Epílogo

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Hendery suspiró nuevamente, es todo lo que había estado haciendo desde muy temprano, sentado en su cama con un sobre cerrado en sus manos. Ten se lo había entregado en su primer cumpleaños siendo un Suh, pero no se había atrevido abrirlo en años.

—¿Jugamos? —Haechan asomó la cabeza, pero cambió la expresión al ver a su hermano mayor—. ¿Pasa algo?

El mayor lo pensó un poco antes de preguntar algo de lo que nunca habían hablado, pese a que había cuidado de él durante sus pesadillas y se hacía una leve idea.

—¿Alguna vez buscaste a tus padres biológicos?

Haechan caminó lentamente hasta sentarse a su lado, de repente viéndose nervioso.

—Sí, mis papás me ayudaron —contestó—. No encontramos nada de él, pero sí de ella. Ya me habían dicho que era adicta, verlo por mí mismo fue... muy shockeante. Ella entraba y salía de rehabilitación, cuando pudimos hablar me dijo que no sabía quién era mi padre, que realmente nunca me quiso, pero no había podido abortarme, así que me abandonó cuando pudo. Volví a verla poco antes de que llegaras, me dijo que no la volviera a buscar.

—Debió ser horrible.

—Lo fue, a veces me siento triste cuando lo recuerdo, pero también pienso que si las cosas hubiesen sido diferentes no estaría aquí, con mis padres, contigo, y no sería yo. Me gusta mi vida aquí así que está bien.

Se mantuvieron en silencio, en sus propios mundos, por algunos segundos.

—¿Estás buscando a tus padres? —Preguntó el menor finalmente.

—No —negó—. Lo intenté hace un tiempo, cuando era más pequeño, solo había una coincidencia y era una mujer que ya estaba muerta, no había más información de ella así que lo dejé.

—¿Por qué? Tal vez podrías rastrearla, dijiste que no sabías cómo habías llegado al orfanato, ¿no quieres respuestas?

Hendery negó con la cabeza, la verdad no estaba seguro de tener preguntas.

Ten había intentado darle respuestas, por eso le había dado el sobre.

Trataba de no pensar mucho al respecto y había funcionado porque habían pasado tres años, habrían pasado más si no lo hubiese encontrado de casualidad. Sin embargo, ahora estaba en sus manos y la conversación que había tenido con su papá resonaba en su cabeza.

Ten le había explicado lo mucho que había intentado buscar a algún pariente biológico cuando era más joven, como cualquier niño abandonado, pero ni él ni Kun encontraron algo que los acercara a su origen, hasta que Tern apareció en sus vidas mientras estudiaban en la universidad.

De alguna forma lo supusieron después de un par de interacciones y al hacerse una prueba de ADN descubrieron que eran medios hermanos, y juntos por fin obtuvieron respuestas que les rompieron el corazón; su madre había sido traficada desde China a Tailandia muy joven, había sido usada por mucha gente durante muchos años hasta que había muerto de una enfermedad no tratada, supusieron que así cómo ellos habían acabado en orfanatos habrían más hermanos, pero su búsqueda no dio coincidencias, así que siguieron con sus vidas, hasta que Ten conoció a Kunhang, quien lucía curiosamente similar a él.

El hombre había hecho la prueba de ADN en cuanto había podido y le entregó el sobre sin abrir al chico, quien sintió que todo le daba vueltas, mucha información para digerir, muchas emociones que sentir.

—Sin importar el resultado, tú y yo somos padre e hijo, ¿de acuerdo? El sobre está sellado porque quiero que tú tomes la decisión, pero no quiero que pienses que algo va a cambiar en la forma en que te trato o cuanto te amo según lo que diga eso. Hice esto porque es tu derecho saber sobre tu familia biológica, especialmente si tengo respuestas para darte, y si no estamos relacionados y quieres buscarlos, girasol, vamos a ayudarte —le había asegurado.

Hendery le creía, por supuesto que sí. Su padre no le había preguntado en todo ese tiempo por los resultados, ahora se sentía un poco egoísta porque seguramente también quería saberlo, pero realmente no tenía razones para mirar al pasado, hasta donde sabía su madre biológica estaba muerta fueran o no hermanos, y Ten no dejaría de ser su papá con o sin positividad, entonces no había razón para que él abriera ese sobre, decidió quemarlo sellado y no volvió a pensar en él.

Como era un girasol debía inclinarse hacia donde le llegara el sol, la calma y la felicidad, por el momento encontraba todo eso trabajando con su papá en la academia de danza, cocinando con su otro papá, jugando con su hermanito, visitando universidades y cursos de vocación profesional con Mark y Lucas, acompañando a Sungchan a sus partidos y volviendo a tener citas con Xiaojun.

Todo se sentía bien, en el lugar correcto. Suh Hendery se sentía pleno, como si pronto fuese a convertirse en un girasol tan cálido que podría confundirse con un sol, como el resto de su familia.


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Estoy tan triste de que esto sea el final. Ni siquiera es lo mejor que he escrito y en realidad odio mucho esta historia al punto que quise dejarla muchas veces o solo eliminarla por completo, pero le agarré mucho cariño a este Hendery y a este Ten. Pienso que algún día voy a mejorarla para poder amarla por completo, pero por ahora este es el final

Hay un regalito que subiré dentro del mes 💚

Sunflower | NCT/WAYVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora