𝑂𝑛𝑒 𝑆ℎ𝑜𝑡𝑠 - 𝑯𝒂𝒊𝒌𝒚𝒖𝒖

Azumane Asahi

Eran vacaciones de invierno.

La nieve había parado durante esa mañana, aunque el cielo parecía decir lo contrario.

El chico castaño se dirigía al parque que se encontraba al centro de la ciudad, con la única intención de saber que pasaría con su relación.

Al acercarse, caminó un poco y jugó con su mirada hasta que chocó con aquella cabellera gris que conocía de maravilla.

Su corazón dio un vuelco, amaba a esa chica pero, hubieron días en los que Asahi pensaba en el futuro y eso lo aterraba.

Es decir... ¿Por qué ella estaría con él habiendo mejores chicos? ¿Por qué ella querría mantener una relación a distancia? ¿Por qué lo amaba?

Sacudió su cabeza y avanzó hasta aquella chica.

—Hola –saludó apenas audible.

La chica volteó y sonrió.

—Asahi, amor, hola.

El chico tomó asiento a lado de su novia y suspiró.

—Son vacaciones.

—Sí, de invierno –respondió sonriendo aquella chica.

—He pensado... Tomaremos caminos diferentes y aún te falta un año para graduarte, tu hermano se irá al igual que yo y tú te quedarás.

—¿Qué tiene que ver Koushi? 

Y así era, la novia de Asahi era la hermana menor de Koushi, la pequeña Sugawara.

—Sugawara es un buen tipo y gracias a él te conocí.

—Sí, lo sé ¿Pero que pasa? –dijo con preocupación la chica de cabellera gris.

—Verás, lo pensé y me hice preguntas... ¿Por qué esperarías por mí? Conocerás a mejores tipos, harás más amigos, podrás viajar si lo deseas y yo solamente podría atrasarte en tus sueños, ya sabes yo-

—Cállate –interrumpió la chica.

—¿Eh? -Asahi volteó desconcertado, observando el rostro de la chica-.

La chica conocía al equipo de voleyball desde su primer año en Karasuno gracias a su hermano.

El mejor amigo de aquella chica era Nishinoya y gracias a eso, pudo entrar como mánager junto a Kiyoko. Unas semanas atrás buscaron otra mánager y por el momento eran tres, tres hasta que Kiyoko se graduara.

Fue a inicios de su segundo año cuando la chica Sugawara se había fijado en Asahi.

Daichi era el juez que ayudaba a Asahi y mantenía a Koushi alejado por los celos hacia su hermanita.

Ellos empezaron a salir.

Eran un complemento.

Asahi a pesar de parecer alguien rudo, era como un ángel, un chico bondadoso, tímido, agradable y amoroso.

Suwagara Hoshiko, hermana menor de Sugawara Koushi, era alguien alegre, un poco extrovertida, amable y amorosa.

Tuvieron muchas citas antes de salir oficialmente.

Había algo que todos conocían.

Asahi era alguien que se intimidaba la mayor parte del tiempo y siempre encontraba en Hoshiko su apoyo, un apoyo incondicional donde él podía salir con valor ante cualquier situación. Aunque era un poco inseguro, su novia siempre estuvo ahí para él.

Y ahora no.

No pensaba en un futuro con ella.

—Siempre, siempre te he apoyado, somos un complemento Asahi, te he ayudado y juntos hemos salido adelante ¿¡Por qué quieres alejarte!?

—N-No quiero eso, simplemente he pensado y-

—¿Y haz pensado en cómo me sentiría?

El asombro en la cara de Asahi le dio la respuesta a su novia.

Asahi solo pensó en él.

Como siempre lo había hecho.

—¡Lo siento!

—Asahi –llamó la chica mientras se ponía de pie- Te amo, eres el mejor chico que he conocido, pero nunca creí que esas palabras saldrían de ti. Si es lo que quieres por tu graduación, lo aceptaré.

Las mejillas de Sugawara se pusieron rojas al igual que su nariz, y no, no era por el frío, una tristeza se avecinaba junto a lágrimas.

—P-Prometo ser mejor y juntos podemos viajar y-

—Detente, por favor –dijo en un hilo de voz la chica- Lo entiendo... Pero por favor, no me busques y no metas a Koushi en esto.

La chica quiso abrazar a Asahi al menos una última vez, pero al momento se arrepintió.

Se alejó sin mirar atrás, dejando a Asahi en el mismo lugar.

El castaño sabía que su peor virtud eran esas, ser sincero y no pensar en las consecuencias.

[---]

Los hermanos Sugawara entraron al lugar en donde sería la fiesta.

Koushi invitó a su hermana como pareja ya que supo lo de Asahi y aunque se encontrarían, hizo que su hermana se vistiera como una princesa.

Ambos eran algo altos –aunque los tacones ayudaban-, ambas cabelleras grises brillaban con las luces.

El traje negro de Koushi era su mejor arma, mientras la mejor arma de Hoshiko, fue el maquillaje casual y el vestido pegado a su cuerpo de un color vino que hacia juego junto a su piel blanca.

La noche transcurría normal.

Una ventaja para los Sugawara era que, si quería olvidarse de las penas, lo harían.

Sin importar que la persona que lo causó estuviera ahí.

—Lo haz arruinado, supongo que aún te ama pero cometerías un error si la buscas de nuevo –dijo Daichi a lado de Asahi llamando su atención.

—Soy el peor.

—Hermano, ella era todo para ti... No lo entiendo.

—Mi error fue pensar solo en mí.

—... ¿Y?

—No pensé en su dolor.

Y fue así, como Asahi vio por última vez a la que alguna vez fue su novia.

Feliz y radiante junto a su hermano.

Con aquel vestido que la hacía lucir hermosa.

Se dio cuenta de que jamás encontraría a otra persona como ella, que siempre estuviera ahí para él.

Asahi cometió el error de alejar a su alma gemela.