su enemigo natural, por ello lo aborrecería, que equivocado estaba.
Por su lado, el príncipe de los vampiros Xiao XingCheng se prometió que, aunque no pidió este matrimonio por el bien de su manada y de todos haría lo posible por llevarse bien con su futuro esposo, tener una relación cordial, le apenaba que no pudiera tener un heredero, pues un lobo solo se podía embarazar de su pareja destinada, pero trataría de ser feliz con la vida que la madre luna y su familia habían destinado para él.
Ambos se vistieron, resignados a sus obligaciones. Zichen se encontraba ya frente al juez esperando a quien seria su esposo, cuando lo vio entrar se quedo helado, percibió un dulce de vainilla que venia del lobo, quien traía un velo ocultando su rostro, sintió sus colmillos bajar debido al aroma, estaba excitado, aquello era vergonzoso por lo que solo aparto la mirada.
XingCheng cuando ingreso percibió el aroma flor de cerezo, dulce, embriagador, seductor, todo lo que quería era bañarse en ese olor, entonces su lobo le hablo "nuestro", mordiéndose el labio lo entendió la persona que lo esperaba al final de pasillo era su compañero, resistiendo el impulso de correr apuro a su padre a caminar mas rápido hasta llegar frente al juez. Le sonrió al contrario y ambos miraron al juez.
Ninguno escucho las palabras del juez perdidos en sus pensamientos, solo cuando el juez les hizo la pregunta que los uniría ambos respondieron "Acepto", firmaron y eso era todo estaban unidos para el resto de existencia.
Zichen quito el velo que cubría a su ahora esposo descubriendo que era mas que una belleza, su esposo era como uno de esos dioses que describían en los libros, "perfecto" fue lo que su mente pensó, tímidamente se acerco y beso de manera suave al otro sin profundizar solo un contacto de labios, se separaron y invitaron a todos a pasar a disfrutar de la celebración por el matrimonio.
La recepción fue algo tranquilo debido la tensión entre ambas razas, aun así, a su manera fue ameno. Al momento de que los novios debían retirarse, ambos estaban tensos, no querían quedarse a solas, sin excusas acataron la orden y se levantaron, despidiéndose de todo el mundo fueron hacia la habitación.
En la habitación el ambiente era incomodo, ninguno de los dos se animaba a hablar, XingCheng sabiendo que debía ser valiente después de todo si no aprendían a comunicarse su vida seria un infierno, hablo.
- Song Lan, eres mi compañero, eso dice mi lobo, necesitamos hablar – expreso el joven lobo.
- Zichen – fue toda la contestación que recibió.
- ¿Qué? – XingCheng estaba confundido
- Puedes llamarme Zichen, - suspirando el vampiro decidió poner de su parte – escucha tu también eres mi compañero, estamos atrapados como esposos, podemos hacer que esto funcione, pero debemos conocernos antes de llegar a algo más íntimo, eres un completo desconocido para mí.
- Te entiendo Zichen pienso lo mismo, también quiero ir poco a poco, conocernos – le dolió a XingCheng que el otro se sintiera prisionero de esto, pero era la verdad, después de todo, no les dejaron opción – tu mismo lo haz dicho ya estamos unidos por el tratado y somos compañero podemos hacerlo funcionar. – pensando en otra cosa menciono – sabes que los ancianos tanto de tu manada como de tu aquelarre esperaran que haya intimidad ¿que harás?
- Desnúdate, - ordeno Zichen a lo que el otro enrojeció de vergüenza, haciéndolo reír – ¿vergüenza? Tranquilo no te hare nada, podemos cansarnos de dos formas: hacemos ejercicio o nos toqueteamos un poco tu decides.
- Ejercicio – respondió XingCheng mas rojo que una cereza, elegir esa opción era lo mejor, como un lobo joven sus hormonas estaban alborotadas, si hacían algo no podría garantizar que no exigiría llegar hasta el final, aunque el otro no quisiera.
- Aburrido – refuto el otro, un poco frustrado, causando una sonrisa en XingCheng.
Ambos se desvistieron hasta quedar en ropa interior y se pusieron a hacer ejercicio hasta que estaban sudados y agotados, mientras conversaban de todo un poco, gustos, hobbies, etc. En ese corto tiempo pudieron conocer al otro, descubriendo que tenían muchas cosas en común. Una vez pensaron era suficiente se desnudaron y se metieron a la cama, continuaron conversando hasta que el sueño les gano, durmiendo abrazados.
Sin duda, aunque fueran enemigos ellos podrían hacerlo funcionar y cuando fuera el momento correcto reclamarse como compañeros.
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SongXiaoTober 2021
FanfictionEstas son pequeñas historias para la SongXiaoTober, del grupo secta SongXiao.