Intercultural 1
Una latina en Australia, María José Castillo, era colombiana, pero no ✨COLOMBIANA✨, su apariencia física mucho distaba de mujeres colombianas exitosas, hermosas y mundialmente reconocidas como Shakira, Paulina Vega y Sofía Vergara...
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El jueves me levanté a las 5 de la mañana, un poco ansiosa.
Por el temor de quedarme dormida y no recibir el mensaje de Zac, no pude volver a concebir el sueño.
Me dediqué a limpiar la casa con música de planchar de fondo estaba cantando a todo pulmón Rosas de La Oreja de Van Gogh.
Cuándo me llega una notificación que hace que casi corra y lo tome expectante.
Bombón misterioso
Mándame tu ubicación.
< ¿Qué fue eso?, ni siquiera un "Buenos días" ¡qué tosco!> , pienso.
Yo Hola, buenos días. Adjunto ubicación.
Bombón misterioso
A las 8 paso por ti. Lleva ropa de cambio. Yo ¿Ropa de cambio?
Bombón misterioso
Sí, por lo menos 8 camisas diferentes, un pantalón que vaya con todas y un bikini. Yo ¿Qué? ¿Para qué?
Bombónmisterioso
Confía en mí. Voy en media hora.
< ¡MEDIA HORA! ¿En qué momento? Ni siquiera he desayunado. Tranquila Majo piensa... la ropa. ¡Si! la ropa primero>
Abro mi armario y saco la primera maleta que encuentro.
Tras 15 minutos de desordenar todo lo que había arreglado y tener todo el armario en el suelo logré meter unos 12 cambios de ropa por si acaso y un vestido de baño enterizo porque de ninguna manera iba a mostrar mi cuerpo a nadie, pensándolo bien, más que un vestido de baño parecía un traje de buzo, pero que más daba.
Me metí rápidamente al baño para no perder más tiempo, pero como soy yo, me puse a cantar y perdí la noción del tiempo.
Estaba sacándome el acondicionador cuando el timbre sonó por encima de la música.
En ese momento me acordé del mensaje de Zac y me sequé rápidamente las manos con la toalla para poder agarrar bien el celular.
Cuándo vi la hora eran las 8 y 10 entonces hice lo más lógico, lo llamé.
-No, no. ¡Ya estoy lista!, ya voy saliendo- miento y salgo como una loca del baño dándome un golpe con la taza del baño justo en la tibia, que me dejó presa del dolor por la brusquedad del movimiento.
