𝑂𝑛𝑒 𝑆ℎ𝑜𝑡𝑠 - 𝑯𝒂𝒊𝒌𝒚𝒖𝒖

Akira Kunimi

Los gritos de Kindaichi no parecían querer parar.

Hasta que en un momento, se calmó al ver a la chica castaña detrás de su amigo Kunimi. ¿Por qué estaba ahí? Ella nunca llegaba a ese lado de la escuela.

Kunimi se dio la vuelta lentamente y se maldijo mentalmente.

—Hanae -llamó Kindaichi.

—¿Cuándo pensabas decirme que tu amigo jugaba conmigo? ¿Acaso no somos mejores amigos? -decía la chica castaña mientras intentaba no llorar.

—No es lo que parece.

—Tú y yo después hablamos -dijo Hanae mirando a Kindaichi.

—Te juro que de eso se trataba esto -dijo señalando a su amigo y después a él.

—¿Por qué? -preguntó Hanae mirando a Kunimi.

—¿Qué escuchaste? 

—¿Qué quieres que te diga? ¿Todo o solo lo más importante?

—Vamos Hanae, no es realmente lo que parece.

—Para mí si parecía algo más.

Kindaichi se alejó rápidamente de ahí pero sin la intención de abandonar a su amiga. La esperaría afuera de la escula.

—Hanae, siempre he sido sinsero contigo.

—Sinceramente no lo parece ¿Te das cuenta de cuánto tiempo hemos estado juntos? 

—Lo sé. Pero lo que si es real, es que te quiero.

—¿Tienes miedo de estar solo? -esa pregunta desconsertó al jugador.

—¿Qué?

—Estuviste conmigo sin siquiera tenerme un poco de aprecio... ¿Al menos en algún momento te gusté?

—¿Pero que preguntas? Claro que sí.

—Te escuché decir que apenas tenías un aprecio hacia mi, ¡Llevamos casi diez meses! ¿Y en ese tiempo solo tienes aprecio por mi?

Kunimi no pudo responder.

Sí le tenía aprecio a la chica.

¿La quería? Él sentía que sí.

—Sí.

—¿Pensaste o dudaste tu respuesta?

—No hagas difícil esto Hanae.

—Por Dios Kunimi, dime la verdad.

—¿Qué quieres que te diga? ¿Quieres saber si me gustas? Sí, así es, ¿Un aprecio? Por supuesto y también te quiero.

—¿Por eso estos días has estado alejado? Ni siquiera te gusta entrenar hasta tarde y lo haces últimamente.

—No.

—¿No?

—¡Bien! Te lo diré. Estaba confundido ¿Sí? No sabía que sentir, no sabía que pensar. Tuve que alejarme un poco de ti para saber lo que realmente siento, creí que jugaba contigo o que estabas desperdiciando tu tiempo conmigo.

—¿Y que era lo que Kindaichi reclamaba?

—Ese tonto solo estaba enojado.

—¿Enojado?

—Me escuchó hablar con Oikawa-san.

Los nervios de la chica aumentaron cuando escuchó ese nombre, todo el mundo sabía la mala fama que tenía aquel castaño con las chicas.

—¿Qué?

—Nada malo pero escuchó lo que acabo decirte.

Kunimi no era el tipo que demostraba sus emociones y mucho menos en público. Algunos alumnos sabían que él salía con Hanae, un chica que es lo contrario a él. 

El equipo los llamaban "Sol y Luna".

Algo que le dolía a Hanae era que ella desde un principio le hizo prometer a Kunimi que cuándo alguno no se sintiera cómodo o sintiera que la relación iba cayendo, lo hablarían... Pero no pasó.

—No cumpliste tu promesa -dijo en un susurro.

Kunimi miró a la chica, ella estaba llorando.

Le dolía verla así y más si él era la causa. Esa chica era especial para él aunque nadie le creyera.

—No no, eso no.

—Vamos Kunimi... 

—Solo fue una confusión.

—¿Y?

—Llegué a la conclusión de que te quiero pero no sé si quiero seguir junto a ti.

Esas palabras bastaron para que la dura realidad llegara a la chica.

Su corazón se detuvo por un momento y su llanto se intensificó.

Miró por última vez a Kunimi y se dio la vuelta, esperaba que su amigo estuviera por ahí esperándola.

Mientras caminaba, sentía sus manos temblar.

En lo que llevaba de su camino de regreso, sintió que soltó algo pero no le tomó importancia, incluso, caminó más rápido.

Kunimi miró hacia ella y notó lo que estaba en el suelo. Caminó y sintió su corazón acelerarse.

Con ese sentimiento, supo que no solo quería a Hanae, quizás la amaba.

Tomó del suelo aquel primer collar que le regaló a la chica y junto a este, estaba una de las cosas favoritas del chico, un anillo que compartía con aquella chica. Miró ambas cosas y la realidad llegó rápido a él.

Mirando a la nada, supo que perdió a su primer amor.