CAPÍTULO 15

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María José

Lógica latinoamericana:

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Lógica latinoamericana:

¿Madrugar a trabajar? No, gracias.

¿Madrugar a pasear?. Claro que sí.

Es mas, la pregunta ofende, sin miedo al éxito.

Finalmente llegó el día. Me levanté a las 3 de la mañana, obviamente.

Estaba dichosa.

Mi corazón rebosaba de regocijo.

Cante y baile en el baño sin importarme que Zac me escuchase, hasta ignore sus miradas burlonas cuando casi caigo por las escaleras por estar bailando mientras bajaba mis maletas.

Voy a ver a mis papás y eso me tiene muy emocionada.
Nada me puede arrebatar la felicidad que siento en este momento.

Los he extrañado mucho y no veía la hora de ir a Colombia y que me estrechasen entre sus brazos.

Hablar con mamá, contarle mis cosas, escucharla hablar sobre su labor en el hospital, hacernos mascarillas, cocinar juntas, cantar juntas, bailar juntas, peinarnos juntas...

¡Oh! y papá...

Contaba los días para inhalar el dulce perfume de papá, caminar por las mañanas escuchando sus sabios consejos, juguetear juntos por los cafetales, comer fritanga a escondidas de mamá, leer juntos, ver películas juntos, tomar café juntos...

Se me aguaron los ojos.

Los he extrañado muchísimo, y cada que me voy acostar pienso en ellos y en la falta que me hacen.

Soy hija única y siempre fui muy apegada a ellos porque más que mis padres eran mis mejores amigos, los amo mucho más de lo que les puedo expresar.

En Colombia solo los tengo a ellos, son lo que más añoro de allá, no soy tan allegada al resto de mis familiares.

Siempre fuimos nosotros 3 contra el mundo, mi pequeña familia era mi burbuja de protección, mi lugar seguro, en este mundo hostil.

Podría pasar por la situación más dura, pero con un abrazo de ellos sentía que los problemas ya no eran tan grandes porque los tenía a ellos a mi lado, ofreciéndome su amor, su apoyo y su protección.

No me permito llorar.

Tienes que estar feliz. ¡vas a verlos en menos de 24 horas!
Ese pensamiento deshizo el nudo que se empezaba a formar en mi pecho y otra ola de regocijo recorrerme entera.

Puse mi sonrisa más radiante, cargada de alegría me acomode sobre la cómoda silla.

Estamos en el Aeropuerto Internacional Kingsford Smith de Sídney, en la sala de espera, solo estábamos esperando a que nos llamarán para abordar.
Ha pasado una semana desde la gala de nocturna, el dia siguiente me fui muy temprano de de vuelta a casa solo le deje un mensaje de texto a Zac explicando que debía de volver de forma inmediata porque después no tendría tiempo de empacar lo necesario para nuestro viaje, cosa que no era del todo cierta pero tampoco era una total mentira.

Fake or genuine: Una Latina en AustraliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora