28.-Pensamiento

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“La esperanza de equivocarnos”

Desperté en una habitación elegante.

Está se parecía muchísimo a la de una mansión.

Con sus esculturas y cuadros finos y todo lo relacionado a la antigüedad.

Me dolía la cabeza.

Sentía una gran incomodidad.

Me pare de la lujosa cama en la que estaba.

Mi vestimenta era un tanto formal pero a la vez rara.

Tenía los botones de la camisa desabotonada y mis pantalones estaban desabrochados.

Tenía una corbata rojiza y una anillo muy brillante en mi dedo.

Supongo que para más comodidad.

Me aliste como pude y salí de la habitación para poder investigar más a fondo este sueño.

Al salir todo era muy reluciente y podía ver algunos mozos.

Camine por un pasillo algo extenso y podía verme a mí en algunos cuadros.

¿Tal vez soy yo el dueño de esta mansión?

Seguí curioseando por la gran mansión y veía jardines y una gran piscina.

Mire más recuadros y me podía ver a mi y una persona que no distinguía su rostro.

Llegué a un estante y logré hallar un álbum algo viejo de fotos.

Lo abrí para ver su contenido y era yo al pasar de los años, como pase de ser un joven a un adulto pero con el mismo cabello rizado.

Seguí mirando y note algo que me perturbo un poco.

Vi varias fotos mías dónde estaba muy cerca de es persona de los recuadros.

Mi cara al pasar de los años comenzó de feliz a una totalmente cara de tristeza.

Note como en alguna de ellas mis sonrisas eran totalmente no a mi voluntad.

Tenía ojeras y una expresión de cansancio, como si estuviese harto de algo o alguien.

En cada foto mía que pasaba página mi rostro perdía su brillo.

¿Que demonios está pasando?

Y note que en la parte final del libro había una página que decía: “La boda”

Iba a revisar esa última parte pero uno de los sirvientes me interrumpió y me avisó sobre algo.

Señorito Anthony, el Amo está solicitando su presencia en su habitación.—dijo con total formalidad y serenidad.

Amo? Que amo?.—trate de cuestionar lo que me había dicho.

El amo dice que no tiene tiempo para tonterías, así que debería apurarse y acatar el llamado...o si no él...—lo último lo dijo algo misterioso.

𝓘𝓷 𝓶𝔂 𝓗𝓮𝓪𝓭   (Daanthony)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora