Todo su cuerpo estaba mal. Temblaba y se sentía nauseabundo, quería arrancarse la cabeza. Necesitaba gritar, pero no estaba seguro de que estuviese respirando.
Había corrido en busca de aire y cuando sus pies se detuvieron, no pudo sostener el peso de cuerpo.
Era demasiado.
Había ruido en sus oídos y la tensión en sus músculos era dolorosa. Necesitaba que todo el mundo se quedara quieto para que él pudiera respirar una vez más, para poder entender por qué sentía que estaba cayendo sin poder sostenerse de nada.
El mayor de la pareja Suh lo encontró hecho una bolita, con los dedos enredados en el cabello, tirándoselo. Se balanceaba constantemente mientras tomaba bocanadas profundas y desesperadas de respiración, como si se ahogara.
—Kunhang —le habló con la voz quebradiza. El chico no respondió—. Hendery, estoy aquí.
El adolescente dejó salir un gimoteo lastimero, Johnny se acercó los últimos pasos y le tocó el hombro, llamando su atención. Ver los ojos aguados, los labios rotos y la expresión de miedo mezclada con desesperanza en el chico le rompió el corazón.
Incluso cuando lo tuvo frente a él, Kunhang tardó en procesar que la silueta era Suh Johnny, una vez que lo supo finalmente lloró. Se sentía tan triste, solo y asustado, se odió por dejar que el adulto presenciara la escena, no había forma en que lo quisiera ahora que lo había visto comportándose de esa forma, tan infantil y tonto.
—Está bien, girasol —trató de consolarlo Johnny—. Te prometo que todo está bien.
—¡No! ¡No lo está! —Gritó con voz ronca por todas las emociones desbordándose—. Odio esto, quiero que pare. Quiero regresar, ¡ya no quiero estar con ustedes! Por favor, por favor.
Sus pensamientos eran un desastre y solo podía reconocer el cansancio. Vivir con ellos era demasiado agotador, estaba harto de sentir que casi era parte de la familia, pero, al mismo tiempo, casi podía perderlo todo en cualquier momento.
Extrañaba los días en las que su mayor preocupación era qué haría una vez fuera mayor de edad, cuando no sabía de la existencia de los Suh. Solía ser mucho más fácil porque conocía su alrededor, sabía qué esperar y cómo enfrentarlo.
Johnny no hizo nada más que acariciarle el hombro, tratando de ocultar la opresión en su pecho y las lágrimas. La prioridad no eran sus emociones, sino las de su niño.
Cuando el chico logró calmarse lo suficiente para respirar, Johnny lo llevó hasta la tienda de convivencia más cercana para comprarle agua. Mientras Hendery se hidrataba, llamó a su pareja para avisarle del paradero y estado del niño.
Kunhang lo vio a unos metros de distancia con una expresión de duda. No se arrepentía de haberle gritado, en verdad odiaba la sensación asfixiante que sentía en aquella casa, pero un parte de él quería correr hacia Johnny para recibir una amorosa mano desordenándole el cabello, eso lo molestó, porque no tendría nada que extrañar si lo hubiesen ignorado ese día en el orfanato. Todo era culpa de ellos.
—¿Cómo te sientes, girasol? —Le preguntó una vez que la llamada acabó—. ¿Qué necesitas?
—Quiero- —comenzó, pero se detuvo apenas se dio cuenta de que diría "ir a casa", él no tenía una casa—. No estaba mintiendo, quiero regresar al hogar.
Alcanzó a ver la tristeza en los ojos de Johnny pese a que su expresión se mantuvo calmada, solo mostrando la preocupación inicial.
—Está bien, príncipe —asintió con una sonrisa comprensiva—. Hablaremos de esto cuando regresemos, ¿te parece? Lo solucionaremos.
El camino a la casa fue silencioso y lento, ninguno de los dos parecía tener ganas de llenar los vacíos pese a lo ruidosas que estaban sus cabezas por las cosas que debían ser dichas.
Ten recibió al chico con un abrazo apretado, diciéndole lo mucho que se había preocupado. Kunhang lo empujó lejos, lo último que necesitaba eran más muestras de cariño que le hacían difícil mantener la decisión que impulsivamente había tomado.
Corrió al baño sin levantar la mirada, no queriendo saber la expresión que el adulto había puesto al ser rechazado. Si estaba enojado, si estaba triste, si no le importó, cualquiera de las opciones lo haría sentir más miserable.
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Sunflower | NCT/WAYV
FanfictionUn verano soleado, un chico asustado y una familia con mucho amor para compartir. ↪Secuela de Sunshine. ↪Casi 10 años después del epílogo de Sunshine.