Capítulo 14

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Incluso después del almuerzo, Johnny y el mayor de los adolescentes se quedaron en la cocina decidiendo los snacks que comerían en unas horas mientras veían películas, por eso no escucharon la discusión hasta que Haechan elevó la voz con exasperación.

—¡Yo te dije que estaba reprobando!

—Esto no es sobre tus notas y lo sabes —todo el azúcar en la voz de Ten había desaparecido, quedando un tono calmado, pero grave—. Estás castigado porque te escapaste de la escuela sin decirnos nada.

—Seguramente te gustaría que fuera más como Mark, ¿no? Pero solo me tienes a mí, arruinándolo todo. ¿Por qué me odias tanto?

—¿Cómo demonios preocuparme por ti es odiarte? Estás siendo demasiado altanero, Suh Donghyuck.

—¡No me llames Donghyuck! ¿Ya ves? No te gusto. ¿No hubieses preferido dejarme en la calle cuando era niño para no soportarme ahora?

—¿Cómo puedes decir eso? Haechan, no-

La pelea acabó con un ruidoso portazo que hizo saltar a Kunhang en su lugar. No había sido partícipe de la discusión ni había entendido muchas cosas dichas, pero quería llorar, no muy seguro de por qué exactamente.

No pudo moverse, todo su cuerpo estaba tenso como si se encontrara en una situación de vida o muerte, físicamente estaba a salvo, pero su mente se movía con rapidez con muchos escenarios en los que él acababa abandonado. De verdad quería llorar.

Cuando Ten ingresó a la cocina con los ojos enrojecidos y una mueca de cansancio, el chico a penas logró levantar la mirada, se forzó a hacerlo porque quería asegurarse de que lo que Haechan había dicho no era verdad.

Ten se acercó directamente a su esposo en busca de consuelo, quien lo recibió con un amoroso abrazo y le limpió los restos de las lágrimas recientemente derramadas.

—¿Qué sucedió? —Le preguntó con suavidad.

—Jeno tiene partido, le dije que su castigo dura veinte días y todo escaló desde ahí —respondió restregando su cara contra las manos de Johnny, haciendo una expresión de desagrado cuando olió detergente en ellas.

—¿Qué día es el partido?

—Viernes.

—Su castigo termina el miércoles.

—Exacto —rio, aunque se veía triste—. Estas peleas son demasiado agotadoras, ¿puedes ir a ver si te abre la puerta? Llévale algo de beber.

Johnny sirvió dos vasos con jugo, uno para su pareja y el otro lo llevó hasta la habitación de su hijo menor.

Kunhang trató de evitar la mirada del adulto, pero acabaron por encontrarse, hizo todo lo que pudo para esconder todas sus emociones, luciendo serio y lejano en los ojos de Ten.

—Ya casi domino las peleas con Channie, me pregunto cómo será discutir contigo.

Ten sonrió, pero no fue gracioso para él.

Él no era Haechan, a quien habían amado desde que era pequeño, no iban a deshacerse del rubio, pero si él actuaba incluso la mitad de odioso, podría significar su fin. No podía darse el gusto, debía a evitar con todo su ser cualquier tipo de altercado y asegurarse de cumplir con las expectativas de los adultos.

No fue capaz de quedarse cerca de ellos por mucho tiempo después de eso. Decidió tomarse una ducha con la esperanza de que sus músculos se relajaran un poco, pareció ser peor, los miles escenarios en los que él estaba en la posición de Haechan lo seguían asustando, todos acababan con palabras demasiado dolorosas y él tirado en la calle con nada más que una bolsa de basura con sus pocas pertenencias, perdiéndolo todo para siempre.

No pudo calmarse incluso después de ver desde el pasillo a Haechan y Ten acurrucados en una esquina del sofá, hablando sobre lo que harían.

—Pero yo quiero ver Shrek, solecito —se quejaba Ten con una voz infantil, abrazando con fuerza el cuerpo de su hijo.

—¡Papá! La hemos visto demasiadas veces —se quejó el rubio en el mismo tono—. Yo quiero ver Crepúsculo.

—No hemos visto Shrek con Hendery —insistió.

Haechan gruñó molesto.

—¡Seguro que ya la ha visto! —Exclamó, levantándose—. Iré a buscarlo, apuesto que quiere ver Crepúsculo.

Haechan se detuvo en su lugar al ver que el otro chico estaba a unos cuantos metros de distancia, mirándolo con una extraña expresión de confusión y un poco de tristeza, le sonrió como siempre al preguntarle qué película quería ver, pero Kunhang se estaba sintiendo un poco irritado. Mientras él tenía que esconder todo, Haechan actuaba como si la pelea de hace apenas unas horas no hubiese sido importante.

Sunflower | NCT/WAYVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora