Capítulo 28

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Hendery se extrañó cuando Haechan, que había corrido hasta la casa, regresó sobre sus pasos con una mueca de estupefacción, completamente diferente a las risas que había estado soltando todo el camino desde que salieron de la escuela. El mayor siguió avanzando con intención de abrir la puerta que el menor acababa de cerrar, pero el rubio lo detuvo tirando de su muñeca.

—Están peleando —le informó con un hilo de voz.

Hendery titubeó con la mano en la puerta, podía escuchar movimiento dentro de la casa, así que le creyó. Decidió que deberían alejarse, Haechan parecía muy afectado como para enfrentar lo que fuera que hubiese escuchado.

Caminaron en silencio hasta el parque del vecindario, su hermanito parecía estar a punto de llorar, y él no estaba seguro de cómo se sentía, ¿por qué razón estarían discutiendo sus padres?

—Si se divorcian... ¿crees que nos separen? ¿Tú te irías con Ten y yo con... Johnny? —Murmuró Haechan, agobiado.

—No van a divorciarse —rebatió.

—Ellos nunca pelean, algo está mal.

Quería seguir insistiendo para tranquilizarlo, sin embargo, a él también le parecía extraña la situación. Llevaba viviendo con ellos más de un año y nunca los había visto más que siendo amorosos, como mucho molestándose, pero incluso eso parecía romántico por la forma en que se comportaban, nunca los había visto ni siquiera enojados con el otro, parecía que siempre estaban en perfecta armonía.

—Estoy seguro de que no es tan grave como crees —terminó por decirle—. Preguntémosles cuando regresemos.

Haechan no cambió la expresión de abatimiento, se estaba mordiendo la uña del pulgar con ansiedad. Hendery no quería seguir hablando del tema, temía que sus pensamientos siguieran el mismo camino que los del menor.

—Llamemos a Jun grande y a Jun pequeño —le ofreció—. ¿No querías una cita doble?

Haechan sonrió con sinceridad, sin embargo, no logró llegar a sus ojos. Aunque el panorama le gustaba, debería estar en casa contándoles a sus padres sobre la racha de buena suerte que había tenido durante todo el día, no en una cita con su amigo y el novio de su hermano.


—No —afirmó Johnny con los brazos cruzados, le tomó mucho trabajo mantenerse en su lugar, a unos pasos de su pareja mientras lo veía al borde de las lágrimas—. La respuesta es no, Ten. Ya habíamos hablado al respecto, ¿por qué estamos teniendo esta conversación otra vez?

—Porque quiero un bebé, ¿no lo entiendes? —Respondió elevando ligeramente la voz, ya cansado de repetirlo—. ¿Puedes pensarlo un poco?

—No quiero otro hijo, mucho menos un bebé —refutó—. Amor, esto no va a llegar a nada. Estábamos de acuerdo la última vez, ¿qué pasa?

Ten apretó los labios para evitar que temblaran. Se sentía tan frustrado, sentía que Johnny no estaba escuchándolo, había hecho el comentario con la mejor de las intenciones y ahora estaban en medio de una discusión.

—¡Hendery se irá a la universidad y Mark también, al siguiente año se irá Haechan! Y yo me quedaré solo...

Johnny parpadeó con incredulidad, se lamió los labios y ladeó la cabeza procesando lo que acababa de escuchar porque no tenía sentido.

—¿Solo? ¿Cómo que solo? Ten, ni siquiera hemos hablado con Hendery sobre la universidad, falta más de un año para eso, no deberías asumir que se irá, y si se fuera, ¿cómo demonios vas a quedarte solo? ¿Qué hay de mí?

—¿Tú? —No pudo evitar reírse secamente, las primeras lágrimas arrastrándose por sus mejillas aparecieron—. ¿Dónde has estado el último mes? Teníamos un trato, Johnny, una rutina para no tener exactamente este problema. Coordinamos nuestros horarios por tantos años ¿y ahora de repente estás llegando de dos a tres horas más tarde y trabajas los sábados? ¿Qué demonios se supone que debo pensar sobre eso?

Sunflower | NCT/WAYVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora