On duty

EXTRA: PARTO

HOPE

— Estoy enorme —me quejo mientras me acaricio la barriga.

—Nena, estás embarazada y hermosa —contesta Keith acabando de ponerse la corbata.

Estoy embarazada de nueve meses, y desde hace casi tres meses que me encuentro hinchada y dolorida, por suerte Keith ha sido paciente conmigo y me ayuda en todo lo que puede. Es por eso que ya estoy arreglada y estirada en la cama esperando a que él acabe.

—Si tú lo dices... —replico.

—Pues sí, lo digo yo —me dice con paciencia mientras se agacha frente a mí y me pone los zapatos —. Ya está.

—¡Nos vamos de boda! —exclamo emocionada.

Una vez llegamos al lugar donde se celebra la boda voy directa a la habitación donde se encuentra la novia, debo ayudarla, después de todo soy la dama de honor. Keith también va a la habitación del novio, ya que él es el padrino.

—¡Hola! —saludo.

—Hope, que bien que estés aquí. ¡Estás hermosa! —exclama Summer, a quien estás peinando.

—Gracias —contesto —.¿Hay algo que quede por hacer?

Ella niega y yo no pierdo el tiempo en sentarme en un cómodo sillón.

—No me creo que te vayas a casar —digo con lágrimas en los ojos.

—¡Yo tampoco! —contesta y ambas nos reímos.

Una hora después ya estamos todos viendo a la novia caminar por el altar. Summer está preciosa, lleva un vestido blanco de manga larga, es de seda y estilo sirena. Lleva el pelo recogido en un moño bajo y el velo enganchado a este.

—¿Estás bien? —pregunta preocupada Ada cuando ve que me froto la barriga.

—Sí, todo bien —contesto aunque no estoy tan segura, estoy empezando a sentir contracciones suaves.

He estado teniendo de esas desde hace tres o cuatro días así que no me preocupa.

—¿Carson Hendricks recibe usted a esta mujer para ser su esposa, para vivir juntos en (sagrado) matrimonio, para amarla, honrarla, consolarla y cuidarla, en salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas? —pregunta el sacerdote al novio.

—Sí quiero —contesta él sin dudarlo.

Otra contracción más fuerte me atraviesa, e intento que no se me note. Por supuesto que Keith lo nota ya que me está mirando.

—¿Summer Holt recibe usted a esta mujer para ser su esposa, para vivir juntos en (sagrado) matrimonio, para amarla, honrarla, consolarla y cuidarla, en salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?

—Sí quiero.

—Puede besar a la no... —. El sacerdote no ha acabado la frase y Carson ya está besando a Summer.

Todos aplaudimos y luego los novios firman el acta de matrimonio y luego Keith y yo, ya que somos los testigos.

Otra contracción.

En cuanto acaba la ceremonia mi hombre se me acerca.

—¿Estás bien? —pregunta preocupado.

—Sí, todo bien. Solo estoy teniendo contracciones leves, no hay nada de que preocuparse —contesto.

—Nena, debemos ir al hospital... —empieza a decir pero le interrumpo.

—Estoy bien, y no me voy a perder la boda de mi mejor amiga —declaro.