CAPÍTULO 18

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María José

Estamos sentados en el césped terminando de degustar un delicioso sancocho, que más bien parece un ajiaco por la cantidad de papa que le echo mi tía Tatiana, boyacense tenía que ser

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Estamos sentados en el césped terminando de degustar un delicioso sancocho, que más bien parece un ajiaco por la cantidad de papa que le echo mi tía Tatiana, boyacense tenía que ser.

En fin, está rico y no me puedo quejar.

Mi tío Pablo fue el primero en terminar de comer y está acostado en una manta que colocó sobre el césped, porque va a echarse un motoso* en sus palabras, es decir que va a tomar una siesta antes de meterse al río a nadar.

El abuelo se está tomando el agua panela a "escondidas", o al menos eso cree porque estoy segura de que no solo yo lo he visto, pero qué más da, que sea feliz.

Valentina está chicaneando en redes sociales, le ha tomado más fotos a la cascada de las que yo le he tomado en las veces que he venido, y esas son muchísimas fotos, estoy más que segura de que ya las debió haber subido a todas sus redes sociales.

Victoria sigue concentrada en su celular, mi tía Margarita va por los caminos del tío Pablo, supongo que la madrugada le afectó, la he visto cabecear un par de veces.

Mamá y papá están charlando muy a gusto. Veo como mamá se levanta, de un momento a otro, y juguetea pasándole por el lado, haciéndole mofas, a papá quién la mira visiblemente divertido y palmea el espacio a su lado indicandole que se siente, pero mamá le saca la lengua y arranca a correr, papá dice algo que no alcanzo a escuchar porque están un poco lejos y se levanta rápidamente, la agarra por la cintura y le da vueltas en el aire.

Lucen como una pareja de enamorados, casi como un cliché de un libro romántico, y me encanta, realmente desearía...

-¿Es un lugar privado? - la voz de Zac, me saca de mis ensoñaciones y aparto la vista de la adorable escena que protagonizan mis padres para fijar mi total atención en él.

-¿El qué?- pregunto confundida.

-La cascada.- señala.

-¿Por qué lo dices?- ladeo la cabeza confundida.

¿De dónde sacó esa conclusión?

-Somos los únicos aquí.- puntualiza.

-No, es un lugar público, se encuentra ubicado en el predio de un particular, el señor Henry, pero las cascadas son públicas.- le explico- Don Henry, el dueño de la finca ¿te acuerdas?

Asiente - ¿El señor de los perros que tu papá saludó cuando íbamos entrando? ¿Dónde parqueamos las camionetas? - deduce.

-Ese mismo, es un señor muy amable y además es consciente de que tiene el deber legal de servidumbre de paso, - me excedo en los términos jurídicos y le explico a Zac quien me mira divertido- Es decir, que debe de permitir el libre tránsito de personas por su predio porque es necesario atravesarlo para llegar a las cascadas. ¿Me entiendes?

Fake or genuine: Una Latina en AustraliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora