00 | athena

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❰ 𝙰𝚃𝙷𝙴𝙽𝙰 ❱

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𝙞 𝙣𝙚𝙫𝙚𝙧 𝙩𝙝𝙤𝙪𝙜𝙝𝙩 𝙩𝙝𝙖𝙩 𝙞'𝙙 𝙛𝙞𝙣𝙙 𝙢𝙮𝙨𝙚𝙡𝙛
𝙡𝙮𝙞𝙣𝙜 𝙞𝙣 𝙮𝙤𝙪𝙧 𝙖𝙧𝙢𝙨




























PRÓLOGO
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Tony Stark no sabía amar.

Era un concepto extraño para él después de años de ser abandonado por su padre, sin escuchar ni una sola vez las palabras "te amo" de su parte. Howard Stark nunca le dijo a su hijo que lo amaba, y eso finalmente envió a Tony por un camino que compensó su falta de emoción con una serie de amantes sin nombre, atraídas a su cama con su encanto y buena apariencia, solo para ser olvidadas en el mañana, un recuerdo lejano de una noche de sexo sin sentido.

No era frecuente que Tony Stark fuera rechazado por una chica, prácticamente las tenía cayendo a sus pies en un intento de ser la próxima mujer que llegara a despertar en su cama, pero había una chica que no tenía interés en ir a la cama con Tony Stark. Esta chica era extraña, diferente a todas las demás, y Tony aún no lo sabía, pero se convertiría en su mejor amiga.

La conoció en una fiesta universitaria, el lugar perfecto para una conexión que, con suerte, ninguna de las partes recordaría la mañana siguiente. La vio desde el otro lado de la habitación, instantáneamente atraído por ella debido a su pelo azul y una sonrisa que podría iluminar la habitación. Supo, en ese momento, que tenía que conocerla.

Se abrió camino a través de la habitación. Ella estaba charlando con una amiga, hablando en voz alta sobre la música, pero cuando Tony apareció de la multitud y su amiga notó la mirada en sus ojos cuando miró a la chica, ella hizo una excusa para irse y le dio a la chica un pulgar hacia arriba.

—Entonces —dijo Tony, sin llegar muy lejos antes de que la chica levantara la mano.

—Detente ahí y no termines esa frase —dijo la chica, interrumpiendo a Tony antes de que pudiera empezar—. Se quién eres. Todo el mundo lo sabe, y solo quiero decir que no tengo ningún interés en ser la próxima chica en caer en la cama con Tony Stark, seas multimillonario o no.

Tony estaba atónito. Nunca una chica lo había rechazado con tanto poder en su voz. Era como si sus palabras hubieran cerrado por completo su cerebro, provocando algo en lo profundo de su pecho que prácticamente le rogaba que conociera a esta chica misteriosa que no se debilitó cuando vio su sonrisa.

Su boca se abrió como un pez y la chica se rió—. ¿No estás acostumbrado a que te rechacen?

—No —dijo Tony, sonando como si estuviera aturdido. Le tendió la mano—. Tony Stark. Un placer conocerte.

La chica miró su mano con recelo—. Este no es un truco para llevarme a la cama, ¿no?

Tony salió de su aturdimiento, sacudiendo la cabeza—. No. Solo me estoy presentando. Y puedo decir que eres muy bonita...

Se interrumpió, buscando un nombre que no tenía. La chica suspiró, estrechándole la mano de mala gana—. Athena. Athena Clarke.

—¿Como la diosa? —preguntó Tony.

La chica, Athena, asintió—. Sí, mi papá estaba obsesionado con la mitología griega cuando nací.

—Eso es interesante —dijo Tony, mirando a la chica y sintiéndose atraído por su pelo—. ¿Por qué tu pelo es azul?

Athena se pasó una mano por el pelo casi inconscientemente—. Perdí una apuesta con mi amiga, la que acabas de ver salir corriendo, y este fue el resultado. Era esto o me amenazó con depilarme las cejas mientras dormía.

Tony rió—. No creo que eso te convenga.

—Yo tampoco —respondió Athena—. Pero odio este color. Normalmente soy rubia.

—Me gusta —dijo Tony.

Athena lo miró con curiosidad.— ¿Qué quieres, Tony Stark? Porque no vas a obtener lo que viniste esperando conseguir, así que ¿por qué no has ido a buscar a otra chica a la que encantar en tu cama?

Tony se encogió de hombros—. Eres interesante. No muchas chicas pueden rechazarme. De hecho, eres la única que alguna vez se apresuró a decir que no. Eres diferente.

—¿Gracias? —dijo Athena, expresándolo de manera que sonara como una pregunta.

—Fue un cumplido —le aseguró Tony—. Oye, ¿quieres salir de aquí?

Al instante pareció insegura—. ¿Por qué? ¿Tú qué sacas de esto?

—¿No puedo ofrecer llevar a una chica a comer una hamburguesa sin que exista algún motivo oculto? —preguntó Tony.

—No cuando eres Tony Stark, y ciertamente no cuando eso es lo que te hace famoso —fue la respuesta.

Tony levantó las manos en señal de rendición—. Lo prometo, no hay ningún motivo oculto. Has dejado muy claro que no te atraigo, pero me muero de hambre y hay un lugar a una cuadra que hace las mejores hamburguesas.

Athena miró su bebida, casi terminada, y suspiró—. No podría doler. Podría ir por una hamburguesa, pero vas a pagar porque estoy bancarrota.

—No te preocupes —le dijo Tony, mientras ella terminaba el resto de su bebida y lo seguía fuera de la fiesta.

Esa noche, aunque no se dio cuenta, Tony Stark conoció al amor de su vida. La mujer que cambiaría por completo su percepción del amor y le haría creer que era capaz de sentirse así por otro ser humano. Había encendido una chispa en Tony Stark, una que ardió durante mucho tiempo, haciéndose más fuerte a medida que pasaban los años. Nunca reconoció sus sentimientos, aún evitando sus emociones con su cadena de amantes sin nombre.

Athena tampoco entendía el amor. Un mal pasado la había llevado a renunciar a la emoción por completo, pero la noche que conoció a Tony Stark, algo cambió. Aunque le tomó mucho tiempo admitir sus sentimientos, la noche en que ella y Tony fueron a comer hamburguesas le pareció tan familiar que fue casi como si hubieran sido amigos durante toda su vida.

Pasaron los años y los dos se volvieron inseparables, con Athena asegurándose de que Tony se mantuviera saludable a pesar de su intención de beber hasta el olvido.

Les tomó mucho tiempo darse cuenta de que se amaban. Athena se dio cuenta de que amaba a Tony Stark en el momento en que regresó del cautiverio, y Tony Stark se dio cuenta de que amaba a su mejor amiga cuando la vio esperándolo mientras bajaba del jet que lo trajo a casa.

Ahora todo lo que tenían que hacer era admitirlo.

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˗ˏˋ A/N: esta historia le pertenece a somekindofstardust
˗ˏˋ LIBRO UNO en la serie iron women

ATHENA | Tony Stark ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora