Who?

Capítulo 10

Y aunque luego de la invitación, Jungkook se retiraría, terminaron conversando de nuevo hasta el momento en que Hoseok salió de la ducha usando solamente su bata de baño mientras con otra secaba su cabello, estaba tan entretenido con su teléfono que ni siquiera se percató de que había visitas hasta que Jimin lo nombró.

—Hoseok, hay visita.

—Sí, ¿¡Qué!? —Bajó el teléfono mirando a Jungkook saludarlo desde el sofá— oh, lo siento...

Se acercó a ellos para estrechar su mano con el chico.

—¿No me digas que tú eres el nuevo vecino?

—Así es. —sonrió Jungkook soltando su mano.

—El mundo es muy pequeño, qué sorprendente es tenerte aquí. —Se sentó Hoseok a lado del rubio— una enorme coincidencia, ¿No, Jimin?

—¡Claro! Pero es fantástico tener a otro chico de nuestra edad por aquí, ¿No crees?

—Oh, por supuesto.

Jungkook sentía que debido a sus palabras, risas algo nerviosas y sus miradas misteriosas, ellos estaban escondiendo algo, solamente esperaba que no fuera algo malo.

—Invité a Jungkook a beber, ¿Nos acompañas?

—No, diviértanse ustedes, hoy me relajaré, me pondré una mascarilla y veré alguna película.

Hoseok se puso de pie pero antes de irse a la cocina, volteó a ver a Jungkook.

—Y tú, cuídalo... Jimin ha pasado por muchas cosas y debemos protegerlo.

—Oye, no soy un niño.

—¿Protegerlo? ¿De qué? —Preguntó Jungkook confundido viendo a Jimin mientras Hoseok se retiraba a la cocina.

—Pues, hace un tiempo fui apuñalado y envenenado en una fiesta organizada por mi padre.

—¿¡Qué!? —Intentó actuar sorprendido, realmente era bueno— ¿Cómo ocurrió?

—Larga historia, tal vez te la cuenten mejor en internet porque he tratado de olvidarla.

—¿Y encontraron a la persona que lo hizo?

—Se detuvo a algunos sospechosos pero no arrestaron a nadie, así que la persona que intentó asesinarme, sigue en algún lado.

—Dios, debió ser terrible...

—Lo fue. —Jimin suspiró— sentí mucho miedo, sobre todo porque no he conseguido nada de lo que he querido.

—¿Nada? ¿Y qué es lo que quieres?

Jimin pensó por un momento haciendo que una pequeña sonrisa se formara en sus labios.

—¿Te parece si continuamos después esta conversación?

—Por supuesto. —Se puso de pie— iré a ponerme otra ropa.

—¡Genial! Entonces, iré a tocar tu puerta cuando yo también esté listo y nos vamos.

—Podemos ir en mi auto.

—¡Increíble! Entonces, así hagamos.

Ambos asintieron para luego ser despedido por Hoseok que se preparaba un emparedado en la cocina. Jimin cerró la puerta suspirando con fuerza y una gran sonrisa que difícilmente borraría.

—¿¡No es fantástico!? —Se acercó a su amigo que le untaba mantequilla a su pan— ¡Él es nuestro vecino!

—Sí, es sorprendente, parece que tendrás una oportunidad con él.