— ¿Qué tal si vienes a mi casa a desayunar hoy? Me dijiste que tenías la mañana libre hasta la hora de comer — dijo Sasha al otro lado del teléfono.
A pesar de tener bastante trabajo que hacer, le dejaron la mañana libre a Mar, y Sasha aprovechó para sugerirle ir a su casa ya que hacía tiempo que no se veían. Necesitaban hablar de muchas cosas y desayunar juntas era una buena idea, así que después de reflexionar en silencio Mar contestó.
— Me parece buena idea, deja que me vista y voy. — se oyó una risita al otro lado del teléfono y Mar sonrió.
— Te veo en un rato. — después de decir aquello colgó la llamada y Mar comenzó a vestirse.
Iba a comer en el trabajo ya que no le daría tiempo de hacerlo en casa, además tenía ganas de ver a Logan. Después de su primer encuentro cada vez que Mar bajaba a por un batido o algún capricho él estaba ahí, así que charlaban de vez en cuando y estaban empezando a coger confianza.
Una vez que Mar se vistió y cogió todo lo q necesitaba salió de su casa y llamó al timbre del hogar de su amiga, la cual le abrió rápidamente y un olor a tortitas inundó sus fosas nasales.
— Como sigas dándome de desayunar cosas así voy a engordar más. — dijo Mar sonriendo.
— ¿Engordar tú? Estás preciosa, no sé quién te ha dicho eso. — Ambas pasaron y se sentaron en el sofá para comer— Además, no comes tortitas todos los días.
Mar guardó silencio un momento, no quería admitir que Ezra le había dicho que no comiera ese tipo de cosas y que sus piernas eran gordas porque si no Sasha se enfadaría. A Mar le seguía gustando el chico y aunque algunas actitudes le molestaban ella seguía empeñada en intentar algo con él.
"Quizá sea porque es verdad lo que dice, debería adelgazar"
Ezra había empezado a aparecer en sus pensamientos con sus ojos tan bonitos y su sonrisa ladina, ella no podía evitarlo.
— Tierra llamando a Mar, ¿vas a comer?
Ella sacudió la cabeza haciendo desaparecer sus pensamientos y asintió. Sabía que a Ezra no le gustaría verla comer eso y mucho menos vestir ropa tan corta. Hoy se había puesto una falda dejando ver sus piernas, aquellas que le parecían gordas y feas desde hace poco tiempo.
En su cara de disgusto se podía notar que no quería comer ni mostrar sus piernas, se había vestido tan rápido que no pensó en cómo se veían sus piernas, pero al quedarse mirándolas lo descubrió.
— ¿Qué te pasa?
— Es que creo que...tienen mucho chocolate. — mintió.
— ¿Me ves la cara de estúpida? Esas tortitas no tienen nada por encima, te he dejado el sirope para que te eches lo que quieras. — Se quedó viéndola fijamente —No me mientas.
— Lo que me pasa es que creo que debería cambiarme y no comer tantos dulces.
Sasha la miró de arriba a abajo y se quedó pensando un momento.
— Yo te veo genial, me gusta mucho lo que llevas puesto. Y por lo de comer, que yo sepa siempre te veo comiendo saludable, así que por una vez que desayunes tortitas no vas a ponerte como una ballena. ¿Alguien te ha dicho algo, verdad? Dime quien.
— Nadie me ha dicho nada, solo que Ezra quizá me haya dicho que mis piernas... — se quedó pillada al notar la mirada asesina de su amiga. A Sasha no le caía nada bien Ezra, conocía a una chica que había salido con él y la engañó con otra. Además de que Mar le contó cómo había tratado a Logan cuando sólo estaban hablando. No le hacía gracia ese chico y sabía que era una mala influencia para ella. — Dijo que estaban gordas y que no me vistiera así, y otro día me dijo que no comiera tanto o iba a engordar.
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Mi ángel guardián
RomansaMar es la directora de la empresa de videojuegos más grande de su ciudad. Vive con su padre en una humilde casa donde ambos intentan conservar la poca felicidad que les queda después de que su madre se marchase de casa. Todo cambiaría cuando las a...