15.

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Mar no tenía ni idea de que ponerse, jamás había salido con un chico a dar una vuelta por la ciudad y mucho menos con su guardaespaldas.

No había recibido más llamadas de Ezra desde aquel día y tampoco es que tuviera la intención de hablar con él.

Estaba molesta.

— ¿Un vestido? ¿Una falda? ¿Pantalones? — bufó y se puso las manos en la cara — ¿Por qué tiene que ser tan difícil escoger algo para ponerme?

Tenía la cama llena de ropa y el suelo de zapatos.

Aún tenía mucho tiempo para escoger que ponerse y ducharse, incluso podría charlar con Sasha sobre lo que fuera en ese rato restante, pero así era ella, un manojo de nervios.

" ¿Y si Ezra nos ve?" Sacudió la cabeza al pensar aquello y quiso olvidarse de él. "Si él sale con sus amigas yo también puedo quedar con Jimin para ver la ciudad"

Estaba agobiada, sabía que podía hacer lo que quisiera, pero después las consecuencias si los veía serían peores. Capaz era de insultarla o hacerla sentir culpable y podía hacer daño a Jimin, y ella no quería eso.

Después de pensarlo bien y probarse varias prendas decidió lo que ponerse y comenzó a darse una ducha para no perder más tiempo.

Mientras tanto, el señor Kim cocinaba con su esposa un pastel.

— ¿Crees que debería haberle puesto más mantequilla?

— Que va querido, está perfecto así. — dijo la señora Kim metiendo el pastel en el horno y limpiándose las manos.

Su esposo se sentó en una de las sillas del comedor y suspiró agobiado.

— ¿Algo va mal en el trabajo? — la mujer se sentó a su lado y le puso una mano en el hombro sonriendo.

— Más o menos...Es sobre ese muchacho, el novio de la señorita Mar. — al escuchar el nombre de Mar la señora Kim puso más interés en saber que había pasado. La quería mucho.

— ¿Novio? ¿Ese chico del que me habló?

— Sí, ahora salen juntos pero sinceramente no creo que duren mucho. Ese chico es un mujeriego y un problemático, ha golpeado al señor Park.

— ¿El guardaespaldas? — la señora Kim estaba sorprendida, Mar siempre hablaba bien de Ezra. Quería lo mejor para ella, pero ese chico no lo era en absoluto. Kim Won-hae asintió y rodó los ojos.

— Tuvieron una discusión porque Ezra no quería ni quiere que el señor Park esté cerca de Mar, algo sin sentido. Después de eso le golpeó en la mejilla y me llevé al chico a la oficina para darle hielo o algo para bajarle la inflamación. — suspiró de nuevo y miró a su esposa — Ya no sé qué hacer con él. Como ha agredido a un empleado y ha hecho más cosas lo más adecuado es despedirle, pero el problema es Mar.

— Cariño, seguro que Mar no quiere que lo despidan. Pero si ya ha golpeado a ese muchacho puede hacer cosas peores, ¿no has dicho que había hecho varias cosas más? Lo mejor para la empresa y para ese joven es despedirle y alejarle de Mar, sintiéndolo mucho por ella. — puso una mano encima de la de su marido y lo miró decidida. Ambos querían lo mejor para ella y para la empresa, si tener a ese chico cerca dificultaba el trabajo lo mejor era quitarlo de en medio, era un pensamiento mutuo.

— Tienes razón. Además, está haciéndole daño a Mar.

— ¿Daño?

El señor Kim le contó a su esposa todo lo que Ezra le decía a Mar sobre su cuerpo y cómo la controlaba. La chica se lo contaba a su secretario porque era la única persona que tenía como un padre y encontraba consuelo en sus palabras y acciones.

Mi ángel guardián Donde viven las historias. Descúbrelo ahora