-Zayn... -Susurre mientras movía levemente su hombro para despertarlo.
No funciono.-Zayn..., despierta -Le dije en el oído.
Tampoco.Me encontraba arrodillada en el suelo recostada de torso para arriba en la cama tratando de despertar a Zayn sólo por un maldito antojo de un helado de Mc Donalds.
-Maldita sea Malik! Despierta -Está vez le dije más duro.
Tampoco.
Esta vez grite:
-Zayn!
Y por fin dio señales de vida.
-Qué? -Murmuró adormilado.
-Quiero un helado -Le dije.
El gruño y se dio la vuelta, dándome la espalda.
-Hey! -Me queje.
-Vete a la mierda.
-Acompañame, solo es un helado, luego puedes volver a dormir.
El solo giro la cabeza para mirar la hora y abrió los ojos como platos.
-Son las 4 de la mañana! -Se quejo.Y se volvió a dar la vuelta.
-No. Son las 3:55 Am -Le corregí.
-No iré, ve tu sola.
Maldito comercial de Mc Donalds que hizo que me antojara.
-Por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor -y dije unos treinta mas "por favor".
-Alice! Deja dormir, mañana tengo que trabajar -Dijo adormilado pero de mala gana.
-Mientras mas te demores en decir que si me acompañarás menos tiempo tendrás de dormir. Ademas, yo también tengo que trabajar mañana.
-Si? Que bien, mejor duerme.
-Imagínate un helado de Mc Donalds de oreo, con mucho chocolate y esa deliciosa crema que tienen y...
-Cuanto tiempo nos demoraremos? -pregunto cuando se dio la vuelta.
-Sólo vamos a comprar el helado y volvemos. Lo prometo.
-Eres una maldita convencedora.
*
-Dame las llaves -Le dije.
Ya habíamos comprado un helado para cada uno y ya nos íbamos de nuevo para "Casa".
-No! Yo conduzco -Se quejo.
-No. Tu conduciste de venida, yo de vuelta.
-Y que?
-Que es mi turno.
El rodó los ojos y me tiro los llaves.
-A casa -Me advirtió.
-No prometo nada.
Zayn me fulmino con la mirada y entro al lado del copiloto.
Lo que él no sabia era que se me había ocurrido una fantástica idea.Después de conducir y conducir, Zayn se dio cuenta de que no íbamos a casa.
-A donde vamos? -Se quejo -Alice! Debo trabajar mañana, no estoy para tus juegos y tengo demasiado sueño.
-Así confías en mi?
-Se que no vamos a casa, nuestro apartamento queda al otro lado de la ciudad.
-En eso estas en lo cierto, cariño. Pero, en serio te sorprenderás al ver a donde vamos.