CAPÍTULO 8

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HOPE

Tanto Susie como yo nos encontramos en el club que ha estado en silencio durante horas debido a que los chicos han salido hacía el hospital a visitar a Winston o a trabajar. Aunque los médicos nos han dicho que está bien, pero no dejo de preocuparme y es que de alguna extraña y retorcida manera siento un vínculo que no puedo explicar, y que no siento con ninguno de los otros chicos, a pesar de que mantengo una buena relación con todos ellos. Y eso me perturba un poco, y que no se me malinterprete, no siento un aprecio amoroso hacia él, es más bien un amor fraternal.

Susie y yo decidimos quedarnos, ya que alguien debe de cuidar a Jackson, y yo me quedo porque sé que Susie necesita a alguien que le calma los nervios. Y acierto ya que parece que le va a dar un ataque de nervios. Y es que sé que hasta que Winston no vuelva del hospital Susie no se va a quedar tranquila. Pero esto es demasiado, él está bien.

-¡Por dios Susie! -exclamo yo al ver que suelta improperios.

Al ver que no para, decido ir a la cocina y prepararle un té relajante mientras pienso en que menos mal que Jackson está en su hora de la siesta y no está viendo el espectáculo que está montando Susie. Unos minutos después ya tengo el té hecho y me dirijo de nuevo al salón para hacerla sentar en el sillón y que se beba lo que le he preparado. Yo por mi parte aprovecho para trabajar un poco, no obstante, la llamada de los chicos me interrumpe.

-¿Si? - pregunto nerviosa.

-Hope, hola -saluda Carson.

-Carson ¿Qué tal? ¿Cómo está Winston? -le pregunto.

-Bien, el médico ya ha revisado a Winston -me contesta.

-Genial ¿Qué os han dicho? -pregunto.

-Pues sigue teniendo una contusión, pero nada más. Por lo demás todo bien -me contesta y me deja tranquilo.

-Gracias, se lo voy a decir a Susie. Que la pobre se está subiendo por las paredes -le digo y escuche una risa de su parte.

-Ya me imagino, cuando se trata de alguno de nosotros ella se preocupa demasiado -me dice.

Han pasado dos días y Winston sigue en el hospital y los chicos siguen investigando quien ha sido, ya que Winston no vio sus caras. Por mi parte, me encuentro estirada en el incómodo sillón de la habitación de hospital. Tengo los ojos cerrados porque tengo la esperanza de dormir para poder matar un poco el aburrimiento.

-¿Entonces está todo bien? -escucho que pregunta Tyrone, que acaba de entrar a la habitación.

-Sí. Winston está bien, mejor de lo que esperamos. Si sigue evolucionando así de bien, mañana le daremos el alta -le contesta el doctor, que es la persona con la que está hablando Tyrone.

-Y... ¿Nina cómo está? -hace otra pregunta Ty. Quiero fruncir el ceño, pero no quiero delatarme.

-No hay cambios y no podemos hacer nada hasta que no pagues lo que debes y lo sabes, lo siento -dice el doctor con pesar.

No obstante, yo solo puedo pensar en quién demonios es Nina y qué tiene, y por último, cuánto debe Ty para que no atiendan a la tal Nina.

-¡No tengo diez mil dólares! -exclama él entre enojado y frustrado.

-Lo siento -. Es lo único que contesta el doctor.

-Si mi hermana se muere, espero que por lo menos quede en tu conciencia, capullo -le dice furioso.

Dicho esto supongo que el doctor se retiró, ya que la habitación se queda en silencio y solo se escucha la respiración agitada del motorista. Espero unos minutos antes de abrir los ojos y hago como si me acabo de despertar.

On dutyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora