CAPÍTULO 25

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HOPE

-¡No quiero volver! -se queja por millonésima vez Summer.

-Summer llevamos dos semanas de vacaciones, creo que es suficiente descanso -exclamo.

Mi amiga es muy trabajadora, pero a veces puede ser la persona más vaga del planeta. Sobre todo cuando está de fiesta y tiene que volver al trabajo.

¿Y qué? Aunque hubieran sido solo dos días estaría igual de mal -me dice y me hace reír. Vaya tía.

-Summer, te recuerdo que eres propietaria y chef de un restaurante, tienes que volver -le recuerdo.

-Oh, es verdad -dice como si nada.

Yo niego con la cabeza mientras me río y sigo haciendo la maleta. He tenido que comprar más ropa, sobre todo pantalones porque me ha crecido el vientre y hay prendas, especialmente pantalones, que ya me aprietan.

-Acuérdate de meterlo todo, siempre que vamos de viaje te dejas algo y tenemos que volver -le digo.

Ella me mira y de repente me sonríe.

-Mírate, en plan madre -me dice burlona y yo bufo.

-Anda, acaba de hacer el equipaje que tenemos que irnos en una hora -reclamo y ella rueda los ojos y sigue haciendo la maleta.

-¡No me metas prisa! -me grita divertida.

Estamos en nuestra habitación de hotel, haciendo las maletas el último día a última hora porque Summer quería disfrutar todo hasta el final, y ahora vamos con prisas.

-Yo ya estoy, faltas tú -le digo mientras me tumbo en la cama.

Desde la cama la veo correr de un lado a otro de la habitación, haciendo la maleta. Cuando acaba de hacer las maletas pagamos y nos vamos.

-Dios, me muerdo de ganas de llegar a casa -digo cuando bajamos del avión, estoy muerta de cansancio.

-Sí, necesito una ducha -dice Summer igual de cansada que yo.

Una vez tenemos las maletas salimos del aeropuerto y cogemos un taxi y llegamos a casa en nada. Ninguna se molesta en decir nada, simplemente nos tiramos al sofá. Al parecer me duermo poco después de tumbarme en el sofá y me despierto un rato después muerta de hambre. Mi amiga ya no está en el sofá, al ser de noche supongo que se ha ido a dormir. En cuanto tengo el estómago lleno, hago lo mismo.

Al día siguiente bajo a desayunar y Summer aún no se ha despertado, así que me hago comida solo para mí. Cuando acabo subo a ka habitación y me pongo a deshacer la maleta, tengo mucha ropa que lavar.

-Vaya, no pierdes el tiempo -dice Summer detrás de mí, haciendo que me sobresalte.

-Hola, dormilona -le digo con burla y ella rueda los ojos,

-Cállate, estaba muy cansada -me dice y yo me río.

Me acerco a ella y le pellizco las mejillas.

-Ay, mi pequeña bella durmiente -le digo sin soltarle las mejillas.

-Te libras porque estás embarazada -me dice señalándome con su dedo y yo riendo la abrazo.

-Me quieres de todas formas -canturreo y ella ríe devolviéndome el abrazo.

-Sí, te quiero -me dice finalmente -. Ahora vístete que vamos a almorzar con Ada.

-Voy, mandona -me burlo y ella se queja por el mote.

Unos minutos más tarde ya me he duchado y me he puesto un vestido ajustado de color rosa claro con unas bambas blancas, me hago una coleta alta y por último me maquillo con un poco de base, corrector, colorete y un eyeliner fino y me pinto los labios de color rosa claro.

On dutyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora