—¿Emocionado por el partido de mañana?
—¡Claro que sí! Realmente espero que puedas jugar.
La comida que Hinata había preparado estaba realmente buena.
—No pensé que serías tan bueno cocinando. —acoté con una ceja alzada mientras miraba mi comida. Hinata, quien se encontraba sentado a mi lado de una manera peligrosa para mi corazón, sonrió. —¿Cómo aprendiste?
—Bueno... —rascó su nuca, pensando en lo que iba a decir—. Mi madre a veces tiene que irse a trabajar y no vuelve hasta tarde... O quizás ni si quiera vuelve, depende del horario que tenga el hospital. De todos modos, me enseñó a cocinar para Natsu. —explicó.
—Lo haces realmente bien. —alagué con mis cejas alzadas.
Él solo soltó una risa nerviosa y asintió.
Nos volvimos a quedar en silencio aunque no era incómodo, ya que los dos estábamos metidos en nuestra comida. Bueno... Algo así.
Mientras masticaba, mi mirada estaba clavada en nuestras rodillas. Nos habíamos sentado con las piernas cruzadas y por eso mismo, algunas partes de estas se rozaban. Si bien era un simple toque, incluso leve, era inevitable (para mi pobre corazón) saltar fuertemente. En cualquier momento se saldría de mi pecho.
Me atrevo a decir que, cualquier tipo de toque de Hinata (ya sea un abrazo o el simple roce de nuestras manos cuando caminamos) hace que cada simple parte de mí se descontrole. Es como si con cada roce, mi cerebro se desconectara por unos segundos y dejara que todos mis músculos se sintieran flácidos.
Miré a Hinata y pensé tontamente en qué es lo que estaba haciendo conmigo. Ese chico pelinaranja no lo sabía pero... Cielos, me podía manejar como él quisiera y fácilmente no cuestionaría su palabra y le haría caso por completo.
Me sentía débil y tonto cada vez que estaba a su alrededor, todo se sentía extrañamente lindo. No diría que era algo feo o incómodo, si bien la sensación me causaba escalofríos, realmente la disfrutaba. Me siento masoquista.
«¡Sé más bueno y amable con él!»
El grito de mi hermana antes de irme a la escuela cruzó fugazmente por mi cabeza, miré a mi amigo asustado y solo pude observar como comía tranquilamente la otra parte del curry.
Ser más bueno y amable con él. Ser más bueno y amable con él. Ser más bueno y amable con él. ¡Claro! Puedo hacerlo, yo puedo.
— Oye, Hinata—. Me miró con las cejas alzadas, probablemente esperando para que hable—. Hoy...
¿Hoy qué, idiota?
¡Cielos! Yo y mi maldita costumbre de hablar sin pensar...
« ¿Hoy te ves realmente hermoso?» No, eso suena demasiado exagerado. Si bien sé que Hinata es lo que es y el cumplido hablaría poco de su belleza, también sé que quedaré mal y todo se volverá incómodo.
Siguiente idea... «Hoy te ves menos idiota» No, no. Estaría fallando a las palabras de mi hermana. ¡Se supone que tengo que ser más bueno y dulce como una golosina! Estoy seguro que si fuera Miwa, todo sería más fácil.
«Hoy te ves radiante» ¿Acaso es la luz? ¿El sol? Poéticamente (¿Acaso se decía así? lo pensaré más tarde) podría decir que sí, porque ese chico puede iluminar mis días y todo la palabrería tierno, pero ahora no estoy refiriéndome a ese tipo de cosas y sé que a Hinata le costará entenderlo.
Tengo que soltar palabras fáciles de digerir. ¡Tiene que ser algo directo y simple!
Pobre Hinata, quizás se está cansando de esperar lo que sea que tengo para decir pero... ¿Puede culparme? Después de todo, él es quien me tiene en este estado de pánico y desesperación por soltar unas cuantas palabras.
¡Sigamos con el intento de frase!
«Hoy te ves bonito» Suena mal, pareciera que la oración no tiene sentido.
En cualquier momento me va a doler la cabeza de tanto pensar.
«Hoy te ves lindo»
Espera...
¡Eso es fácil y eficiente! Es un punto intermedio que no logrará crear incomodidad, ya que no es tan fuerte como «hermoso» y tampoco es tan leve como «bonito».
Suena simple y factible como para que salga de mis labios.
— ¡Hoy te ves... estúpido!
Hinata me miró horrorizado.
Abrí mis ojos con sorpresa y tapé mi boca.
¿¡Qué mierda acabo de decir!?
— Kageyama... —murmuró haciendo una mueca.
¡No, no, no! ¡Espera!
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Crónicas de un Kageyama Confundido | Kagehina
FanfictionPRIMER LIBRO DE "CRÓNICAS DE..." KAGEHINA. ¿Internet? No sirve. ¿Mi madre? Esa mujer me hará más preguntas de las que ya tengo, así que no. Básicamente me siento extraño estando cerca de Hinata. Por favor, ayuda. Si saben cómo curarme, comuníquense...