Capítulo 7

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Jungkook no sabía con exactitud lo que debía hacer, tener al chico aferrándose a sus piernas, sintiendo como probablemente era la única esperanza que tenía, lo hacía sentir extraño de cierta forma, era su presa, ¿¡Por qué debía sentir algo por su presa!? Solo debía devorarla, despedazarla y tirar el cuerpo con los restos como siempre hacía indicando que era la 13va víctima de Copycat.

No, no debía dudar, había una mujer allá afuera que lo había contratado y había llenado su cuenta bancaria con mucho dinero para echarse para atrás, era el momento perfecto y debía ser ahora.

—¿Ayudarte? —Musitó— qué estupidez.

Le dio una fuerte patada que hizo que el cuerpo de Jimin rodara lejos de él. El rubio se quejaba de dolor pero la poca fuerza que tenía hacía que sus quejas no fueran lo suficientemente altas para ser escuchadas.

—¿Crees que alguien va a ayudarte? No hay nadie más aquí... —Se arregló el elástico de sus guantes— todos afuera se divierten mientras tú estás pasando los últimos minutos de tu vida.

Jimin abrió sus ojos mientras respiraba agitadamente sintiendo mucho miedo de lo que podría ocurrir.

—Lo siento, quise que fuera por las buenas pero parece que deberé ensuciarme las manos de alguna forma.

Jungkook se puso encima del chico que comenzó a removerse en el suelo mientras éste ponía sus manos con fuerza en su cuello para intentar ahogarlo. El rubio a pesar de estar muy débil, aún había algo de fuerza, probablemente la última lucha que haría pero su cuerpo se movía intentando que aquel mesero se quitara encima de él.

—¡No luches! —Dijo entre dientes mientras apretaba con fuerza— ¡Pronto estarás en un lugar mejor!

Las piernas de Jimin se movían con rapidez mientras sentía que cada vez se estaba debilitando, se estaba quedando sin aire, sentía mucho calor en su rostro, pues así lucía, completamente rojo ante el ahorcamiento de aquel misterioso hombre.

Creyó que era su fin pero un ángel había caído del cielo en ese preciso momento.

¡Toc, toc!

Alguien había golpeado en la puerta haciendo que Jungkook se sobresaltara y dejara de poner presión sobre el agarre en el cuello de Jimin haciendo que éste volviera a respirar.

—¡Mierda! —Se quejó poniéndose de pie para acercarse a la puerta y escuchar lo que ocurría afuera.

—¿Estás seguro que fue a este baño? Están limpiándolo, creo que aquí no está.

—Sí, vamos a ver el otro baño.

—O seguramente ya se fue e hizo ese show para poder irse de la fiesta.

Eso lo alivió y lo hizo respirar aliviado ya que no forzarían la puerta y así podía continuar pero en el momento que se dio la vuelta miró que Jimin ya no estaba en donde lo había dejado. Éste caminó sin mucha preocupación viendo las gotas de sangre crear un camino hasta que levantó la cabeza y miró a Jimin correr en dirección hacía él con una escobilla de baño dándole un fuerte golpe en la cabeza partiendo el utensilio en dos.

Jimin respiraba agitadamente pero seguramente a pesar de su débil sistema, la misma adrenalina y ganas de vivir lo habían impulsado de cierta forma a realizar esta maniobra.

El rubio no seguiría perdiendo el tiempo mientras el hombre de la máscara trataba de reaccionar ante aquel golpe, así que corrió hacía la puerta intentando abrirla pero sus torpes y temblorosas manos no podían quitarle el seguro de la puerta.

—¡MALDITA SEA! —Gritó con desesperación hasta que pudo abrirla pero había sido demasiado tarde.

El hombre de la máscara lo tomó del cabello y volvió a meterlo tirándolo al suelo viendo cómo cerraba la puerta a sus espaldas pero esta vez sin seguro así que si podía volver a detenerlo, sería más fácil salir de estos malditos baños.

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